Se lanzó a sus brazos, rodeando con sus piernas las caderas del Alfa, quien sorprendido lo sujetó con fuerza de sus muslos, evitando que su Omega cayese al suelo. Sintió su cuello mojarse, y supo que es lo que pasaba, Kurt estaba llorando, pero estaba confundido, ¿Esto era una respuesta positiva?
— Si... Dios... quiero ser tu Omega y tú novio. He esperado a que me lo preguntarás —bueno, eso sí que no se lo esperaba.
Sonrío enorme y abrazo a, su novio, con más fuerza. Su Alfa estaba aullando de la felicidad.
— Mierda... pensé que me ibas a decir que no —se separó de él. Mirando los ojos de Kurt rojos por el llanto, pero con una enorme sonrisa de oreja a oreja — Estaba tan asustado.
— Eres un tonto si estabas pensando en que iba a decir que no. Me gustaste desde el primer día en el que te vi. Pude sentirlo. Supe que eras mi Alfa —la felicidad que ambos sentían era enorme que no podía simplemente describirse con palabras.
— Yo también. Yo también sentí que eras mi Omega desde el primer momento —ambos se miraron a los ojos. Los ojos del Alfa brillando de un rojo claro, y los de Kurt de un azul más brillante.
— Estoy tan feliz —mencionó Blaine aún sin borrar la sonrisa que tenía.
— Yo también estoy feliz —dijo.
— Quiero besarte... —dijo Blaine de repente. Sin quitar sus ojos de los labios de Kurt.
El menor se sonrojó y río nervioso — N-o... no sé besar —dijo bajito.
— Eso no me importa —lo tranquilizó.
— No he dado ni siquiera mi primer beso...
— Y no sabes lo feliz que me pone al oír eso.
Y bueno. Blaine dio del primer paso, se fue acercando al Omega despacio, tomando de su cintura con delicadeza. Sintió sus narices acariciarse y sus respiraciones mezclarse. Sus labios se rozaron, hicieron un poco más de presión hasta que sus labios estuvieron juntos por completo. Blaine empezó a mover sus labios lentamente. Kurt suspiro y cerró sus ojos, correspondiendo el beso que su novio le estaba brindando. Enredo sus cortos brazos en el cuello del más alto, y este lo acercó más a su cuerpo.
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Kurt estaba dando su primer beso. Pero no con cualquier persona; si no con su Alfa, su novio, y probablemente, el padre de sus frutos hijos. Porque si, pesaban tener hijos, o quizás solo él y Blaine no quería. Pero no era hora de pensar eso, aún estaba, empezando una relación seria.
Kurt no se lo creía. Estaba feliz, más que feliz. Su Omega brincaba y chillaba de emoción.
Y ambos sabían que esto era solo el comienzo de su historia...
