Alpha&Omega • OMEGAVERSE •

#20

A la mañana siguiente, el pequeño Omega se despertó con dolor de cabeza horrible. Como si alguien estuviera aplastándole la cabeza. Miro su cuerpo y si, había regresado a su forma humana al fin. Pero se percató de que estaba desnudo, en su cuerpo solo reposaba una cobija calientita.

Pero hay algo que lo desilusiono. Y es que Blaine no estaba a lado suyo. Hizo una mueca. Es obvio que el Alfa no iba a dormir con el después de lo qué pasó ayer en la Luna Llena. No lo tenía planeado. Se había asustado mucho y su Omega interior estaba igual o peor. Se supone que solo la iban a pasar ellos dos solos. Pero se vio arruinada por ellas. Y no sabía si la cita con el Alfa seguía en pie, solo esperaba que si.

Solo extrañaba al Alfa y su ilusión era despertar a su lado. Quería abrazarlo y llenarse de su delicioso aroma tan varonil que lo hace delirar.

Hizo un pequeño puchero y se levanto de la cama, pisando el suelo frío, encogió sus pies unos segundos y después los volvió a posar en el suelo y camino hacia la ventana. El cielo estaba nublado y está seguro que probablemente en una hora no tardará en llover.
El sonido de la lluvia y las lluvias cayendo, lo tranquilizaba.

Fue hasta su armario y tomo lo primero que vio. Unos pants tipo harem negros y un suéter largo y grande blanco.

Bajo las escaleras y enseguida un aroma conocido para el inundó sus fosas nasales. Lo hizo ronronear e inspiró más para llenar sus pulmones y dejar complacido a su Omega interior.

Solo siguió el olor y este lo llevo hasta la cocina. El Alfa estaba ahí, con su espalda, fuerte, con músculos y ancha, lo hizo babear. Esta estaba sin camisa,  pero eso sí, solo traía unos pantalones tipo harem negros igual.

No supo cuanto tiempo se quedo mirándolo, pero la voz del Alfa lo saco de sus más sucios pensamientos, — Hey, hola Kurt, ¿Como dormiste?

El Alfa estaba frente a el, solo así pudo apreciar sus pectorales, duros y bien definidos. Su abdomen bien marcado. Sin siquiera pensarlo, elevó una de sus manos y con delicadeza las llevo a su abdomen. Contuvo el gemido que amenazaba con escaparse de sus labios. También llevo sus manos a los duros pectorales, empezó a acariciarlos y sin querer queriendo, empezó a ronronear y sus ojos brillaron.

El Alfa estaba tenso. Su cuerpo reaccionaba a los toques del Omega y no sabía que hacer o que decir, pero cuando vio los ojos de Kurt brillar y sus colmillos empezaron a crecer, apartó las manos de Kurt con delicadeza y lo miró.

— Kurt —lo llamó, pero no recibió respuestas. El Omega estaba con en un espacio de Shock y su respiración era un poco agitada.

— Kurt —uso un poco su voz de Alfa y con eso el Omega pudo reaccionar. Parpadeo y cuando miro al frente, sus mejillas se tornaron de un color rosado fuerte. Como un tomate.

— Y-yo... n-o... —empezó a tartamudear y se alejó del Alfa y desvío la mirada.

Quería llorar. ¿En serio toco con sus propias manos el pecho del Alfa? Oh Dios mío. Que vergüenza.

— Oye oye... —le habló. Se fue acercando poco a poco, alzando las manos en señal de paz. El Omega mostraba su cuello, en un acto de sumisión. Haría lo que Alfa le pidiera, el Omega está en trance y confundido.

"Y solo por haber tocado mi pecho y abdomen, ¿Que será cuando me toque todo, y en otras situaciones?" Se dijo y preguntó el Alfa a si mismo.

— Kurt —lo llamó con suavidad.

El Omega no lo miró, pero si le contesto — ¿Si, Alfa? —no era Kurt en sos momentos. Era su Omega quien estaba hablando por el.

— Basta Kurt. Deja de hacer eso. No tienes que comportarte de esa manera así conmigo —dijo. Poso su mano en el hombro del menor pero este se tenso y entonces quitó si mano de ahí — Es normal que hayas hecho eso, está bien. No tienes de que preocuparte —explicó. Y no lo culpaba, las manos de Omega se sintieron tan bien tocándolo que quería repetirlo. Pero no. No va a obligar al Omega a algo que no quiera — Por favor. Vuelve.

Entonces, el Omega volvió en sí al fin. Parpadeo y miro a su alrededor confundido. ¿Que había pasado? Su mirada se posó en Blaine y se sonrojó.

— ¿Blaine? —susurró.

— Si. Está bien. Soy yo.

— ¿Que pasó? —dijo confundido.

— Te fuste por unos momentos —contestó a su interrogante.

— Oh... ¿Pero que ocurrió exactamente? —quiere saberlo.

— Sinceramente, no se como decírtelo —dijo incómodo.

Hubo silencio por unos momentos, hasta que un trueno hizo sobresaltar al Omega, seguido de gotas de lluvia y más truenos* (N/a: escuchar el video en multimedia desde aquí y en el siguiente capítulo también)

— Estaba haciendo el desayuno. ¿Quieres algo? —preguntó. Se dirigió a la mesa en donde el desayuno ya estaba servido.

— Si, claro —asintió.

Ambos se sentaron a desayunar, platicaron y rieron, mientras que las gotas de lluvia caían y los truenos sonaban. El ambiente es tranquilo, olvidaron lo de hace un rato y solo disfrutaron de ese momento.

Hola! Nuevo capítulo listo! 😱💓

* = El video que está en multimedia escucharlo en el siguiente capítulo y en lo que queda de este capítulo.