#21

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Debió de haberlo presentido desde hace mucho

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Debió de haberlo presentido desde hace mucho. Pero ahora era tarde y no sabía que hacer.

Kurt y Blaine estaban platicando animadamente hasta que Kurt sintió un calor atravesar todo su cuerpo. Hizo una mueca y su respiración empezaba a agitarse, al igual que en su frente habían aparecido pequeñas gotas de sudor. Y su olor empezaba a endulzarse e imposible de ignorar.

Había entrado en celo.

Había un Alfa en su casa. Pero claramente no era cualquier Alfa, era su Alfa.

Cuando el olor llegó a las fosas nasales de Blaine, no pudo evitar soltar un gruñido, al igual que su parte baja empezaba a endurecerse. Su Alfa interior estaba empezando a gruñir y mandando órdenes a su cerebro para poseer al Omega en celo que estaba delante suyo. Se contuvo y suspiro profundo y exhalo el aire.

— B-Blaine... —escucho la voz del Omega. Gruño por segunda vez.

— Blaine por favor...—sintió un peso en su regazo y se tenso. Puso las manos en las caderas del menor y trato de alejarlo, pero al hacerlo el de ojos azules puso resistencia. Y es que no quería que el Alfa se fuera.

— No, basta. Tengo que irme —puso más fuerza y pudo apartar al Omega de su cuerpo dejando una sensación de vacío y frío.

Blaine por favor. Te necesito, no te vayas, Alfa —el Omega de Kurt estaba hablando por el. Cegado totalmente.

El Alfa lo ignoro y saco su celular de su bolsillo del pantalón. Marco el número de su amigo, el único que podría ayudarle y decirle que hacer. Al segundo pitido Noah contestó.

¿Hola? ¿Blaine? —la voz del chico parecía como si acabara de despertar.

— Hola. Perdón por llamarte temprano, pero... —se podían escuchar los lloriqueos del Omega y el aroma intensificándose. Y Blaine de verdad que estaba tratando de controlarse.

¿Estás bien Blaine, que está pasando? —la voz de su amigo se oía preocupada.

— Si, yo... estoy bien, pero... —sintió algo caer sobre su cabeza. Frunció el ceño y tomo lo que le había caído encima, y cuando vio lo que era, sus ojo se abrieron como platos y lo único que pudo hacer fue voltear.

Mala idea, sus ojos dieron un destello rojo y sus pupilas se dilataron al ver aquella imagen tan candente. Y es que el Omega estaba en el sillón acostado, totalmente desnudo, mientras se acariciaba sus pezones y de sus labios rojos se le escapaban pequeños suspiros y jadeos.

Eso fue suficiente para que el Alfa se calentara aún más y crezca en él el deseo de poseer, hacer suyo y marcar al Omega.

¿Blaine, sigues ahí amigo? —la voz de amigo lo saco de sus pensamientos.

— No, no estoy bien. Kurt entró el celo —gruño cuando escucho al Omega gemir su nombre. A este paso el Alfa estaba empezando a desesperarse y sus manos empezaron a hormiguear, ansiosas de tocar el cuerpo del Omega. Estaba a punto de mandar a la mierda todo, y solo pensaba en las mil maneras en follar al Omega.

¿Que? —fue lo único que escucho por parte del Alfa al otro lado de la línea.

— Si, si. Kurt entro en celo y no se que hacer.

— ¡Oh Blaine! —ese gran gemido le indicó al Alfa que el Omega ya había llegado a su primer orgasmo.

Dio un gruñido bastante alto y, no aguanto más y solo salió de la casa y así pudo respirar el aire fresco y a tierra mojada, cabe recalcar que seguía lloviendo y el olor del Omega que todavía se podía oler a kilómetros de distancia, se mezclaba.

De acuerdo, bien —suspiro su amigo, se imagina que Noah debió de escuchar aquel sonido — Llévalo a su habitación y enciérralo.

— ¿Estás escuchando lo que me estás pidiendo? —preguntó incrédulo — No lo haré. Si lo toco se que no voy a poder contenerme —dijo. Y si, una vez que lo toque, y aún más si está desnudo no podrá contenerse más y terminará haciéndole cosas que está seguro que se arrepentirá.

Se que podrás hacerlo. Te ayudaría, pero no puedo en estos momentos —explicó el Alfa.

— Noah, entiende. No quiero hacerlo...

Tienes que hacerlo. Escucha, en su armario hay una caja rosada que dice su nombre y en su interior hay varios juguetes que él puede usar. Sol tienes que llevarlo a la habitación, encerrarlo y darle los juguetes y ya. No es tan difícil —si claro. Es fácil para Noah decirlo y pensarlo. Pero muy difícil para Blaine pensarlo y hacerlo.

— Noah yo no...

Oye, amigo, tengo que irme ahora. Pero nos veremos mañana, haz lo que te dije y no haga nada más, solo sal de ahí en cuanto lo encierres —y sin más su amigo cortó la llamada.

Blaine se le quedo mirando al aparto como si este fuera a darle una solución y una respuesta.

Suspiro y se armó de valor para volver a entrar y volverse a embriagar con el dulce olor del Omega.

Se acercó a pasos lentos y vio que, afortunadamente, el Omega se encontraba dormido. Suspiro, eso haría de su trabajo mucho más fácil. Tomo al menor en brazos y camino hacia las escaleras y subirlas con cuidado de no tropezar.

Cuando por fin llego arriba abrió la puerta de la habitación del menor y lo dejo en la cama, lo arropó bien, y como su amigo dijo, camino al armario y saco una caja rosada que solo decía Kurt en letras cursivas y de color púrpura.

Volvió a la cama y solo dejó la caja en la cama del menor.

Suspiro y sonrío. — No fue tan difícil —se dijo a si mismo.

Estaba dispuesto a salir, pero la voz de Kurt lo hizo parar en seco.

— B-Blaine...

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora