Alpha&Omega • OMEGAVERSE •

#50

Caminaba en su forma de lobo por el bosque. Olfateando al aire. Lily estaba a atrás de él cuidando de que nadie se acerque a donde estaban.

— La he encontrado —habla ella. Señalando hacia me frente en donde una

— De acuerdo. Vas a quedarte aquí a vigilar. Si alguien viene atacalos.

— ¿Hablas en serio? Soy una Omega, no soy tan  fuerte. Ellos pueden  derrumbarme con solo  un golpe.

— Eres mas fuerte de lo que tu crees. Sé que puedes hacerlo.

— Blaine... Ni loca te dejaré solo con esas mujeres. ¿Qué tienes pensando? ¿A caso quieres morir? ¿Quieres dejar a Kurt solo?

— No voy a morir, ni tampoco dejaré a mi Omega. Por nada del mundo. Solo les daré pequeña advertencia. Nada grave.

— Blaine. ¿Le dijiste esto a Kurt? ¿Sabe que estás aquí? —pregunta

— Claro que no lo sabe.

— ¿Que, por qué no le dijiste? Él debe de estar enterado de esto...

Blaine gruñe, — Claro que no. Y es mejor así. Si le hubiera dicho se hubiera negado.

— ¿Si sabe que estás arriesgándote, verdad?. Puedes salir herido. Piensa en tu Omega.

Lo que menos le importa ahora es si va a salir herido o no. Está pensando en Kurt. Es por él que está haciendo esto. No puede quedarse de brazos cruzados viendo cómo éstas mujeres hacen de las suyas y torturan y asesinan a personas inocentes. Personas que no tienen absolutamente nada de culpa y que deben de estar confundidos. Confundidos del porque están ahí sin siquiera una explicación.

— Cuídame la espalda.

Y sin más entró a la propiedad. Transformándose en el camino. Agradecía haber traído ropa, entar desnudo a un lugar en donde corría peligro, no era una opción.

Lo primero que llega a sus fosas nasales al inhalar, es olor a sangre. Una mezcla de sangre, suciedad, moho.
Casi lo hace vomitar. Ignorando el olor pútrido, comienzo a caminar.

Las paredes estaban sucias, con manchas extrañas que sinceramente no quería saber de qué se trataba. Él techo parecia estarse a punto de caerse. Él papel tapiz estaba roto.
Algunas cosas que desconocía totalmente estaba tiradas en el piso. Vidrios rotos, restos de lo que parecían ser retratos.

Todo era un desastre. Y a cada paso que daba, el olor seguía intensificándose cada ves más.

Había un hombre con un arma, cuidando el pasillo principal. Un Alfa. No había duda.

Sé escondió detrás de un mueble que había en el pasillo, esperando a que aquel hombre se fuera y así poder salir.
Pero de verdad que el Alfa armado no parecía querer irse, así que Blaine estuvo un buen tiempo en ese mismo lugar.

Finalmente, alrededor de, sin mentir, cuarenta minutos, el Alfa se fue de ahí. No sabía a qué donde se dirigía. Pero tenía que hacer las cosas rápido sin ser atrapado.
La casa no eran tan pequeña, así que el Alfa no debía de estar muy lejos.

Entró a la primera habitación, cerrando la puerta rápidamente.

Un olor a putrefacción le llegó de golpe. Se cubrió la nariz inmediatamente.

El olor venía desde otra puerta, que es donde sería el baño.

Abrió la puerta. Y lo que había detrás de ella, lo dejó totalmente en shock.

Habían tres cuerpos. Sin vida, dentro de la tina totalmente cubierta de sangre seca.
Eran Omegas. Omegas inocentes que han muerto sin razón alguna.
Tenían golpes y cortes en todo su cuerpo y cara.

¿Kurt sabia de esto? ¿Sabía que habían personas inocentes muertas en esta casa? ¿Kurt siquiera salía de su habitación?

Salio de aquella habitación rápidamente. No queriendo ver nada más.

Había visto suficiente por hoy.

Al llegar a la puerta principal para poder salir, una voz femenina se dejó escuchar. Dejándolo inmóvil en donde estaba.

— Parece que tenemos visitas.

Ahora sí que estaba jodido.