#2

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Tiene que salir de ahí lo más antes posible. Antes de que llegue la noche. Ya no quiere ser el juguete de nadie.

Tiene una pequeña mochila color rosa pastel con brillitos, donde había metido algo de ropa y todas sus fotos de sus padres que tenía escondidas por ahí. Se había puesto unos skinny jeans negros, una camisa blanca algo larga y sus vans blancos. Su cabello estaba alborotado y sus ojos azules, cristalizados, rojos e hinchados por todas las lágrimas que había estado derramando por la noche anterior.

Se acercó a una ventana y trepó por las ramas del árbol gigante que estaba ahí, después brinco hasta pisar el pasto. La casa donde había estado viviendo, estaba en medio del bosque y la cuidad estaba a una hora de ahí. Solo tenía que correr e ir a la casa de su mejor amigo y pedir que le deje dormir.

Bien podía haber hecho eso desde hace mucho. Y lo hizo, pero siempre era atrapado y castigado de la peor manera.

Aún no podía salir, ya que alrededor de la casa había cercas con púas, pero si rodeaba la casa había pequeña puerta que estaba bajo llave, y sabía dónde estaba esa llave.

A veces pensaba que sus tías eran unas tontas y estupidas, donde la llave la escondían bajo tierra a lado de un árbol. Donde cualquiera puede pasar y ver fácilmente.

Tomo aquella llave dorada y cubierta con algo de tierra seca, pero cuando la puerta se abrió, unas alarmas sonaron en toda la casa.

El corazón del omega se aceleró al escuchar, pero no espero más, corrió y corro lo más que pudo, en el transcurso, se había trasformado en un hermoso lobo blanco, su pelaje suave como la seda y brillante. Unas adorables orejitas esponjosas y su colita larga y esponjosa igual.

Soltó un chillido lastimero cuando una de sus patas traseras choco con una piedra y salió rodando hasta que su espalda choco con un árbol.

Ya en su forma humana, sus ojos cristalizados nuevamente y calientes lágrimas bajando por sus mejillas, perdiéndose por las comisura de sus labios. Estaba lo suficientemente alejado de la casa donde ya jamás iba a volver. El hueso de su pie estaba fuera de lugar, y ¡joder! Como dolía. Con todo el dolor del mundo, llevo ambas manos a su pie, y simplemente acomodo su hueso, dejando un grito desgarrador seguido de un sollozo salieras de sus labios. Solo había quedado una hinchazón en ese lugar.

Toda su vida era una mierda.

¿Quién lo iba a salvar ahora?

Todo el bosque estaba obscuro, totalmente obscuro, podía escuchar a los búhos chuchear. La brisa del viento golpeaban en los árboles haciendo que algunas ramas se muevan y crujan. Su única compañera era la luna, grande y brillante. Hermosa.

Estaba comenzando a apestar de miedo. Y eso no era bueno.

Genial

Estaba en medio del bosque, solo. Donde seguramente será comido por los lobos, lo cual es irónico por qué también es un lobo, o puede que sea comido y devorado por los osos.

Se acurrucó en una esquina de un árbol, se hizo bolita, dejando que nuevas lágrimas caigan por sus mejillas. Temblando por el frío que se posaba en pequeño cuerpo.

Poco a poco se quedo dormido.

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora