#55

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— ¿Te duele mucho? —le Omega decide preguntar

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— ¿Te duele mucho? —le Omega decide preguntar. Ayuda a su Alfa a sentarse bien en la camilla y acomoda la almohada en su espalda.

— La verdad no mucho, estoy curándome rápido —Blaine sonríe transmitiendo confianza a su pareja.

Kurt corresponde su sonrisa — Mañana en la mañana podremos irnos. Él doctor ha entrado a revisarte cuando dormías, me dijo que ya estabas mucho mejor y que mañana te darán de alta.

— Eso está perfecto, ya no tengo deseos de estar aquí. Me siento encerrado y hostigado —hace una mueca y suspira — Y tú vendrás conmigo, ¿verdad? —Blaine lo mira preocupado.

— Por supuesto, Alfa, por supuesto —el Omega sonríe y acaricia la mejilla del mayor con sus manos.

— Y después nos casaremos.

Y Kurt sentía que sus ojos volvía a llenarse de lágrimas — Si, Alfa. Nos casaremos después —toma las manos del mayor con fuerza.

— ¿En donde deseas que sea la boda?

— En la playa, siempre he deseado casarme en la playa.

Blaine asiente, mirando con adoración a su Omega — Claro, amor. En la playa será... —el Alfa mira las manos, frunce el ceño — No hay anillo...

El Omega mira sus manos — No hay anillo... —repite.

— Te compraré uno cuando salgamos de todo esto. Me acompañaras y lo elegirás.

— Se supone que tiene que ser sorpresa... —el Omega ríe un poco.

— Mm, es una sorpresa ya no tan sorpresa...

El Omega ríe divertido — Eres tan tonto, Blaine —se pone de puntitas para abrazar con fuerza a Blaine siendo correspondido al instante. Inhalando el aroma suave y tranquilo que el mayor estaba desprendiendo y que lo hacía ronronear.

— Se que ya te lo he dicho, pero estoy tan enamorado de ti. Y se que quiero tenerte en mi vida para siempre.

Kurt se aferra más a Blaine y deja un pequeño beso en su cuello — Eres tan romántico y curso, pero, yo siento lo mismo. Desde que nos conocimos supe que eras mi Alfa. Mi Omega lo sintió. Te amé siempre.

— Yo quería tomarte ahí mismo. Es que te veías tan hermoso y débil —ambos ríen y el Omega se sonroja hasta las orejas — Pero de alguna forma logré controlarme, y ahora puedo decirte que te amo más de lo que llegué a imaginar.

Y se miran a los ojos, con tanta adoración, cariño y amor que parecía irreal y que de verdad parecía un sueño.

Y es que ambos tuvieron una conexión inmediata que sorprendieron a todos e incluso a ellos mismos.

Uno demasiado ocupado en su trabajo y teniendo un problema llamado Sebastián, y el otro sufriendo y demasiado roto y destrozado, con la mentalidad de que ningún Alfa se acercaría a él.

Kurt juraría que nadie creería esto si cuenta toda esta historia. Que casi parecía ser sacada de un cuento de hadas. Probablemente se reirán de él y le dirían mentiroso. Pero entonces él les mostraría la mordida de su Alfa en su cuello, con su pancita llena de los cachorros de su Alfa y por supuesto el anillo en su dedo anular. Eso definitivamente les cerraría la boca y no estaría más que satisfecho.

— También te amo, Blaine. Más de lo que pensé.

Y justo cuando iban a besarse, la puerta de aquella habitación se abrió de manera estruendosa que logró sobresaltar a ambos.
Miraron hacia la puerta y Lily estaba ahí, se encontraba nerviosa, con la respiración agitada y un poco pálida y liberando feromonas fuertes de miedo.

El Alfa la mira, frunciendo el ceño — Lily, ¿qué pasa? ¿Por qué has entrado así?

La Omega toma varias profundas respiraciones y después libera todo el aire contenido en sus pulmones — Sebastián está aquí...

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora