POV Omnisciente
Pasaron una semana entera sin ir a trabajar, porque no era necesario en realidad, el enojón tenía un suplente en la compañía de Chile y Estados Unidos, pero igualmente en algún momento debía hacerse notar y que todos supieran que él era el jefe al final.
Esa semana fueron varias veces al Mall para comprar las cosas que Nicolás necesitaba, o al menos lo que Jaime creía que su novio necesitaba. Le compró muchas croqueras y muchos lápices, una cámara fotográfica profesional, sabiendo lo bueno que era su pololo para tomar fotos también, claro que la primera foto para estrenar la cámara fue de Jaime durmiendo. Le compró de todo tipo de ropa, de boxers hasta ternos. Le había comprado demasiadas cosas, hasta audífonos, un Notebook, etc.
Fueron a trabajar el día Lunes y todos se sorprendieron de ver a Nicolás y aún más a Jaime. Este último ahora que se daba cuenta, no sabía porqué su novio había dejado de trabajar ahí.
Fueron a su piso y el enojón colocó su tarjeta de acceso en el sensor y las puertas del ascensor abrieron de inmediato. Jaime entró tomado de la mano con Nicolás y notó como había otra secretaria, causando que frunciera el ceño.
-Quiénes son ustedes? Cómo entraron?.-Preguntó la secretaria algo confundida, no sabiendo si llamar a seguridad o no.
-Soy Jaime Navarro, el jefe de esta empresa.-Respondió el recién nombrado completamente serio, observando a la secretaria, quien se había puesto pálida.
-Oh, señor Navarro, no sabía que vendría.-Dijo la secretaria bastante nerviosa.
-Al parecer no sabes muchas cosas.-Dijo Jaime todavía bastante serio.
Se dirigió a su oficina y entró junto su pareja.
-Por cierto, estás despedida.-Dijo el enojón antes de entrar.
Jaime vio a su suplente y cerró la puerta, llamando la atención de este, claro que primero vio al moreno y no a Jaime.
-Nicolás, qué haces acá? Sabes que no puedes volver, te despedí, lo recuerdas cierto?.-Preguntó Sebastián con el ceño fruncido.
Jaime se tensó por completo, ahora sabiendo que pasó.
-Despides a alguien sin preguntarme?.-Preguntó el señor Navarro por fin notando como Sebastián palidecía.-Y luego contratas a otra?
-J-Jaime yo...
-Dime señor Navarro, soy tu jefe, recuerdas eso, no?.-Preguntó el jefe de Nicolás completamente enojado.-Por qué despediste a Nicolás?
-Porque no estaba haciendo bien su trabajo...
-Mientes.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una pausa.-Nico, qué pasó?
-Él quería que yo le hiciera algunos, eh, favores, y yo no quería.-Respondió Nicolás, intentando ser algo sutil.
-Favores?.-Preguntó Jaime con el ceño fruncido, no entendiendo a que se refería.
-E-Eh, sexuales.-Contestó el moreno en un tono más bajo, pero lo suficiente como para que Jaime escuchara y Sebastián también.
Jaime se quedó completamente quieto, no sabiendo que decir o hacer. Claro que después de unos segundos, se acercó rápidamente a su suplente y lo golpeó fuertemente en la cara, causando que se cayera al piso. El enojón lo miró unos segundos, no arrepintiéndose de nada, cuando comenzó a patearlo en el piso, pateándolo varias veces en la entrepierna, causando que este se quejara... Bueno, gritara de dolor.
El moreno intentó detenerlo pero fue imposible en realidad, Jaime estaba cegado por el enojo.
Por fin reunió toda su fuerza y empujó a su mismo novio lejos de Sebastián. Jaime lo miró con el ceño fruncido y se iba a acercar a su suplente otra vez, pero Nicolás se colocó al frente de él, deteniéndolo.
-Jaime, no puedes seguir golpeándolo.-Dijo Nicolás muy decisivo.
-Ese weón se lo merece.-Dijo Jaime intentando relajarse, mientras veía como Sebastián intentaba levantarse pero no podía por el dolor.
-Jaime, mírame.-Dijo el moreno demandante, haciendo que a los pocos segundos su novio lo mirara directamente a lo ojos.-Estoy bien, ese weón no me hizo nada porque no acepté esa wea y tampoco salió ileso cuando me lo dijo, si? Si lo sigues golpeando, lo vas a matar y ni creas que te quiero ver en la cárcel. Solo deja que ese weón se vaya con la otra maraca culia.
Jaime lo miró unos segundos para luego hablar.
-Esta bien.-Dijo el enojón relajándose para luego acercarse a su suplente. Lo tomó de la ropa y lo llevó arrastrando hacia fuera de su oficina, tirándolo hacia afuera de esta.-Espero que en cinco minutos ya no estén, entendido?
-S-Señor Navarro, m-mis cosas.-Dijo Sebastián, sintiendo la sangre en su boca.
Jaime lo miró unos segundos para luego hablar.
-Ah, quieres tus cosas? Bien.-Dijo el señor Navarro volviendo a su escritorio y tomando todas las cosas de Sebastián para luego tirárselas encima, causando que se golpeara con muchas de sus cosas.-Ahora te puedes ir.
Luego de decir aquello, cerró la puerta fuertemente y se giró para ver a Nicolás. Este lo estaba mirando. Se notaba que no estaba enojado ni decepcionado, cosa que relajó un poco a Jaime. Este último miró sus manos y tenían sangre de su suplente. Nicolás se dio cuenta y miró a su alrededor para luego encontrar unas toallitas húmedas. Sacó una y le limpió las manos a su novio, causando que este lo mirara con atención.
-No estás molesto?.-Preguntó el jefe de Nicolás de repente, causando que este lo mirara con atención mientras le terminaba de limpiar la sangre.
-Claro que no.-Respondió Nicolás diciendo completamente la verdad.-Yo hubiera hecho lo mismo si fuera al revés, ya viste como me puse el otro día cuando Manuel dijo esas weas. Eso sí, si quieres volver a golpear a alguien, intenta golpearlo hasta tal punto en el cual él no muera, si?
-Esta bien.-Contestó Jaime con una ligera sonrisa, viendo como su novio botaba en el basurero la toallita húmeda manchada con sangre.
Jaime se acercó al escritorio y abrió un cajón, para luego ver varios condones y un lubricante.
-Bueno, creo que esto nos puede servir.-Dijo el enojón mostrándole los condones y lubricante a su novio.
Este se rió y abrió el otro cajón. En este había un consolador, haciendo que lo cerrara altiro.
-Qué había ahí?.-Preguntó el señor Navarro algo curioso, ya que su novio cerró fuertemente el cajón.
-Nada.-Respondió el moreno, mintiendo claramente.
Jaime lo miró unos segundos y abrió el cajón. Se rió por varios segundos para luego hablar.
-Este no lo vamos a necesitar.-Dijo el jefe de Nicolás tomándose un momento para luego seguir hablando.-Te compro uno si quieres, pero tal vez esa wea de quien estuvo dentro.
-Quedan más cajones, qué más nos pillaremos?.-Preguntó el pequeño moreno, no respondiéndole si quería un consolador o no.
-Bueno, eso veremos ahora.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una sonrisa divertida.
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Liebe (Jainico)
FanfictionTienen que leer la primera temporada para leer esta!. Se llama "Boss" y la pueden encontrar en mi perfil.