27.-

1K 140 40
                                    

POV Omnisciente

Nicolás ya llevaba una semana en el hotel. Su celular estaba completamente apagado, ni siquiera lo había encendido una vez. El moreno había salido del hotel para comprar unas cosas que necesitaba cuando vio a Jaime a lo lejos. Este se veía cansado, ojeroso, con los ojos hinchados y pálido. Este estaba mostrando una foto suya, causando que Nicolás supiera que le estaba preguntando a la gente si lo había visto.

Una señora que había pasado al lado suyo miró la foto y lo apuntó, causando que se alarmara de inmediato. El enojón lo miró y parecía que volvió a la vida cuando lo hizo. Le agradeció a la señora y fue corriendo hacia él, causando que Nicolás se pusiera en marcha y se devolviera rápidamente a su hotel. Apenas dio un paso en este, Jaime lo abrazó fuertemente por atrás.

-Cariño, de verdad me quieres matar.-Dijo Jaime con una voz completamente débil, casi en un murmuro.-Creí que te había pasado algo.-Se volvió a tomar una pausa.-De verdad lo lamento, no debí haber hecho eso, creí que sería "romántico" o algo así revivir el primer día que nos conocimos, nunca lo volveré a hacer. Sé que tal vez no quieres casarte conmigo después de eso, o mejor dicho, no sé si te quieres casar, pero no me importa, solo quiero que no estés lejos de mí.

El moreno se giró y lo miró un par de segundos a los ojos para después besarlo en los labios, sintiendo como este le correspondía de inmediato. Estuvieron varios minutos así, hasta que se separaron.

-Jaime, sobre casarnos, yo no sé...

Jaime lo calló con un leve beso en los labios.

-No importa, si? En verdad.-Dijo el recién nombrado con una leve sonrisa, solo queriendo estar bien con Nicolás.-Solo quiero estar contigo para siempre.

-Yo también, Jaime.-Dijo Nicolás con una ligera sonrisa, agradeciendo que su novio se lo haya tomado así.

El enojón sacó el anillo de su bolsillo y se lo colocó.

-Al menos será un regalo.-Dijo Jaime, de verdad no importándole si su novio no quería casarse.

-No es un no por siempre.-Dijo el moreno siendo sincero con él.-Es solo que esperemos un poco para ver como están las cosas.

-Esta bien, entonces cuando pase eso, te lo preguntaré directamente.-Dijo el enojón ya aprendiendo la lección.

-Entiendo la intención.-Dijo el pequeño moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-De verdad, y si no me hubieras asustado tanto, hubiera sido perfecto. Creí que todo había sido un sueño o algo así, y creí que tú me habías olvidado.

-Nunca te olvidaría.-Dijo el señor Navarro acariciando su mejilla por unos segundos.-Y si por las casualidades de la vida lo hiciera, me volvería a enamorar de ti.

-Igual prefiero que me sigas recordando.-Dijo el pequeño secretario con una pausa.-No sería bonito obligarte a que te enamores de mí.

-Cuando me enamoré de ti, tú no hiciste nada, solo ser tú mismo.-Dijo el jefe de Nicolás con una ligera sonrisa.

-Cuando te diste cuenta de que estabas enamorado de mí?.-Preguntó el secretario de Jaime muy curioso.

-Desde que nos conocimos.-Respondió el jefe de Kindred Spirits, notando como el moreno no le creía.

-Espera, estamos hablando en serio.-Dijo Nicolás mirándolo directamente a los ojos.

-Nico, desde ese día estuve totalmente flechado.-Dijo Jaime siendo sincero con su novio.-Por qué crees que escribí perfecto abajo de tu nombre?

-Perfecto para el trabajo?.-Cuestionó el moreno, observándolo detenidamente.

-Escribí perfecto, porque lo eres, cariño. Eres perfecto para el trabajo y perfecto para mí.-Contestó el enojón con una leve sonrisa.

Nicolás lo miró unos segundos y le dio un pequeño beso en los labios.

-Vámonos a casa, amor.-Dijo el señor Navarro tomándose un momento para luego seguir hablando.-Anda a buscar tus cosas, yo te esperaré aquí.

Nicolás asintió y le volvió a dar otro leve beso en la boca para luego ir rápidamente a su habitación.

Cuando volvió, a los pocos minutos, Nicolás le pasó una llave de la habitación a la recepcionista y vio como Jaime hablaba con alguien por celular mientras observaba fijamente a alguien que trabajaba en el hotel. Cuando se acercó a él, escuchó un poco.

-Cuando lo tengan, hagan lo que quieran, pero no lo dejen ir.-Dijo el jefe de Nicolás girándose un poco y viendo a su novio.-Después hablamos.

-Sabes que sonaste como mafioso?.-Preguntó el pequeño moreno con una sonrisa divertida, dándole un pequeño beso en los labios para luego tomar su mano.

Jaime le quitó la mochila y la llevó él.

-Ese era el plan.-Respondió el jefe de Kindred Spirits con una leve sonrisa para luego salir del hotel junto a su novio.-Tengo mi auto cerca de acá.

Nicolás asintió y lo observó por unos segundos.

-Eh, cuáles son las probabilidades de que Manuel me golpee cuando me vea?.-Preguntó Nicolás de repente, causando que el enojón lo mirara.

-No lo sé, pero créeme que no le contaré que te encontré, va a pasar todo el día dándote un sermón de que no debiste desaparecer.-Dijo Jaime siendo honesto con él.

-Y también se va a morir cuando le diga que esperaremos un poco para casarnos, si es que todavía queremos en algún momento.-Dijo el moreno, ni queriendo imaginarse la reacción de su mejor amigo. Pensaba en esta y ya le daba miedo.

-Oh, ahí nos va a matar a los dos.-Dijo el enojón, no queriendo ni ver a su amigo.-Si mejor escapamos del país?

-Nos va a encontrar de igual manera, recuerda que es shipper y psicópata, que en algunas ocasiones es lo mismo en realidad.-Dijo el pequeño moreno con una sonrisa divertida.

-Por favor que sus hijos no salgan shippers también.-Dijo el señor Navarro con una ligera sonrisa.-Te los imaginas inventando nombres para parejas? Manuel estaría tan orgulloso.

-Y Edgar estaría pensando: dos mini Manu's más.-Dijo el pequeño secretario imaginándose aquello.-Y tendría que seguirles el juego no más.

Cuando llegaron al auto, el enojón acorraló a su novio contra este, tomándolo por sorpresa.

-Te amo.-Dijo Jaime de repente, causando que el moreno sonriera.

-Yo también te amo, Jaime.-Dijo Nicolás para luego besarlo, sabiendo que esa semana había extrañado aquello.

Liebe (Jainico) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora