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POV Omnisciente

-Entonces, no shippeabas Ivanico?.-Preguntó Jaime algo confundido por los nombres que su amigo le colocaba a las parejas.

-No.-Respondió Manuel con una pausa.-Se nota que Iván lo ama pero el Nico nunca lo hubiera amado de la misma manera que a ti. Si los hubiera shippeado, solo hubiera sufrido, aunque con ustedes igual sufrí, así que creo que eso es normal.

Jaime se rió por unos segundos para luego negar con la cabeza.

-Bueno, espero que ya no te hagamos sufrir más y espero que yo ya no haga sufrir más a Nicolás.-Dijo el enojón siendo muy sincero.

-Igual sería bueno que te pudieras perdonar por lo que le pasó al Nico estos años.-Dijo Edgar de repente, causando que Jaime suspirara y hablará.

-No, esa wea es imposible.-Dijo el señor Navarro tomándose un momento para luego seguir hablando.-Nicolás sufrió mucho por mi culpa y eso nunca me lo perdonaré y menos lo olvidaré.

-Sé que te dijimos muchas weas malas, pero en verdad necesitas olvidarlo.-Dijo Manu con una pausa.-Sé que a Nicolás le gustaría también que lo olvidaras y que te dejaras de culpar.

Jaime los miró un par de segundos pero no les dijo nada respecto aquél tema.

-Vamos a ver a tus pequeños.-Dijo el jefe de Nicolás levantándose y saliendo de la habitación.-Y a mi pequeño.

Salieron de la casa, claro que Jaime sacó llaves por si se quedaban afuera, y fueron al patio de atrás. Vieron y escucharon a Emily y Álex riéndose mientras que Nicolás estaba en la piscina completamente vestido.

-Sus hijos son unos diablos.-Dijo Nicolás apuntando a los recién nombrados, como si los estuviera acusando.-Íbamos a jugar a la escondida y apenas me doy vuelta, me tiran al agua.

Edgar se rió por un par de segundos y se acercó a la piscina y le ofreció su mano a Nicolás, para sacarlo del agua. El moreno la tomó, y apenas lo hizo, lo tiró al agua.

-Menos mal que dejé mi celular en la casa.-Dijo Edgar con una sonrisa mientras nadaba un poco.-Si me resfrío y no voy a trabajar, ya sabes de quien es la culpa, Jaime.

El enojón observó a su novio con una leve sonrisa y el moreno tenía una sonrisa traviesa para luego hundirse en el agua, como si se estuviera escondiendo.

Jaime se acercó a la piscina y el moreno salió a la superficie para luego ver a su novio. Se acercó a él y lo observó con una leve sonrisa.

-Hola, cariño.-Dijo Jaime acariciando un poco la mejilla mojada de su pololo, viendo y sintiendo como este se sonrojaba.-Acaso eres una sirena?

-Soy un tritón, no una sirena.-Respondió Nicolás todavía con las mejillas sonrojadas, corrigiendo a Jaime.

-Te puedo decir que eres el tritón más hermoso que he visto en toda mi vida?.-Preguntó el enojón con una sonrisa.

-Te odio.-Dijo el moreno completamente con las mejillas rojas.

-Lo sé.-Dijo el señor Navarro, acercándose un poco más a su pareja para luego besarlo, sintiendo como este le correspondía.

Estuvieron varios segundos así hasta que Nicolás aprovechó y lo tiró al agua también, con ayuda de sus sobrinos. Cuando Jaime estuvo en el agua, miró a Nicolás y este tenía una sonrisa inocente.

-Ellos fueron.-Dijo el pequeño moreno quitándose la culpa, apuntando a sus sobrinos.

-Pero ellos te hacen caso a ti.-Dijo el jefe de Nicolás con una sonrisa maliciosa, acercándose a su pololo para luego abrazarlo y hundirse los dos.

Nicolás sintió como abajo del agua, Jaime lo besaba, así que no se demoró en corresponderle para luego sentir como salían a la superficie otra vez, claro que besándose.

-Ahora vas a tener que ahogarme para que estemos juntos?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits, cuando se habían separado minutos después.

-Oh, no podría hacerte eso.-Dijo el pequeño secretario entre los brazos de Jaime, colocando su cabeza en su hombro.-Vas a tener que llevarme en una piscina pequeña para todas partes.

-Cariño, y cómo vamos a hacer nuestra ceremonia?.-Preguntó Jaime con la voz ronca, en un tono más bajo, causando que Nicolás se estremeciera.

-En serio vamos a hablar de eso?.-Cuestionó el secretario de Jaime, mirándolo unos segundos.

-Es solo una pregunta.-Dijo el enojón con una sonrisa pervertida.

-De verdad te odio por hacerme estas preguntas.-Dijo Nicolás con una pausa.-Cuando sea tritón, ya veremos como lo hacemos.

Nicolás y Jaime nadaron un poco y notaron como sus amigos ya se habían ido, causando que se extrañaran.

-En qué momento...

-No lo sé.-Dijo el moreno algo confundido, pero relajado.-De qué hablaron?

-Arreglamos las cosas.-Contestó el señor Navarro evitando algunos detalles.

-En serio?.-Preguntó el pequeño moreno bastante sorprendido.

-Sí.-Respondió el jefe de Nicolás, siendo sincero con este.-Así que no te tienes que preocupar por ellos ya.

-Ahora de qué me tengo que preocupar?.-Preguntó el pequeño secretario con una ceja enarcada.

-No te tienes que preocupar de nada.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una pausa.-Tu único objetivo ahora, debe ser que recibas todo mi amor y cariño.

Nicolás se rió para luego hablar.

-Ese objetivo me gusta.-Dijo el secretario de Jaime observando a este.

Se miraron a los ojos un par de segundos para que luego el enojón le diera un leve beso en la frente. Luego le dio otro en una mejilla, después en la otra y observó los labios semi-rosados de su pololo.

-No me dejes esperando, Jaime.-Dijo Nicolás casi en un susurro, observando el rostro de su enojón.

El enojón sonrió levemente para luego besarlo en un ritmo lento en los labios. El moreno, apenas sintió los labios de su novio sobre los suyos, le respondió el gesto de amor y cariño.

Estuvieron varios minutos ahí, besándose mientras estaban en la piscina. Cuando se separaron, se dieron otro pequeño beso de unos segundos.

-Deberíamos salir de la piscina, sacarnos esta ropa mojada e ir a bañarnos.-Dijo el moreno mirando a los ojos a su novio.

-Me gusta la parte de sacarnos la ropa.-Dijo Jaime con una leve sonrisa.

-Arruinaste el momento.-Dijo el pequeño moreno con el ceño fruncido, cruzando sus brazos y girándose para luego comenzar a nadar lejos de su novio.

Jaime lo observó por unos segundos para darle ventaja. Después de eso, nadó hacia Nicolás y lo abrazó por atrás, deteniéndolo.

-Te amo.-Dijo el enojón en un murmuro para luego darle un beso en el cuello a su novio.

-Yo también te amo.-Dijo el pequeño secretario, sintiendo como su novio ahora le daba un beso en el hombro, causando que se relajara.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora