19.-

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POV Omnisciente

Al final encontraron varios juguetes sexuales, los cuales botaron todos, ya que ni cagando los usaban si no sabían quien lo había usado antes, lo único que se quedaron fue el lubricante y los condones.

-Odio usar condones.-Dijo Jaime mirando estos para luego volver a guardarlos.

-Casi nunca usamos.-Dijo Nicolás sentándose en sus piernas.

-Pero antes cuando lo hacíamos acá y no queríamos manchar o algo así.-Dijo el enojón, haciendo que Nicolás recordara aquello.

-Bueno, sabes que yo me acostumbré a hacerlo sin condón y mucho menos con lubricante.-Dijo el moreno con una pausa.-De hecho, la única vez que lo hicimos con lubricante, fue mi primera vez.

-La segunda vez también lo iba a ser pero tú no quisiste.-Dijo el señor Navarro como si aquello no fuera su culpa.

-Lo prefiero así.-Dijo el pequeño moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-Aunque al principio dolió, pero sabes que al final me acostumbré.

-Bueno, al menos no te has embarazado.-Dijo el jefe de Nicolás con una ligera sonrisa, haciéndole cariño en la espalda a su novio para luego pasar más abajo y colocar su mano en el trasero de su novio.

-Si estuviera embarazado, te tendrías que hacer cargo de los bebés no más.-Dijo el pequeño secretario haciéndole cariño en el pelo a su pareja.

-Si estuvieras embarazado, serías el embarazado más hermoso de toda la vida.-Dijo el jefe de Kindred Spirits tomándose un momento para luego seguir hablando.-Y aún más hermoso con nuestros hijos.

Nicolás sonrió y le dio un pequeño beso en los labios.

-Amaría eso.-Dijo el secretario del enojón siendo sincero.-Pero no se puede.

-Pero lo podemos intentar.-Dijo Jaime, todavía con su mano en el trasero de su novio.

-Tienes razón, siempre podemos intentar.-Dijo Nicolás con una ligera sonrisa, colocando su cabeza en el cuello de su novio, oliendo este.

-Vinimos a trabajar y eso es lo que menos hemos hecho.-Dijo el enojón, sintiendo como su pololo lo olía.

-Habrá contratado más personas?.-Preguntó el moreno, todavía no apartándose del cuello de su pareja.

-Claro que sí.-Respondió el señor Navarro con una pausa.-Y si vamos a ver los pisos para ver si ha cambiado algo?

Nicolás suspiró y habló.

-Esta bien.-Contestó su pequeño moreno levantándose de las piernas de Jaime.

El enojón se levantó y acercó a su novio a él para luego besarlo en un compas lento e intenso. El moreno le devolvió el beso, mientras se sentía bastante feliz.

Cuando se separaron, salieron de la oficina y ya no estaban la ex secretaria y su ex sustituto. Al menos la secretaria había dejado su tarjeta de acceso igual que Sebastián.

Nicolás tomó uno de estos y se lo colocó al rededor del cuello.

-Ahora sí.-Dijo Nicolás con una leve sonrisa, dirigiéndose al ascensor con su novio.

Por alguna razón, fueron al piso tres para ver como estaban las cosas. Claro que Manuel con Edgar seguían trabajando ahí. Cuando los vieron, Nicolás frunció el ceño y los ignoró.

Siguieron caminando mientras hablaban cuando casi chocaron con dos personas.

Castiel y Dean.

-Oh, hola Jaime.-Dijo Castiel con una sonrisa coqueta, observando al recién nombrado.

-Hola Cas.-Dijo Jaime con una leve sonrisa.

Nicolás sintió los celos por todo su cuerpo y Dean pudo notarlo.

-Hola cariño.-Dijo Dean acercándose al moreno y dándole un beso cerca de los labios, causando que este se sonrojara.

-Hola Dean.-Dijo Nicolás con las mejillas sonrojadas por la vergüenza.

-Hace mucho que no te veía.-Dijo el oji-verde muy cerca de él, causando que Jaime se tensara.-Te ves bien.

-Gracias Dean.-Dijo el moreno ya pareciendo un tomate por lo sonrojado.

-Y Jaime, acaso te hiciste algo? Estás muy guapo.-Dijo Cas guiñándole un ojo a Jaime, causando que este se riera por unos segundos.

-No, creo que nada.-Respondió el enojón, mirando de vez en cuando a su novio.

-Estás seguro? Te veo un poco más fuerte.-Dijo el oji-azul tocando un poco los brazos de Jaime, causando que Nicolás soltara la mano de este.

-Bueno, tú también lo estás.-Dijo el señor Navarro con una sonrisa, también acariciando ligeramente un brazo de Castiel.-Y también estás guapo, aunque siempre lo fuiste.

Oh, eso sí que no le gustó a Nicolás. De repente el autoestima de este último bajó hasta lo mínimo y comenzó a ponerse pálido. Se dio cuenta que no podía respirar, así que se fue corriendo de ahí, bajando las escaleras, no tenía tiempo para el ascensor.

Salió de la compañía y se apoyó en una de las paredes, intentando respirar con desesperación mientras empezaba a alterarse. Empezó a marearse mientras sentía como aquél ataque de pánico era infinito.

"Vamos, todo esta bien" intentó convencerse Nicolás, pero obviamente no lo creía.

Todo empeoró cuando recordó cuando Jaime lo había dejado y cuando se había enterado que lo habían violado. Cuando lo echaron de su edificio y cuando estuvo en la calle, pasando muchas necesidades.

"Nada estará bien" pensó el moreno convenciéndose de eso, mientras sentía como su corazón se aceleraba y comenzaba a transpirar frío.

De repente sintió como alguien lo abrazó y pudo tranquilizarse.

Iván.

-Nico, concéntrate en mí, estoy acá.-Dijo su ex novio todavía abrazándolo mientras acariciaba su espalda levemente.

-Y-Yo no puedo...

-Sí puedes.-Dijo su amigo tomándose un momento para luego seguir hablando.-Siempre puedes, Nico. Hazlo por mí, intenta respirar.

Nicolás intentó varias veces para que luego en una de esas veces pudiera respirar, causando que se relajara y respirara tranquilamente.

-Eso, muy bien.-Dijo Iván separándose del abrazo para mirarlo a los ojos.-Inhala, exhala.

El moreno hizo lo que dijo, y el ataque de pánico ya se había desvanecido por completo.

-Bien.-Dijo su ex novio, quien se notaba que estaba muy preocupado por él.-De verdad agradezco que ese doctor me haya dado esta wea de reloj para saber cuando te dan tus ataques.

-No es un reloj, es para saber como va mi corazón.-Dijo Nicolás con una ligera sonrisa, sintiendo como su corazón volvía a su normalidad.-Viniste corriendo.

-Claro que sí.-Dijo su amigo con una pausa.-Soy tu amigo y ex novio, tengo que cuidarte.

-Gracias.-Dijo el moreno volviendo a abrazarlo, esta vez completamente agradecido.

Se separaron y se miraron un par de segundos.

-Quieres pasar a la compañía o algo?.-Preguntó Iván, algo interesado.-Conociéndote, no debes estar trabajando.

Nicolás sonrió levemente y lo pensó.

Para qué ver como su novio seguía coqueteando con Castiel? Suficiente por hoy.

-Esta bien.-Dijo el pequeño moreno caminando hacia la compañía de Iván con este a su lado.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora