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POV Omnisciente

Apenas dio unos pequeños pasos en el interior de la compañía "Kindred Spirits", sintió unos brazos al rededor de él. Supo de inmediato quien era.

-No vuelvas a desaparecer así, Nico.-Dijo Jaime abrazándolo fuertemente, sintiendo como su novio lo abrazaba devuelta.-Sé que tienes ataques de pánico, me lo dijo Edgar, así que cuando salí a buscarte para que te calmaras, ya no estabas y te llamé pero me colgaste y luego apagaste el celular y yo no...

-Coqueteaste con Castiel.-Dijo Nicolás de repente, interrumpiendo a su novio y separándose del abrazo.

Jaime lo miró con pánico, creyendo que Nicolás terminaría con él o algo así.

-C-Cariño yo...

-Lo hiciste y al lado mío.-Dijo el moreno volviendo a interrumpirlo.-Y yo no lo aceptaré, no quiero tener que soportar todo eso otra vez.

Nicolás lo miró unos segundos más para luego darle la espalda y dirigirse al ascensor para ir al último piso. Claro que ni llegó cuando Jaime lo tomó del brazo y lo obligó a darse vuelta. Apenas hizo esto, tomó las mejillas de Nicolás y lo besó en los labios, sintiendo como este se resistía e intentaba separarse de él, causando que Jaime lo acorralara contra una pared para que no se separara. Al final, Nicolás cedió, correspondiéndole el gesto de amor.

-Eres... un... aweonao.-Dijo Nicolás entremedio de los besos.

Jaime sonrió ligeramente para después seguir besándolo, apretándolo aún más contra la pared.

Luego de varios minutos, se separaron, pero seguían muy cerca del otro.

-No lo volveré a hacer.-Dijo Jaime mirándolo directamente a los ojos.-Solo estaba celoso y creí que si le coqueteaba también, Dean dejaría de coquetearte e intentaría irse con Castiel de ahí, no creí que te daría un ataque de pánico. Mierda, ni siquiera sabía que tenías también, pero lo lamento, no es excusa.

Nicolás lo observó por unos segundos para luego hablar.

-Mientras no lo hagas otra vez, esta bien.-Dijo el moreno siendo sincero con su pololo.

Jaime asintió y volvió a darle un pequeño beso en los labios por unos segundos.

-Donde estuviste?.-Preguntó el enojón bastante curioso, mientras caminaban hacia el ascensor y llamaban a este. El ascensor llegó de inmediato y abrió sus puertas, causando que entraran y apretaran el botón del último piso.

-Estuve en la empresa de Iván.-Respondió el pequeño moreno siendo sincero, no queriendo mentirle a su novio.-Él tiene un aparato que sabe mis latidos y cuando tengo un ataque de pánico, Iván lo sabe. Entonces él vino y me ayudó, después fuimos a su empresa, lo ayudé a trabajar, tomamos café y hablamos.

Jaime lo miró por unos segundos para luego asentir.

-Puedo pedirle ese aparato, cierto?.-Preguntó el señor Navarro con una pausa.-Vivimos juntos y trabajamos juntos también, creo que me serviría más.

-No creo que le moleste.-Dijo el pequeño secretario algo relajado, agradeciendo que su novio no se lo haya tomado mal.

-Por qué no me contaste que tenías ataques de pánico?.-Preguntó el jefe de Nicolás cuando ya estaban en su piso, dirigiéndose a su oficina.

-No quería que te preocuparas.-Respondió el secretario de Jaime, observando a su novio para luego tomarlo de la mano.

-Me preocupaste aún más cuando desapareciste así.-Dijo el jefe de Kindred Spirits entrelazando sus dedos, al igual que su novio.

-Lo siento.-Dijo Nicolás sinceramente, mirándolo unos segundos para después entrar en la oficina de su enojón.-Sabes como es tener un ataque de pánico, yo solo quería salir de acá. Después de que Iván me pilló, me invitó a su empresa y yo solo acepté porque creí que ibas a seguir coqueteando con Castiel si es que volvía.

El enojón lo miró por un par de segundos para luego sentarse en su silla, sintiendo como su novio se sentaba en sus piernas.

-Te amo.-Dijo Jaime mirando fijamente los ojos café de su novio, los cuales sinceramente le encantaban.

-Yo también te amo.-Dijo el moreno mirándolo directamente para después sentir como su pololo lo besaba lentamente en los labios, haciendo que le correspondiera apenas sintió los labios de su novio.

El beso había comenzado en un ritmo lento, pero cuando pasaron varios segundos, ese ritmo cambió a uno más intenso y apasionado, causando que Jaime colocara una de sus manos en la pierna de Nicolás, acariciando esta para luego colocar su otra mano en la parte de atrás del cuello de su novio, sintiendo el beso más profundo aún.

El moreno se acomodó un poco más sobre las piernas de Jaime, causando que este gruñera un poco.

Cuando se separaron del beso, se miraron unos segundos.

-Me encantas.-Murmuró el enojón acariciando una de las mejillas de Nicolás, causando que este se sonrojara.

A pesar de haber pasado mucho tiempo, el efecto que Jaime provocaba en él, era el mismo. Cada vez que estaba cerca de él o este lo miraba, se sentía muy nervioso y notaba como su corazón comenzaba a acelerarse. En verdad agradecía que el aparato que tenía Iván que parecía reloj, solo avisaba cuando tenía sus ataques de pánico, porque o sino Iván estaría con él todo el tiempo cada vez que estaba cerca de Jaime.

-Eres hermoso, amor.-Dijo el señor Navarro observando a su novio, haciendo que a este se le subiera el autoestima, pero aún así no le creyó.

-Mentiroso.-Dijo el pequeño moreno mirando unos segundos a su pololo para luego apartar la mirada.

Jaime lo observó, como queriendo saber si estaba bromeando o no. Cuando se dio cuenta que su novio no estaba bromeando, habló.

-Eres la persona más hermosa que he conocido en toda mi vida.-Dijo el jefe de Nicolás hablando muy en serio.-Y lo seguirás siendo hasta el final de mis días.

-Por qué no cambias lo último que dijiste a esto: "y lo seguirás siendo por siempre"?.-Preguntó el pequeño secretario observando a su novio.

Jaime sonrió y habló.

-Y seguirás siendo la persona más hermosa que he conocido por siempre y para siempre.-Dijo el jefe de Kindred Spirits cambiando lo último que había dicho, sabiendo que a Nicolás no le gustaba cuando hablaba de que algún día moriría.

Nicolás sonrió levemente para luego besarlo.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora