Alpha&Omega • OMEGAVERSE •

#52

Kurt sentía un enorme vacío en su pecho.

Se sentía inquieto y nervioso.

Caminaba de un lado a otro, mordiéndose las uñas y y jalándose el cabello de pura desesperación. También revisaba cada cinco segundos su teléfono. Buscando y esperando alguna llamada o mensaje de Blaine.

Miraba la puerta fijamente, esperando a que si Alfa apareciera, lo abrazara y le quitara ese vacío en su pecho.

— Tienes que calmarte... —se animó a si mismo.
Pensó que ir a buscarlo, pero recordaba las palabras de su Alfa diciéndole que se quedará en casa y que no salga para nada — Calma, calma...

Mentiría si le preguntaran si no estaba asustado. Porque si lo estaba. Y mucho.

Algo anda mal con Blaine.

Y lo peor es que no sabía que era. Su novio no le había explicada nada, sólo lo había besado en toda su cara y le había prometido que en la madrugada ya estaría de vuelta. Sano y salvo.

Mentira.

Ya habían pasado dos días. Dos días en que su Alfa simplemente no volvía. Y eso lo estaba matando poco a poco.

Solo quería a su Alfa en casa.

Dio un brinco al momento en el que su celular vibró contra la palma de su mano.

Otra cosa que le había dicho Blaine, es que no contestara el teléfono a nadie. A nadie más que no sea él o Lily.

Lily había estado con él, a su lado. Ella recibía y hacía llamadas de las que Kurt no sabía que o quiénes eran. Ella siempre salía y contestaba. Y sabía por el olor que la Omega desprendía, que ella estaba igual de nerviosa y tenía miedo, pero ella siempre lo disimulaba.

Y Kurt sabía que algo no andaba bien. Lo sabía por esa molesta presión en su pecho, justo en su corazón. Y su Omega como rasguñaba en su interior y chillaba.

— Por favor, Lily... donde está Blaine...

La Omega suspira. No puede decirle a Kurt en donde estaba Blaine. No podía decirle que está atrapado con aquellas mujeres.
Ha estado haciendo llamadas. Llamadas a los mejores abogados y policías de la ciudad. Lo único que quiere es ver a esas mujeres encerradas y sufriendo.

¿Como es que Kurt ha podido aguantar tanto?

— No puedo, yo... él estará de vuelta. Te lo prometo.

Pero Kurt no confía en sus palabras.

- Eso mismo me dijiste ayer... y hoy en la mañana... ¿Que es lo que está pasando? Me duele aquí... —señala su pecho. Sus ojos cristalizándose — ¿A donde se fue? Tengo un mal presentimiento de todo esto.

— Omega, por favor. Necesitas descansar, vamos a dormir... —toma a Kurt del brazo, arrastrándolo a las escaleras.

Kurt reacciona y se aleja de su agarre — ¡No, no quiero ir a dormir! ¡Quiero ir a buscarlo! ¿¡Donde está mi Alfa!?

— Tienes que tranquilizarte... los dos.

— Solo quiero que me digas la verdad...

— Te prometo que te lo diré en la mañana... ahora mejor vamos a dormir...

— Dime donde está... —el menor ahora estaba sollozando. Solo quería a su Alfa a su lado. Abrazándolo y besándolo.

— No. Vamos a la cama, Omega... por favor.

Pero el menor no se mueve, se queda inmóvil — Está con ellas, ¿verdad?

La chica se queda quieta — ¿Q-que? No...

— Él está con mis tías... y ahora corre peligro... Yo... ¡Necesito ir a buscarlo! ¡Por favor! ¡Está en peligro, va a morir, él no sabe con quién se está metiendo! —el Omega llora, solloza y patalea.

— ¡Estoy saliendo todo lo que puedo! Vamos a buscarlo a él y ellas estarán en prisión. Ellas van a pagar por todo. Por lo que te hicieron...
Toma la cara del pequeño, quien estaba frenético y llorando como jamás ha llorado en toda su vida.

— ¡No!
Y Kurt sale de la casa, corriendo.

Lily abre sus ojos y jadea con pánico. Reacciona rápido y corre detrás del Omega, afortunadamente logra alcanzarlo.

— ¡Kurt, no hagas eso de nuevo! Por favor, tengo que cuidarte... no puedo perderte. Es hora de ir a casa...

Caminan de nuevo a casa, pero de un momento a otro el menor cae de rodillas, sosteniendo su pecho y colocando una mano en la mordida. Sintiendo de repente un líquido.

— ¿Estas bien, qué pasa? ¡Que pasa! —los ojos de la Omega se llenan de terror — Oh Dios... está sangrando... tu-mordida...

— Por favor... necesito, yo... yo no puedo sentirlo, no puedo... —susurra. Un poco débil.

La chica se detiene, preocupada y con su corazón con fuerza — ¿A que te refieres? ¿Que quieres decir con que no lo sientes?

— No siento a Blaine...
Y después todo se vuelve negro. 

Capitulo dedicado a
Ferchis030604