-¿Vamos a tomar algo? Yo invito. -Dice Brouce después de un largo tiempo de silencio.
-Sí, claro. -Le sonreí.
Salimos de la oficina y nos dirigimos a una cafetería que había al frente.
Se acercó la mesera.
-¿Tú que tomarás Sara?
-Un té está bien.
-Un té y un café cargado, por favor.
La señorita asintió y se retiró.
Pensé en Daniel… Oh diablos, ¿Cómo le voy a decir a Daniel?
-Brouce…
-¿Si?
-Yo… estoy saliendo con alguien.
De inmediatamente la expresión en su cara cambió.
-¿Con quién y desde cuándo?
-Se llama Daniel y desde hace un año.
-¿Por qué no me lo habías dicho?
-¿Qué esperabas? Apenas te conozco y yo no soy de esas personas que le cuentan su vida a un extraño.
-Sí, lo siento.
-No te preocupes.
-¿Y lo quieres?
Suspiré.
-Realmente yo no quiero a nadie. -Bajé mi mirada. –Pero sí le tengo aprecio, él ha sido una gran ayuda para mí.
-¿Por qué lo dices?
-Porque olvidé como hacerlo.
-¿Sabes? Yo te voy a enseñar.
Reí.
-Pues buena suerte.
-No te rías, es en serio.
-Vale, te creo. -Dije tratando de no reírme.
-¿Por qué piensas que no, tan difícil eres?
-No te lo alcanzarías a imaginar.
Me tomó la mano.
-Yo haré que sea posible.
-Confío en ti.
¿Por qué confías tanto en él? Es una persona como las demás, te puede hacer daño y mucho más que antes Sara.
-Me alegra que confíes en mí.
-No soy muy dada a confiar en las personas que se me acercan, tú tienes… algo especial.
No me dijo nada, sólo sonrió.
-¿Tienes familia?
-No. -Dije cortante.
-¿Por qué?
-Todos murieron hace tiempo, excepto mi hermana.
-Oh… lo siento mucho.
-No te preocupes, ¿Y tú?
-Sí, vivía con mis papás y mi hermana en Boston.
-¿Por qué estás aquí?
-No lo sé, supongo que quería nuevos rumbos y terminé en Los Ángeles.
-Ya veo. Yo tampoco soy de aquí.
-¿De dónde eres?
-Dallas, hace tres años llegué.
-¿En serio?
-Sí ¿Por qué te sorprende?
-Porque… Sara, Global Smith Enterprises Inc. es la más grande empresa de automóviles en Los Ángeles y está en casi todo el mundo. ¿Cuántos años tienes?
-Tengo 24 años.
-¿Cómo hiciste? Digo, es mucho en tres años y sólo tienes 24.
-Diría que con esfuerzo y dedicación se hacen grandes cosas.
-Qué suerte ser tú.
-No sabes lo difícil que es ser yo.
-¿Por qué?
-Digo, estar en reuniones todo el tiempo, viajar y esas cosas, casi no tengo tiempo libre.
-Cada sacrificio trae su recompensa.
-Claro que sí. Bueno, ya no hablemos más de mí, cuéntame sobre tu vida.
-Tengo 26 años, no muy exitoso. -Rió. –Como ya te dije, tengo una hermana que es mi adoración, tengo una muy buena relación con mis padres, mi madre es médica y mi padre arquitecto.
-Buenas profesiones. -Sonreí. -¿tú que haces?
-Yo soy ingeniero en mecánica.
-¿En serio?
-Sí, te preguntarás por qué terminé siendo el que cubre al mensajero de tu empresa ¿no es así?
Asentí.
-Pues verás, no he tenido mucha suerte y necesitaba dinero para mantenerme aquí, un amigo me habló que necesitaban un mensajero por unas horas en tu empresa, entonces decidí tomarlo, era eso o nada.
-Que odisea. -reí. –Tal vez yo pueda ayudarte, necesitamos a un ingeniero en mecánica, uno de los que tenemos renunció.
-Yo no podría aceptarlo Sara, sería muy abusivo de mi parte.
-Para nada, en verdad necesitamos a uno y tú llegaste como del cielo.
Empezamos a reír a carcajadas.
-¿Siempre eres tan dramática?
-Algunas veces.
-Yo no puedo aceptarlo, ¿Qué dirían los demás empleados? Un día mensajero y al otro ingeniero.
-No me importa lo que piensen los demás, yo soy la jefa y puedo contratar a quien yo quiera, además, así podrías cuidarme. -Dije haciendo comillas. -¿Aceptas?
-Está bien. -Dijo no muy seguro.
-Bienvenido. -Le sonreí.
-Gracias.
-Vamos, te presentaré con los empleados y te daré una pequeña clase del funcionamiento de la parte mecánica.
-Vamos. -Se puso de pie y me extendió la mano, yo la tomé sin dudarlo.
Caminamos de nuevo hacia la oficina y una vez adentro llamé a todo el personal, pues tenía que decirles lo del nuevo empleado.
ESTÁS LEYENDO
Antes y después. *PRÓXIMAMENTE EN EDICIÓN*
RomanceDespués de ese día dejó de ser la misma, se convirtió en una chica fría, sus ojos ya no reflejaban la dulzura de su alma... hasta que lo conoció a él.