Liebe (Jainico)

36.-

POV Omnisciente

-Entonces vivimos juntos?.-Preguntó Jaime observando su habitación para luego mirar al moreno.

Ya había pasado una semana desde el accidente y lo dieron de alta, así que el moreno lo llevó a la casa.

-Sí, vivimos juntos.-Respondió Nicolás, tomándose un momento para luego seguir hablando.-Si quieres puedo quedarme en otra parte, con Iván o...

-No te quedarás con tu ex novio.-Dijo el enojón con el ceño fruncido y con una pausa.-Vas a quedarte acá, conmigo.

-Entonces voy a ordenar una pieza para quedarme ahí.-Dijo el moreno dándose la vuelta para irse pero Jaime no lo dejó, causando que se girara.

-Por qué no quieres dormir conmigo?.-Preguntó el señor Navarro observándolo con atención.

-Jaime, no me recuerdas.-Dijo el pequeño moreno con una pausa.-Conoces un poco, casi nada de mí, solo sabes que fui tu novio antes del accidente. No quiero que hagas cosas que crees que debes hacer solo porque cuando me recuerdes, te arrepentirás.

-Nico, no quiero que las cosas sean así.-Dijo el jefe de Nicolás tomándose un momento para luego seguir hablando.-Sé que olvide todo de ti y de nuestra relación, pero saber que vas a dormir en otra habitación o en otra casa, no me gusta. No me gusta ese sentimiento cada vez que pienso que vas a estar lejos.

El moreno lo observó por unos segundos y realmente no sabía que hacer. Quería dormir con Jaime, pero sentía que se estaba aprovechando de él, de dormir en su cama y en su casa.

-Por favor, quédate.-Dijo el jefe de Kindred Spirits mirándolo fijamente a los ojos.

Bueno, al menos no había olvidado como hacer sus ojos de perrito triste.

-Esta bien, me quedaré.-Dijo el pequeño secretario, por fin aceptando, causando que el enojón estuviera muy feliz.-Pero si te sientes incómodo o algo...

No pudo seguir hablando, ya que su novio lo besó en los labios, en un ritmo lento. Nicolás se sorprendió al principio pero al final le correspondió el gesto de amor, causando que el enojón colocara su mano un poco más arriba de su trasero.

El moreno todavía no se podía acostumbrar a eso, de verdad que no. Era Jaime, claro, pero no era su Jaime. Ese enojón no lo conocía casi nada, pero sentía una gran atracción hacia él, cosa que sorprendía siempre a Nicolás.

-Me gusta besarte.-Dijo Jaime en un murmuro, mirándolo directamente a los ojos.-Y más cuando te robo los besos y te tomo por sorpresa.

-Me doy cuenta.-Dijo Nicolás con una ligera sonrisa, no atreviéndose a besar a su novio.

Jaime lo observó por unos segundos para luego darle un leve beso en los labios.

-Esas son croqueras? Dibujas?.-Preguntó el enojón, notando en el mueble de Nicolás muchas croqueras.

-Sí, dibujo.-Dijo el moreno tomándose un momento para luego seguir hablando.-Quieres ver algunas de las croqueras?

Jaime asintió y el moreno fue a su mueble y eligió algunas croqueras para luego ver como su novio estaba sentado en la cama, esperándolo. Nicolás se sentó al lado de él y le pasó las croqueras mientras veía como observaba los dibujos.

-Quién es ese culiao?.-Preguntó el señor Navarro con el ceño fruncido, apuntando a Dean.

-Ese es Dean Winchester, uno de tus socios.-Respondió el pequeño moreno, notando como Jaime lo miraba intensamente.

Jaime lo siguió mirando por varios segundos para luego seguir viendo los dibujos. Sonreía cuando veía todos los dibujos que Nicolás tenía de él.

-Era tu musa? Píntame como a una de tus chicas francesas, Nico.-Dijo el jefe del recién nombrado con una sonrisa divertida.

Luego de eso, comenzó a ver otra croquera, y el primer dibujo que había, era de él pero este era diferente, había un "te amo" abajo. Jaime lo observó por varios segundos mientras lo tocaba ligeramente. Se sentía raro, como si tuviera que recordar lo que significaba.

Y de repente, sí recordó algo.

"Nicolás le había regalado su croquera, y cuando la vio por la noche, vio el dibujo con el que descubrió los sentimientos del moreno. Sonrió cuando vio el dibujo mientras lo acariciaba ligeramente.

Prometió que nunca botaría ese dibujo y tampoco lo olvidaría."

Jaime miró a los ojos a Nicolás, pero no le contó aquello.

-Me gusta este dibujo.-Dijo Jaime, todavía mirándolo.

-Sí, a los dos nos encantaba ese dibujo.-Dijo Nicolás con una leve sonrisa nostálgica.

Siguió mirando los dibujos de Nicolás, y la mayoría eran de él, cosa que Jaime no entendía.

-Por qué tantos dibujos de mí?.-Preguntó el enojón de repente, causando que Nicolás lo mirara.

-Porque estaba enamorado de ti y todavía no me daba cuenta.-Respondió el moreno con una pausa.-De alguna manera u otra, siempre te terminaba dibujando a ti.

Jaime asintió y lo observó por varios segundos para después robarle un leve beso.

-Yo fui quien te besó primero o tú lo hiciste?.-Preguntó el señor Navarro de repente, para luego seguir viendo los dibujos de otra croquera.

-Yo fui quien te besó primero.-Contestó el pequeño moreno, siendo completamente sincero.

-Supongo que estuve muy feliz cuando lo hiciste.-Dijo el jefe de Nicolás, mirando por unos segundos a este.

-Bueno... no exactamente.-Dijo el pequeño secretario honestamente, causando que Jaime lo mirara con curiosidad.

-Por qué?.-Preguntó el jefe de Kindred Spirits algo confundido y curioso.

-Creíste que estaba jugando contigo.-Dijo el secretario del enojón con una pausa.-Te había dicho que te odiaba unos días antes y cuando te lo dije, me arrepentí y te pedí perdón varias veces, pero no me creíste. Entonces Manuel, en una fiesta, me convenció de que hablara contigo y que me declarara, claro que en el momento me coloqué nervioso y al final te besé no más. Me seguiste el beso, pero cuando nos separamos, dijiste que tenías otras cosas que hacer y te fuiste.

-Y como te dije el otro día, sé lo aweonao que puedo ser.-Dijo Jaime, sintiéndose molesto consigo mismo.-Supongo que después de eso, te busqué y te pedí perdón?

-Eh...

-Qué más hice?.-Preguntó el enojón, sabiendo lo que iba a decir su novio.

-Bueno, al día siguiente llegaste gritándome de por qué no podía contestar tus llamadas y mensajes y te dije que tenía apagado mi celular no más. Luego de eso, te dije que Evelyn estaba en tu oficina y me dijiste que si tenía algún problema, me podía ir, entonces renuncié.-Respondió Nicolás, siendo honesto con su pareja.-Y después de eso, me fuiste a buscar y me pediste perdón, ya que se me había olvidado mi croquera y justo habías visto el dibujo que decía te amo.

Jaime lo miró para luego hablar.

-Lo siento, cariño.-Dijo el señor Navarro sinceramente, sintiéndose mal por eso.

-Ya no importa, Jaime.-Dijo el moreno, diciendo la verdad.-Pasó hace mucho.

El enojón lo observó por varios segundos para luego besarlo.