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Blaine se convierte en lobo y comienza a correr por las calles de Italia. Sintiéndose más caliente cada vez más.
— ¡Bliane, espera! —lo ve alejarse más y más hasta perderlo de vista. Suspira — Alfa bobo...
Justo cuando Kurt iba correr hasta alcanzar a Blaine, escucha la voz de Roccelo gritándole — ¡Oye a donde vas! —en sus manos tiene unas cuántas bolsas — ¿Y Blaine?
— Yo... bueno. Él entró en celo ahora... y se ha ido —dice nervioso. Su cuerpo temblando un poco y escuchando la voz de su Omega interior que vaya con su Alfa a aliviarlo — Así que debo ir. Ahora...
El Alfa levanta una ceja asiente — Claro. Entiendo. ¿Quieres que lleve? —pregunta.
El Omega niega — No yo... correré, así llegaré más rápido. Si Blaine no me ve corriendo tras de él puede que enloquezca...
— Claro. Tienes razón —asiente comprensivo.
— Fue un gusto conocerte, de verdad. Tienes a una hermosa familia —sonríe de forma nerviosa.
El Alfa le sonríe — Gracias, Kurt. También fue un gusto conocerte.
Kurt asiente y después de agitar su mano en forma de despedida, se aleja rápidamente y convirtiéndose en un lobo, corre en dirección a donde su Alfa se había ido. Siguiendo el aroma de este para no perderse.
Consigue el aroma de Blaine en el hotel en el que están hospedándose. Trota pasando por la recepción y llega al elevador. Se levanta y con una de sus patas presiona el botón de arriba. Se sienta y espera a que las puertas se abran.
Cuando se abren, las personas que estaban dentro de esta, salen y el entra rápidamente parándose y presionando con su nariz el piso en donde su habitación estaba.
Espero impacientemente, caminando en círculos y pensando en lo que estaba pasando en estos momentos. Su Alfa está en celo y, como su deber de Omega y como su Alma Gemela, es aliviar su dolor. Aunque después de contarle su pasado a Blaine, puede que este se niegue.
Las puertas del elevador de abren finalmente. Sale corriendo, y se dirige a la puerta de su habitación en donde el aroma de su Alfa en celo es más fuerte y sin duda alguna atrapante e hipnotizante. Y en donde se pueden oír respiraciones agitadas y gruñidos graves.
Toma un profundo pero tembloroso suspiro y, como las otras veces, se alza para abrir la puerta con sus patas, adentrándose en la habitación cuando logra abrir.
Cierra la puerta detrás de sí, y cuando está adentro cambia a su forma humana quedando desnudo como Dios lo trajo al mundo.
Cierra sus ojos e inhala profundo, y exhala sintiéndose como drogado por el aroma que el Alfa despedía. Ahora su cuerpo se encuentra temblando, su cuerpo sintiéndolo más caliente, y su lubricante natural escurriéndose por sus muslos.
Abre sus ojos, de un azul brillante y hermoso — ¿Bl-Blaine? —pregunta en un pequeño jadeo.
Se escucha un gruñido en el baño, se acerca a la puerta y trata de abrirla, fallando ya que se encuentra con seguro.
