#38

1.5K 133 19
                                    

— ¡Blaine! ¡Amico mio! —se dejó escuchar una voz conocida para Blaine.

Este sonrío ampliamente y se levanto de la silla en donde estaba con Kurt, y fue a abrazar a su amigo de toda la vida. Dios, como lo había extrañado.

— Hola, Dios, al fin te veo después de tantos años —se separó de él y lo miro serio pero con algo de conmoción en su mirada — Jamás vuelvas a irte de esa manera...

Roccelo lo miró sonriente — Oye, lo siento mucho. Sé que te debo una explicación, aunque creo ya lo sabes —en su voz se oía un fuerte acento italiano.

Debió de haber pasado muchos años aquí en Italia para que su acento este más marcado y la pronunciación en su inglés sea raro.

Roccelo miró por sobre el hombre  de Blaine y sonrío al ver al Omega — Oye, no me has presentado a tu Omega.

— ¡Oh si! —se dirigió a Kurt y le sonrió — Te presentaré a mis amigos cariño —Kurt se paró a lado de Blaine y se aferró a su abrazo.

— Pues él es Kurt, mi omega y novio —esto era vergonzoso y el menor quería irse.

— Pero qué lindo —Roccelo le sonrió y beso ambas mejillas, algo muy común de las personas en Italia — Es muy agradable conocerte. Créeme que Blaine me ha hablado mucho de ti —confesó haciendo sonrojar al menor.

— Eso es cierto. Es decir, ¿Cómo no presumir al Omega más hermoso del mundo? —beso la cien del menor quien estaba sonrojado por las palabras de su Alfa.

— ¡Roccelo, perché non ho aspettato! —oyeron una voz a lo lejos.

Roccelo volteo y miro a su esposo quien tomaba de la mano de su pequeño hijo de diez años.

— Quiero presentarles a mi omega, Francesco y a mi hijo Alessandro —un chico de cabello rojizo y de complexión delgada pero de buen cuerpo, bonitos ojos de un verde lindo. Él Omega era hermoso, no había duda.

— Gusto en conocerte. Roccelo nos a hablado maravillas de ti.

El Omega se sonrojó — Gracias —su acento era igual al del Alfa.

— Alessandro —miro al niño — Dire "Ciao"

Ciao —saludó.

— Lo siento. Él aún no ha aprendido a hablar inglés. Le cuesta un poco... —se disculpó el Alfa.

— Oh, no te preocupes. Está bien —tranquilizo Blaine.

— Pero bueno, vamos a sentarnos y a comer. Después podemos mañana ir a caminar por ahí.

Todos fueron a sentarse y prontamente comenzaron a platicar.

Alpha&Omega • OMEGAVERSE •Donde viven las historias. Descúbrelo ahora