#5

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Kurt salió corriendo de su habitación, arreglándose en cabello, ya que el timbre de la casa sonaba.

No estaba esperando a nadie. Noah y Quinn estaba en su aniversario, y no regresarían hasta más tarde.

— ¡Ya voy! ¡Voy! —bufo.

Cuando abrió la puerta vio un ramo de rosas azules. ¿Qué?

— ¿Kurt Hummel? —dijo una voz detrás de las flores.

— S-si.... soy yo... —tartamudeo. ¿Por qué sus mejillas estaban sonrojadas?

— Firme aquí por favor —el repartidor le entrego unos papeles y un lapicero. Kurt tomó el lapicero con las manos temblorosas y puso su firma ahí.

— Pe-pero quien le las mando... —dijo cuando termino de firmar.

— No puedo decirlo... lo siento, pero creo que hay una tarjeta ahí. Adiós —el chico se fue dejando al omega confundido y algo ansioso. Nadie en su vida le habían dado unas rosas, y no sabia como sentirse.

Tomo las rosas, cerró la puerta con su pie ya que las rosas eran grandes, después las puso en la mesa y comenzó a buscar en ellas para encontrar la tarjeta que le diga quien las envío.

Empezó a tantear las rosas y después de unos segundos su mano toco algo, la saco y era una tarjeta blanca, esta tenía escrito algo.

"Estoy feliz te haberte conocido❤️"
B.A

Sonrío sin darse cuenta, una simple tarjeta hizo a él y a su omega interior chillar de la emoción, su omega le obligaba a ir a investigar que alfa había hecho todo esto.

Dejó la tarjeta de nuevo es las flores y fue a buscar un florero para ponerlas en agua y después llevarlas a su habitación.

Justamente al bajar al último escalón sintió una presión en la parte baja de su espalda, empezó a sentir calor y empezó a sudar un poco, segundos después sintió como su entrada lubricaba.

Oh no

Su celo

Esto no estaba bien.

Empezó a jadear y la sensación de sentirse lleno de repente inundó su cuerpo. Justamente fue en ese momento la puerta se abrió y el olor a alfa lo hizo gruñir y gemir al mismo tiempo.

Noah y Quinn entraron por la puerta y ambos les llego un olor dulce y a la vez exquisito. Más a parte gruñidos y gemidos casi inaudibles.

— ¿Kurt? Tú celo... —él omega alzó su vista dejando ver sus ojos obscurecidos al igual que sus colmillos habían aparecido. Entró en pánico y entonces se levanto del suelo.

— Me voy —salió de la casa corriendo ignorando las voces de Noah y Quinn, sus lágrimas no tardaron en aparecer, esta es la primera vez que le pasa y se siente de lo peor.

Ya en su forma de lobo llegó al bosque y se tiro al piso, retorciéndose y con las ganas de sentirse lleno. Cambió a su forma humana y se acurrucó en un lugar un poco oculto y empezó a retorcerse y empieza a rasguñarse a sí mismo.

Dolía, dolía como la mierda y así tenía que estar por dos días.

Se sentía húmedo y pegajoso y entrada lubricaba bastante y no tenía nada con que saciarse.

Intentó tranquilizarse y después empezó a tocarse el mismo. No era nada malo ¿verdad? Es su cuerpo y puede tocarse cuando él quiera.

Bajo sus manos a sus pezones y los rozó con la punta de sus dedos pulgares, los apretó y de su labios salió un jadeo. Después sus manos bajaron por su abdomen hasta llegar a su endurecido miembro que estaba cubierto por el líquido pre-seminal lo agarro con sus pequeñas manos y empezó a hace movimientos de arriba a abajo.

Con su otra mano libre jugó con sus pezones erectos nuevamente apretándolos y girándolos en su dedo pulgar en índice.

Con un grito que hizo eco en el bosque de corrió manchando su abdomen y parte de su mano.

Pero aún así no era suficiente, sentía su entrada se contraía y cada vez segregaba más lubricante. Su miembro seguía erecto aún.

Necesitaba algo para tenerlo dentro suyo. Lo que sea. Entonces una idea surgió en su cabeza. ¿Se sentiría bien?

Se puso de costado y abrió sus piernas, bajo su mano a su entrada que se contraía y sin pensarlo metió un dedo dentro suyo. Gimió alto y empezó a moverlo después agregó otro dedo.

Sin siquiera darse cuenta ya tenía cuatro dedos dentro suyo y de sus labios salían gemidos altos. Sus mejillas estaba sonrojadas y su cuerpo lo sentía pegajoso y sudado.

El placer se duplicó al momento en el que su mano envolvió su pene otra vez y su mano se movía frenéticamente.

Llego a su segundo orgasmo y segundos después cayó en los brazos del Morfeo

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora