#16

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Capítulo dedicado a:

@GORRY2

@T5t5M0y4

@ximenavaldezg

De verdad gracias por tanto amor y cariño que le dan a esta historia, y en general a todas. Se que he borrado algunas de ellas ya que me quiero concentrar mejor en las que más estoy activa. Jamás dejaré y jamás me cansaré de agradecerles. No me considero una de las mejores escritoras pero hago lo mejor que puedo y me inspiro de las historias que de verdad son buenas y que valen la pena leerlas. Así que si, gracias por comentar, votar y leer, significa mucho para mí.
~ VMWP

💙💙💙

Después de cenar y de que el omega lavara los platos y vasos usados, el Alfa lo esperaba pacientemente sentando en el sillón, este al verlo sonrío de forma graciosa mostrando todos sus dientes y colmillos. Kurt río, se acercó a él acaricio su suave pelaje, Blaine se acercó más a las caricias que el menor le proporcionaba, mirándolo. Hermosos ojos azules que lo habían hechizado desde el primer momento en que lo vio, había podido sacarse el color de sus ojos azul Zaragoza desde entonces.

— ¿Quieres ver una película? —preguntó también mirándolo. Sonriente.

Si —respondió con tranquilidad.

Entonces Kurt se levanto del sillón, parando así las acaricias, recibiendo un leve gruñido por parte del lobo; y es que quería que el omega siguiera acariciandolo. El menor lo ignoró y prendió la televisión y abrió su cuenta de Netflix, poniendo una de sus películas favoritas, que por suerte, era la favorita de Blaine también así que no hubo problema.

— No sabía que esta también era tu favorita —dijo Kurt sentándose junto al mayor.

Era una de las que mi mamá siempre veía, la empecé a ver con ella y solo así se convirtió en una de las mías —sonrío.

— Eso es muy lindo —comentó.

Si... —la película ya había comenzado y ambos se acurrucaron.

— No puedo esperar hasta mañana —comentó emocionado. Refiriéndose a la segunda cita.

Yo tampoco, también estoy emocionado —lo miro a los ojos. Esos hermosos ojos azules que lo volvían loco.

— ¿A donde me llevarás? —preguntó curioso. Blaine rio en sus adentros, ya se esperaba esa pregunta.

No lo se, es sorpresa —fue todo lo que dijo.

— Ou... —hizo puchero. Uno bastante lindo y adorable — Solo una pista —rogó.

No —sacudió su cabeza — Ya lo veras. Es sorpresa, no querido arruinarla.

El menor bufo, rindiéndose — Bien.

Se cruzó de brazos y ambos se dedicaron a mirar la película que ya había empezado hace dos minutos.

Y es que estando juntos, el tiempo se pasa volando.

Ya a la mita de la película, Blaine dejó de ponerle atención a la película y centro su visión en el menor a su lado, quien ya estaba dormido, y no se había dado cuenta. Se dedicó a admirarlo, admirar su hermosa belleza, sus labios rosados y sus rosadas mejillas regordetas, sus espesas pestañas que acariciaban sus pómulos con delicadeza, su respiración tranquila y serena, que hacía a los dos Alfas suspirar con tranquilidad. Su Alfa ronroneo y acercó su nariz a la mejilla del menor y la acaricio, el chico de ojos azules balbuceo en sueños más sin embargo no se despertó.

El chico era belleza pura y como dijo antes, debía ser suyo. Su chico, su Omega, su Alma Gemela. Podía sentirlo, sentía más que solo amistad o cariño. Lo sentía en lo más profundo de su ser y daría su vida por el pequeño chico. Ni que decir que estaba más que enamorado.

Sin embargo no quería apresurarse, primero tenía que conocerlo mejor y ganarse su confianza. Que era lo principal.

En fin, ahora se preguntaba, ¿Como llevaría al chico hasta la habitación? No podía transformare aún. Así que pensó y pensó hasta que se le vino una idea. Saltó del sillón y subió las escaleras meneando su cola, se dirigió hasta la habitación del menor y fue a la cama de este, jalo entre sus dientes la colcha y salió arrastrando la colcha por todo el piso, cuando regresó al sofá volvió a subirse y como puso acomodó la colcha sobre el cuerpo del menor y se aseguró de que quedara lo más abrigado posible. 

Cuando estuvo satisfecho con el resultado se hizo bolita ahí mismo y cerró sus ojos. Se quedo ahí con el toda la noche, protegiéndolo y cuidándolo.

Esperaba con ansias su cita con el menor, había hecho una reservación en uno de los mejores y caros restaurantes de todo el país, en donde solo las personas fumas y con buen dinero podían ir. Quería que fuese especial, y el regalo seguía intacto, se imaginó la reacción del menor al darle el regalo que le compró, esperaba que le gustase y si no, podía comprarle otra cosa, la que el quisiera.

Todo con tal de ver al omega feliz. Y a su Alfa complacido.

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora