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Claro que al decir que "tomar una ducha juntos para ahorrar agua" era una tonta excusa de Kurt, ya que al momento de entrar a la tina llena de agua con burbujas, terminó en una deliciosa sesión de sexo matutina, un par de besos y sudor por parte de ambos.
Tenían que aprovechar ya que al llegar a casa no tendrían mucho tiempo para estar juntos, cada quien estaría en sus cosas, por ejemplo Blaine estaría en el trabajo y analizando la pequeña tarea que le había dejado a Lily.
Gemidos, gruñidos, jadeos y respiraciones agitadas es todo lo que en el baño se podía oír. Al igual que las pieles desnudas y mojadas de ambos chocando por los fuertes y certeros movimientos del Alfa, y Kurt se aferraba a él de sus hombros, en donde encajaba sus dientes tratando de silenciar sus gemidos y gritos. Por qué si, no gemía, gritaba. Pero es inevitable ya que su Alfa es enorme y eso se sentía jodidamente increíble. Al estar ambos mojados ayuda mejor con las embestidas, logrando que el mayor entrara profundo en él.
— Mmm cariño... —jadea el Alfa, agarrando con firmeza las caderas del Omega jadeante y ruidoso — ¿Te gusta esto? ¿Te gusta... te gusta como te follo?
Besa su cuello, justo en donde su marca de unión estaba, lamiendo y mordiendo causando mayor placer a Kurt. El menor solo pudo asentir lanzando su cabeza hacia atrás, y es que la verdad no podía hablar. No tenía tanta fuerza en estos momentos. No cuando su Alfa está follándolo de una manera tan exquisita.
— Al-Alfa... —gime el menor. Cerrando sus ojos y volviéndose dócil. Entregándose a su Alfa tal cual cuando Blaine entró en celo — Por favor... no puedo... —deja caer su cabeza en el hombro de Blaine, exhausto.
— Vamos amor. Si puedes. Solo está vez y podremos dormir... —promete el Alfa. Volvió a retomar sus embestidas cuando vio a su Omega asentir.
Atacó la boca de Kurt, besándolo de manera desordenada y con pasión. Con mucha saliva también. Adentro su lengua en la cálida boca del menor entrelazándola con la lengua ajena.
Kurt se separó de golpe de Blaine, gimiendo agudamente su nombre cuando el miembro de Alfa golpeó en su punto dulce — ¡Oh, Blaine! ¡Si! ¡Otra vez!
El mayo sonrió y obedeció, volviendo a golpear aquel punto dulce que volvió loco a su Omega. Le gustaba ver a Kurt así. Destruido y con una mueca de total placer en su cara. Señal de que en verdad estaba disfrutando. Ver sus ojos azules brillando de manera intensa, sus labios abiertos rojos en hinchados dejando salir los ruidos más obscenos, su cabello despeinado, su cuello lleno de chupetones, sonrojado furiosamente hasta las orejas. Si, es una imagen que siempre será recordada en su mente.
Beso el cuello de su Omega, bajando por su pecho y llevando uno de sus pequeños pezones a su boca, comenzando a chuparlos y a morderlos.
Kurt gime, enredando sus dedos en el cabello de Blaine, acercándolo más a sus pezones, comenzando a gustarle esta sensación — ¡Ah, Blaine!
— Mmm, bebé... sabes tan bien —dice, pasando al otro pezón y repitiendo las acciones.
— Alfa... Alfa... Ya... —jadea el Omega. Apenas pudiendo hablar y sintiendo el miembro de su novio comenzar a hincharse.
— Oh, Kurt... Córrete, córrete para mí, amor... —dice. Utilizando un poco su voz de Alfa.
Y eso es todo para que Kurt se corra furiosamente entre sus estómagos, el orgasmo abrazándolo entero y lanzando su último gemido.
Blaine jadea, sintiendo a su Omega apretarse alrededor de su miembro, y con una embestida más y se corrió dentro de su Omega, gruñendo e hinchándose, quedando atrapado en el interior de su novio.
— Oh, Omega... Tan bueno... —y encajo sus colmillos en el cuello de su Omega, reabriendo el lazo que los une.
Blaine siente una oleada de protección recorrer por todo su cuerpo. Sintiendo la necesidad de proteger a Kurt de todo lo que le haga daño. Su corazón apretándose al imaginarse a Kurt siendo quitado de sus brazos. No, eso no pasaría. Nadie le quitaría a su Omega.
— Te amo... —menciona el mayor. Abrazando a Kurt y tapando a ambos con las sabanas.
— También te amo... —responde el menor, con su tono de voz adormilada.
Cuando su miembro volvió a la normalidad, cerró sus ojos, abrazando a Kurt contra su pecho y mimandolo.
— Nadie podrá apartarte de mi lado... No mientras yo esté a tu lado...
Y con ese pensamiento, también se quedó dormido. Soñando con su Omega sosteniendo a una linda bebé en sus brazos.
