Alpha&Omega • OMEGAVERSE •

#18

Capitulo dedicado a:

@T5tM0y4

@RitaBlackWidow

@Holiananeko

@iRoss14

@ximenavaldezg

De verdad muchas gracias a ustedes por estar aquí leyéndome y votando y que le guste la histeria. Los quiero mucho mucho

— ¡Corre más rápido Blaine! —le grito Kurt al lobo.

Ambos se dirigían al bosque, en donde pasarían juntos la Luna Llena. Tenían planeado subirse a un mirador y aullar juntos.

Eso es lo que hacían las parejas destinadas.

Aullar a la Luna.

— ¡Ya voy, espérame! —gritó de vuelta. Kurt paró de correr y camino hacia Blaine, lamió su cara y se sentó sobre su trasero.

— Dios Blaine, no pareces Alfa, yo pensé que yo me iba a cansar primero. Pero me equivoqué —río y el lobo negro gruño.

— No me retes —advirtió.

El Omega rodó los ojos y lo miro a los ojos — Vamos ya, tengo muchas ganas de aullar —apuro emocionado.

De nuevo ambos comenzaron a correr, llegaron por fin al bosque y pararon un momento.

Ahora fue Kurt quien se canso.

Blaine rio y Kurt gruño lanzándose sobre el y gruñirle muy cerca de su cara lobuna. Sus ojos brillaron de uno azul fuerte realmente hermoso.

— No te burles —dijo entre dientes mostrándole sus colmillos.

— No lo hago —dijo inocente.

Kurt se retiró de encima de el y empezó a caminar, Blaine troto hasta estar a lado de el, pego cuerpo al de el y lo escucho ronronear.

— Ya lo siento. Era solo una broma —froto su hocico en su cuello e inhalo el dulce aroma que el Omega desprendía.

— Está bien —susurró Kurt.

El Alfa suspiro de alivio. Por un momento pensó que el Omega iba a enojarse con el. Y no quería eso. No ahora que estaba cortejándolo.

Cuando menos lo pensaron, manos ya estaban frente al mirador, donde la Luna se podía admirar perfectamente. La Luna era hermosa sin duda alguna.

Se sentaron frente a ella y se le quedaron mirando fijamente.

Blaine miró a Kurt y se le quedo mirando por un buen rato. Admirando su hermoso y delicado perfil. Era increíblemente hermoso y no podía creer que estaba cortejando a este hermoso Ángel. Por qué si, Kurt era el más hermoso ángel de todo el mundo.

Kurt sintió una mirada sobre el. Giró su cabeza y se dio cuenta de que el Alfa lo estaba viendo. El alfa se acercó a él hasta estar bien juntos. No querían separarse para nada.

Blaine volvió a mirar al Omega — ¿Vamos a aullar juntos? —le preguntó con ilusión.

— Si, claro. Ya te lo dije. Quiero que lo hagamos juntos —lo miró.

Entonces solo ambos se pusieron frente a frente y se acercaron un poco más. El primero en aullar fue Blaine.

El Omega lo miró con admiración. El lo siguió segundos después.

Ambos aullidos se sincronizaron al igual que todo lo demás desapareció. Solo eran ellos dos, nada ni nadie podía arruinar esto.

¿Verdad?

(...)

Ahora ambos estaban brincando por ahí. Jugando y mordiéndose juguetonamente. Ambos estaban divirtiéndose, riéndose y platicando.

La mejor Luna Llena que jamás han tenido.

Fue cuando ambos escucharon un aullido muy cerca de donde ellos estaban. Un aullido desconocido por parte de Blaine, pero muy reconocido por Kurt.

El pánico empezó a inundar el cuerpo del omega. Parando totalmente lo que estaba haciendo.

El Alfa lo miró confundido — ¿Kurt?.

Él Omega no lo miraba. No respondió a su llamado. Estaba asustado. Muy muy asustado.

— ¿Kurt? —volvió a llamarlo pero de nuevo obtuvo respuestas.

Así que intento de nuevo — Kurt... —gruño y uso un poco su voz de Alfa.

Eso hizo lograr que el Omega reaccionará.

— Blaine, vámonos. Por favor. Vámonos —suplico con la voz temblorosa.

— ¿Qué, por qué? ¿Qué pasa? —preguntó.

— No dejes que me vean. Por favor. Vámonos —sollozó.

— ¿Qué dices? ¿Quiénes no quieres que te vean? —no entendía nada. No sabía que estaba pasando y no sabía por qué Kurt estaba así de desesperado.

— No... Vámonos por favor —le volvió a rogar.

— Esta bien, está bien... —ambos comenzaron a caminar. Estaban dispuestos a irse, pero escucharon un ruido entre los árboles.

El Alfa se volteó y Kurt se quedó detrás de él.

De pronto, un lobo negro, o mejor dicho una loba negra apareció entre los arbustos. A cada lado de ella habían otros dos lobas grises.

Blaine asumió que la de en medio era la líder. Puso todos sus sentidos alerta y gruño, poniéndose en posición, de ataque. Listo.

La vista de la loba negra se fijó en el Omega detrás de Blaine, apestaba a temor y miedo.

— Venimos por él Omega —dijo la Alfa.