Alpha&Omega • OMEGAVERSE •

#8

El viernes llego más rápido de lo que ambos estaban planeando. Y los nervios aumentan cada segundo.

Kurt aún estaba indeciso, no tenía mucha ropa bonita adecuada para una cita. Y por la falta de tiempo, decidió por algo simple y que espera que al Alfa le guste. Su omega interior estaba nervioso también pero sabía controlarlo. Eso espera, no quiero arruinarlo para nada.

Faltando ya quince minutos para que llegara el Alfa bonito, bajo las escaleras donde su amigo estaba en el sofá de la sala, cuando lo vio le sonrío cariñosamente y se levanto del solfa para elogiarlo.

— Wow —dijo Noah — Te ves demasiado bien Kurt —sonrío.

— Gracias —dijo también devolviéndole la sonrisa. Se sentó en el sofá y prendió la televisión mientras esperaba a que el Alfa llegará. Mientras tanto el y Noah siguieron platicando y riendo. Minutos después un auto se dejó escuchar, seguido del sonido del timbre.

— Ya está aquí —dijo nervioso

— Tranquilo Kurt. Todo saldrá bien —animo Noah caminando hacia la puerta y abrirla. Dejando ver a un Blaine sonriente y con un gran ramo de rosa y chocolates. El corazón del omega se aceleró y sonrojado camino a pasos lentos hacia los dos Alfas. Tomo los chocolates y las rosas, sonrío y fue a la sala a dejar las cosas en la mesa. Después volvió hacia ellos aún sonrojado.

— Hola... Kurt... —dijo anonado viendo al omega frente a el. Sonrojado y con una sonrisa nerviosa. Se veía hermoso y no podía quitarle los ojos de encima.

Joder, pero es que de verdad deber ser mío. Pensó Blaine

— Bueno, yo me iré, y los dejare irse. Pero antes. Blaine —miro a su amigo a los ojos — Lo quiero devuelta antes de las doce, sin ningún rasguño o algo por el estilo, ¿Entendido? —preguntó

— Si, mamá... —río. Per viendo que su amigo no reía el dejó de hacerlo — No te preocupes lo traeré sano y salvo.

— Bien. Ya pueden irse —sonrío y Noah se fue a la cocina dejándolos solos.

Blaine miro a Kurt y le sonrío cariñosamente. — ¿Nos vamos? —preguntó extendiendo su brazo para que el de ojos azules lo tomará. El dudoso entrelazo su brazo con el de el, sintiendo las típicas mariposas en el estómago.

Le abrió la puerta al omega y después de cerrarle la puerta con cuidado, rodeó el auto y entro a el.

— Y bien, ¿Donde quieres ir? —preguntó sonriente.

Kurt lo pensó por un momento y después sonrío — Humm... h-hay... —tranquilo Kurt. Se dijo a su mismo — Hay una feria que abrieron hace unos días. Y me gustaría ir. ¿Podemos? —preguntó con ojos brillosos.

— Claro que si —sonrío y después de prender el auto, salieron de ahí con camino hacia la feria. Blaine sabía dónde estaba, lo había visto pero jamás había entrado ya que no tenía con quién ir y eso no tiene chiste. ¿Para que ir a una feria, si no llevas a nadie? Exacto, nada. Pero ahora que el omega estaba con el si que podía ir, y no tenía ningún problema ir con el.

(...)

Cuando llegaron a la feria, había muchas personas, parejas y muchos pero muchos niños acompañados de sus padres. Había varios juegos y el omega se veía maravillado con todo esto. Parecía un niño pequeño.

— ¿A donde quieres ir primero? —preguntó parándose frente a el.

— Humm... No lo sé... —el omega siguió buscando con la mirada hasta que encontró uno que parecía interesante — ¡Ya se cual! ¡Ven! —jalo de la mano al Alfa, e ignorando el sonrojo en sus mejillas lo guió hasta ese juego.

— ¿Cuantos boletos? —preguntó el hombre que atendía el juego.

— Dos por favor —recibió los boletos y saco su billetera para pagar.

— Disfrútelo —dijo el hombre dejando pasar a los dos.

Sé subieron y segundos después la cosa donde estaban sentados comenzó a dar vueltas, primero lentas, después un poco más rápido y después más rápido.

— ¡¡Esto es divertido!! —grito el omega, riendo.

— ¡Si que lo es! —grito de vuelta.

El solo podía ver lo hermoso que se veía y la sonrisa que traía era la mejor que jamás haya visto.

Si, iba a ser una increíble y maravillosa noche.