Alpha&Omega • OMEGAVERSE •

#1

Sentía las manos ásperas del alfa que toqueteaba su cuerpo sin pudor alguno. El olor a alcohol y tabaco inundaban la habitación.

Las lágrimas y los gritos desgarradores salían de sus labios, queriendo que esto sea un sueño.

Repetía una y otra vez que el alfa se detuviera, que lo estaba lastimando. No sentía su cuerpo, solo se podían escuchar los gruñidos del asqueroso alfa.

Ese alfa lo estaba profanando en su interior sin piedad alguno. Sin importarle si lastimaba al omega o no.

Sentía la sangre acariciando sus muslos, más a parte de las manos apretando sus caderas con fuerza hasta dejar marcas en su piel lechosa.

Sus hermosos ojos azules estaban bañados en lágrimas y estaba rojos por eso. Su garganta dolía y se sentía incapaz de hablar o emitir algún sonido.

Finalmente, cuando el alfa acabo de embestirlo, salió de él sin cuidado ganándose otro grito fuerte por parte del pequeño omega.

Se hizo pequeñito en su lugar cubriéndose con las sabanas de la cama y dejó que las lágrimas cayeran. Todo su cuerpo estaba adolorido y adornado de moretones y rasguños de los dueños de aquel lugar. Su entrada ardía como el infierno y también sentía la seca sangre en sus muslos.

Escucho la puerta cerrase y supo que el alfa ya se había ido. Siempre era lo mismo; sus tías llegaban a su cuarto con "regalos" para el. Y lo amenizaban con matarlo si hacía algo mal o si se negaba a algo.

Se levanto de la cama a pasos lentos, debido al dolor en su pequeño cuerpo, y fue al baño; quizo golpear el espejo al ver su reflejo, se veía horrible, sus ojos azules ya no eran tan azules. Ahora eran opacos, tenía ojeras y sus mejillas húmedas debido al llanto.

Dejó escapar otro sollozo y lleno la tina de agua tibia, después de unos minutos se adentró a la tina y jadeo cuando el agua toco su entrada lastimada.

Tenía la esperanza de escapar de ese lugar e irse lejos, encontrar a un hermoso alfa que lo ame, cuide y proteja; se casen y tengan hijos. Pero eso solo eran fantasías y cuentos de hadas. Nadie querría a un omega feo y descuidado por dentro y fuera.

Sus tías lo acogieron cuando sus padres murieron; pensó que sus tías lo amarían y lo cuidarían de todo. Pero se equivocó; en vez de eso lo prostituyeron y lo vendían a los alfas como si fuera un juguete; y bueno, para ellas lo era. Por suerte del pequeño omega; ningún alfa lo había marcado y eso agradecía. No quería ser marcado por ninguno de ellos.

También tomaba supresores y pastillas para no quedar embarazado. No quería que su hijo viera a su padre en ese estado.

Sus tías eran alfas, y con tan solo usar la voz alfa, él omega obedecía sin chistar. Como cualquier omega sumiso. Como el. Sentían que tenían "poder" solo por tener dinero de a montón que se ganaban de los hombres que venían a visitarlo.

Solo tenía un único y gran amigo, Noah, ciertas veces ayudaba al pequeño omega a escaparse sin que sus tías lo visen, lo llevaba a comer a algún lugar o solo a pasear por ahí.

Pero claro que, cuando sus tías veían que se escapaba un gran y horrible castigo lo esperaba. Le habían advertido a su amigo que si se volvía a aparecer no iba a vivir para contarlo, y eso era lo que el pequeño omega temía; que le hicieran algo a la única persona que siempre estuvo ahí para el.

Todo era hermoso cuando sus padres estaban.

*flashback*

Él omega caminaba de un lado para otro en la sala, mordiéndose las uñas con nerviosismo y más que nada miedo.

La puerta de la casa fue abierta y sus padres entraron, sus nervios incrementaron aún más. Sin saber qué decir o hacer.

La madre del omega frunció en ceño al ver a su hijo y se acercó a él abrazándolo fuertemente.

— ¿Qué pasa, cariño? —pregunto. El menor alzó la vista y mostró sus ojos cristalizados. Haciendo preocupar más a sus padres.

— Hijo, que pasa —pregunto ahora su padre.

— Lo siento... —fue lo único que sus labios pudieron formular. ¿Cómo decirle a tus padres que eres gay? ¿Lo hecharían de la casa como a todos? ¿Su padre lo golpearían?

— Se más claro y explícanos —el menor asintió y tomo las manos de sus padres y les dijo que se sentarán. Cuando la pareja se sentó, el pequeño se puso delante de ellos.

— ¿Y bien? —farfulló el alfa.

— m-mamá papá... —empezó a decir, deteniéndose un momento para jalar aire y sacarlo. Cerró sus ojos con fuerza y continuó — y-yo... yo... Soy gay —lo dijo tan bajo que sus padres no lograron escucharlo. Sintió que se desmayaría en cualquier momento. Eran muchas emociones para su pequeño cuerpo en tan solo una noche.

— No te escuchamos, ¿podrías hablar más fuerte? —dijo su mamá

— Soy gay —esta vez sus padres lograron escucharlo. La sala se quedó en un sepulcral silencio, oyéndose solo la respiración pesada del omega. Y el cuerpo del menor se preparó para los golpes e insultos. Pero jamás llegó.

Sintiendo unos brazos rodearlo y besitos dados en su cabello. Quizo llorar, y lo hizo, por qué no lo estaban golpeando y eso lo mejor que le pudo haber pasado.

— No tienes por qué llorar amor —dijo su madre, todavía abrazándolo

— Fue genial que nos los hayas dicho. No por ser gay te íbamos a lastimar u otra cosa que hayas pensado. Eres nuestro hijo, y te vamos a apoyar en todo lo que sea —termino de decir su padre brindándole una de sus cálidas sonrisas.

El pequeño omega soltó el llanto que había estado guardando todo ese rato. Se aferró a su madre, agradeciéndole a Dios por esto y que sus padres no lo hecharán.

Horas después los padres del omega tenían que salir al supermercado para comprar la despensa.

— nos vemos en una hora hijo — anunció si madre tomando su bolso y las llaves del carro. Su padre iba tras ella, como todo un alfa sobre protector.

Su mamá le beso la mejilla con cariño y su padre le dio un gran abrazo. Después la pareja salió por la puerta.

No sabía que ese día los vería por última vez.

*fin flasback*

Ahora el pequeño omega se encontraba acurrucado, sacando lágrimas y lágrimas. Sentía que ya no le quedaban más por derramar.

Saco debajo de su maltratada almohada una foto de él y sus padres. Se veían sonrientes y estaban abrazados. Una familia feliz y unida.

— los extraño... —dijo entre sollozos para después caer dormido.

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