Este es el último capítulo. Pero antes de que lo lean yo sinceramente tengo muchas que decir, pero... me tardaría mucho en agradecerte por leer esta historia. Por todo el apoyo y por comentar. Me duele cada vez que termino una historia porque extraño todo, la trama, los personajes, etc. y de nuevo, muchísimas gracias por leerme, demasiadas e infinitas gracias.
Creo que será un capítulo corto, pero será lleno de amor.
Las amo demasiado ❤️ a cada una de ustedes.
Espero que les guste :)
Día de la boda.
No sería una boda muy extravagante, con miles de invitados y un enorme salón con muchas luces que te dejan ciego, con música alta que al salir te dejan sordo y tienes que gritar para escucharte a ti mismo.
Los amigos de Blaine, las parejas de este mismo, y uno que otro miembro de su familia comenzaron a llegar.
Blaine terminaba de ajustarse el moño negro que combina con el traje. Su atuendo consistía en el típico traje negro. Pantalones de vestir, camisa blanca, un saco negro y el moño. La sonrisa que cargaba nadie se la puede quita. ¡Se va a casar con su Omega! El amor de su vida, padre de sus cachorros. ¡Su alma gemela! ¿Como no estar feliz?
Sentía que su lobo interior movía la cola de un lado a otro, con la lengua de fuerte y con sus ojos rojos brillando. Tan feliz como él lo estaba.
Cuando termina de arreglarse. Suspira. Mirándose al espejo y sonriendo para sí mismo. Tan seguro y lleno de energía.
— Hemos sido amigos desde que tengo memoria... —se sobresalta cuando escucha la voz de su mejor amigo. Voltea y lo ve, Noah está parado en el marco de la puerta, con sus brazos cruzados sobre su pecho y mirándolo con una sonrisa nostálgica — Recuerdo que siempre solías llorar por cosas tontas. Que siempre querías ayudar a los demás... que, que te enojabas demasiado cuando algo no te parecía o cuando no se hacía las cosas a como tú decías...
Blaine sonríe, baja su vista — ¿Por que me dices esto?
— Vas a casarte... ¡mi mejor amigo se va a casar! —felicita, se acerca a él y lo jala a sus brazos, dando palmadas a su espalda — Tu mamá y tu papá estarían orgullosos de ti... —se separa y lo mira a los ojos — Yo lo estoy.
— Gracias. Me... que digas estas cosas es muy importante para mí. Gracias —dice con sinceridad.
— No me agradezcas. Sabes que siempre voy a estar para ti. Que vas a contar conmigo para lo que necesites.
— Gracias, amigo... —ríe un poco y vuelve a abrazarlo fuerte.
— Creo que es mejor que nos vayamos. La ceremonia esta por comenzar y no queremos hacer esperar a Kurt.
Blaine asiente y, mirándose en el espejo por milésima vez, se acomoda el traje, sale de habitación. Con su amigo a su lado.
Ya estaba listo. Listo para casarse y comenzar una nueva vida y una familia junto a su Omega. Con quien debe de estar durante toda su vida.
Al llegar al altar, sus nervios comenzaron a crecer aún más. Su lobo comenzó a caminar de un lado a otro. Llegó y tomó aire. Dejándolo salir poco a poco, trató de pensar en otra cosa que no fuera la boda, pero es que por más que intentaba, no podía pensar en otra cosa más qué en lo que esta pasando en estos momentos.
Todo paso demasiado rápido y en unos minutos todos los invitados se levantaron de sus asientos y una suave música comenzó a escucharse.
El novio ya llegó.
Y ahí estaba su Omega. Vestido con hermoso traje blanco. Con detalles de pedrería. Y su novio se veía completamente hermoso. Perdió el aliento y sus ojos se llenaron de lagrimas sin poder evitarlo.
Al estar cara a cara, pudo apreciarlo más. Y la carita del menos se veia brillante. Con una luz que lo iluminaba. Sus ojos brillando y una enorme, enorme sonrisa en sus bonitos labios.
— Te ves hermoso... —murmura el Alfa aun anonadado, mirándolo de pies a cabeza — Tan hermoso...
Kurt se sonroja, baja su vista al suelto y se ríe nerviosamente — Gracias... Tu también te ves muy guapo...
— Estamos reunidos aquí para unir en matrimonio a Blaine Anderson y a Kurt Hummel...
Se hizo todo lo que se hace en las bodas, hasta que llegó el momento de decir sus votos matrimoniales.
— Me caso contigo y mezclo mi vida con la tuya por siempre y para siempre y soportare cualquier tempe- stad siempre que me encuentre a tu lado... —sus manos tiemblan cuando desliza el anillo de matrimonio en el dedo de su, ahora esposo. Sorbe su nariz y mira a su Alfa a los ojos.
Al Alfa se le sale una lagrima, mira hacha arriba tomando aire, despues vuelve a mirar a su pareja — Te entrego este anillo para que sirva como recordatorio de todo lo que significa nuestro amor. Te amo Kurt Hummel... —al igual que el Omega, sus manos tiemblan cuando el anillo lo desliza en el delicado dedo de su esposo.
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(n/a: imaginen que el traje de kurt es blanco)
— Ahora, los declaro esposo y esposo... —mira sonriente a la pareja — Pueden besarse...
Y aquí es cuando no existe nadie más que ellos dos. Encerrados en su propia burbuja de amor. Blaine mira a su, ahora, esposo, se acerca a él lentamente tomándolo por su cintura y acercandolo a su cuerpo. Junta sus labios, y él simplemente lo besa como debe de ser, dulce y delicado. Tan delicado como el menor. Se separan del beso y juntan sus frentes, sonríen.
— Te prometo que te haré feliz. Te haré el Omega más feliz de todo el mundo. Voy a cuidarte, a protegerte de todos... Te voy a apoyar en todo lo que hagas...
— Ya me haces feliz y siempre me haces feliz...
Y vuelven a besarse.
Los dos saben que éste es el el comienzo de historia.
