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POV Omnisciente

Nicolás y Jaime habían vuelto hace dos semanas y todo estaba normal y feliz. El moreno, ya que el enojón le había insistido esas dos semanas, volvió a trabajar para este, claro que con una condición.

-Si ese weón de Adam o cualquier otro weón o weona te coquetea, te juro que no te hablo por un mes.-Le había dicho Nicolás observándolo con atención.-Nada de que "es mi amigo" o "es mi trabajador no más", entendiste?

El enojón sonrió y asintió.

-Lo entiendo.-Dijo Jaime aceptando aquello.-Nada de maracas o maracos, resumiendo.

Nicolás lo pensó varios segundos y habló.

-Bien, sí entendiste.-Dijo el moreno, notando como el anillo de Francisco ya no estaba en su mano y en reemplazo estaba el de Jaime.

Ese día había empezado bastante normal. Despertarse por los besos de Jaime en toda su cara, este y él bañándose mientras que Jaime lo provocaba, después llegar a su piso y hablar con este último entretanto que el enojón no se quería separar de él y luego de eso, finalmente trabajar.

El moreno, antes de ir a almorzar, fue al penúltimo piso, ya que tenía que hablar con unos compañeros suyos ahí. Cuando bajó, notó como no había nadie, o al menos eso creía, recorrió un poco el lugar hasta que escuchó como alguien se quejaba en una de las oficinas, causando que Nicolás frunciera el ceño y fuera a ver quién era y qué le había pasado. Abrió la puerta y notó como había un hombre atado a una silla y también encadenado. Este se notaba muy golpeado y el "desconocido" lo miró.

Él era quién lo había violado.

-Oye, sácame de acá!...

No alcanzó a escuchar nada más, ya que salió de la oficina de inmediato y la cerró. Se quedó inmóvil un poco, sabiendo que Jaime tenía que ver con todo eso.

Volvió al ascensor y apretó el botón de su piso. Obviamente llegó altiro y colocó su tarjeta de acceso en el sensor y las puertas se abrieron de inmediato. Fue directo a la oficina de su novio y entró sin tocar la puerta ni nada.

El enojón lo observó por varios segundos y sonrió levemente.

-Hola amor.-Dijo Jaime todavía observándolo para luego mirar el Notebook.-Qué pasa? Ya tenemos que ir a almorzar?

-No, no es eso.-Dijo Nicolás acercándose a él, con una pausa.-Fui al penúltimo piso para hablar de unas cosas de la empresa con unos compañeros.

-Si? Y qué pasó?.-Preguntó el enojón bastante interesado en lo que decía su novio.

-No había nadie.-Dijo el moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-O al menos eso creí al principio.

-Eh, al principio? Había alguien ahí?.-Cuestionó el señor Navarro mirándolo por un par de segundos para luego mirar la pantalla del Notebook.

-Sí.-Respondió el pequeño moreno con una pausa.-Quieres saber quién era?

-Claro, dime.-Dijo el jefe de Nicolás todavía mirando el Notebook.

-El que me violó, con mucha sangre y encadenado en una de las oficinas.-Dijo el pequeño secretario, viendo como su novio se tensaba y lo miraba fijamente.-Algo que decir al respecto?

-Averigüé quien era y yo en verdad no quería que saliera ileso por lo que te hizo, entonces...

-Llamaste algunos de tus contactos y lo secuestraron.-Dijo el secretario de Jaime adivinando lo que iba a decir.

-No vas a terminar conmigo?...

-No, claro que no.-Dijo Nicolás con una pausa.-En eso somos iguales, los dos queremos venganza, solo quiero saber algo.

-Dime.-Dijo Jaime algo sorprendido por la reacción de Nicolás.

-No tiene familia o alguien que lo extrañará?.-Preguntó el moreno de repente, causando que Jaime lo observaba.

-No, nadie, ni siquiera tiene vecinos porque vive en moteles y en donde trabajaba, se le conocía por desaparecer siempre.-Respondió el enojón. Era obvio que había averiguado todas esas cosas.

-Bien.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Igual tus contactos deberían cambiarlo de lugar, qué pasa si algunos de mis compañeros van a...

Notó como Jaime lo miraba, causando que entendiera.

-Todos saben, cierto?.-Preguntó el pequeño secretario, no sabiendo como no se había dado cuenta.

-Te iba a decir pero...

-No importa, entiendo.-Dijo el secretario de Jaime con una pausa.-Nada más de secuestros a mis espaldas, si?

Jaime se rió y asintió.

-Hasta Manuel sabe?.-Preguntó Nicolás, no pudiendo creer que nadie le hubiera dicho.

-Quién crees que le dio la última golpiza?.-Cuestionó Jaime con una sonrisa divertida. Ese tipo había sido su desahogo cuando no estaba con Nicolás.

-Y en algún momento lo liberaras?.-Preguntó el moreno, ya recibiendo una respuesta.

-No lo sé, tú crees que él vaya donde los pacos a contarles?.-Preguntó el enojón observándolo por varios segundos.

-No sé, pero si decides liberarlo en algún momento, tenemos muchos testigos de que no fue así.-Dijo el pequeño moreno mirando a Jaime para luego sentarse en sus piernas.-Mi mafioso.

-Te gustaría, no? Acaso tienes algún fetiche por los malos?.-Preguntó el señor Navarro con una leve sonrisa, observándolo.

-Puede ser.-Dijo el pequeño secretario tomándose un momento para luego seguir hablando.-Sería sexy verte con un arma.

Jaime lo observó por unos segundos para luego colocar su mano en el trasero de Nicolás, causando que este enarcara una ceja.

-Con traje, un arma y esos sombreros que siempre usan en las películas.-Dijo el secretario de Jaime con una pausa.-Ya tienes el traje, te faltan dos.

El moreno mordió un poco su labio, imaginándose a Jaime así. Puede que en otra vida lo haya sido.

Jaime solo lo observó por varios segundos para luego besarlo en un ritmo intenso y lento, sintiendo como su novio le correspondía de inmediato, sin ni siquiera pensarlo dos veces.

Cuando se separaron de aquél beso, Jaime solo le sonrió.

-Mi pequeño a quien le gusta los malos.-Murmuró el jefe de Nicolás acariciando la mejilla de este, notando como cerraba los ojos, ya que se había relajado por las caricias que le estaba proporcionando.

-Mientras no seas malo como Negan y me quieras matar con Lucille, todo bien.-Dijo Nicolás con una pausa, de repente abriendo los ojos.-Aunque él igual me gusta, que me pegue con Lucille cuando quiera.

-Algún día sabré todos tus fetiches.-Dijo el jefe de Kindred Spirits con una leve sonrisa.-Y cuando los sepa, podría cumplir alguno.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora