#64

1.1K 101 3
                                    

Organizar una boda no era algo sencillo.
¡Para nada sencillo!

Es un trabajo en donde casa pequeño e insignificante detalle, cuenta mucho. Tenían que ser tan precavidos que es muy cansado y realmente muy estresante. Sobretodo para Kurt, quien miraba a todos trabajar con atención cuidando de que todo quedara a la perfección y que absolutamente nada faltara.

El único trabajo que Blaine tenía en sos momentos, era hacer que su Omega se sienta feliz y que no se enoje. De vez en cuando tenía que abrazarlo ya que su Omega se estresaba tanto que parecía que quería llorar y hacer un berrinche como los niños pequeños.
Se dedicaba a susurrarle cosas lindas en su oído y a sonreírle. Eso es lo que lo tranquilizaba.

— Tienes que relajarte un poco, amor. En algún momento podrías desmayarte.

Kurt asiente, mirando a los empleados que iban corriendo por todos lados haciendo lo que el menor les ordenaba — No puedo estar tranquilo. Esto es importante y especial.

— Se que lo es, es solo que me preocupo por ti —se para frente a él, haciendo que el menor lo mire a los ojos — Haremos esto. Tú irás a descasar y yo me encargaré de todo. ¿Eso está bien para ti?

— No puedo dejarte solo en esto, es demasiado para ti y se que no podrás solo, además es un trabajo que tenemos que hacer entre los dos.

— Lo se, pero, te he dicho que vas a ir a descansar y yo me encargaré de que todo quede perfecto —abraza a su pequeño — Después iré contigo y tal vez podríamos salir un poco.

Kurt ronronea, asintiendo — Creo que eso me gusta —apoya su barbilla en el pecho del mayor — Gracias. Eres el mejor Alfa del mundo —se pone de puntitas y logra alcanzar sus labios, dandole un pequeño beso — Te amo.

Blaine sonríe, estando orgulloso de sí mismo — También te amo.

Kurt se aleja dejando a su prometido totalmente solo.

Al instante, unas cinco personas se amontonaron a su alrededor, hablando y y preguntándole demasiadas cosas a la vez.

"¿Plata o blanco?", "¿Qué haremos con estés flores? ¿En donde las vamos a poner?", "Señor, el chef ya está aquí. Solicita su presencia ahora mismo", "¡El pastel ha llegado, ¿Donde lo podemos poner?", "¿Que centros de mesa va a elegir? Aquí tengo algunos que su Omega ha pedido".

Más y más personas llegaban a su alrededor y el Alfa sentía que podría desmayarse en cualquier momento. No sabía qué decir, boqueaba como si fuera un pez fuera del agua.

— Creo que no tenía que haber mandado a Kurt a descansar... —susurra, recapacitando.

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora