Antes y después. *PRÓXIMAMENTE EN EDICIÓN*

Capítulo 9.

*Flashback*

-Vamos Dahpne, quiero ver donde pasaré mi noche de bodas.

-Eres realmente intensa cuando quieres algo. -Ambas reímos.

-Algunas veces y sólo cuando estoy emocionada.

-Está bien, sube.

-Amo las canciones de Bruno Mars, tienes buen gusto en eso.

-¿En eso? En todo hermana.

Reí y ambas empezamos a cantar como nunca antes.

-Es aquí, bienvenida al hotel Diamon, el mejor de la ciudad.

-No puedo creerlo, esto es realmente hermoso. -Dije entrando.

-Te ves muy enamorada Sara.

-Es porque lo estoy, Jim es el mejor hombre que he conocido y no puedo creer que mañana valla a casarme con él.

Daphne fue hacia recepción y le dieron una tarjeta que seguramente es una especie de llave para la puerta.

-¿Jim te mencionó algo sobre venir?

-No, tal vez ha venido a arreglar algunas cosas.

Subimos al ascensor y llegamos a la habitación 407. Al entrar escuchamos unos fuertes gemidos.

Quise caminar, pero Daphne me tomó del brazo y me susurró un ‘No’ pero me solté de sus agarre.

Entré del todo a la habitación y vi en la cama al que iba ser mi esposo mañana y a una de mis damas de honor, mi prima Paula.

Todo mi cuerpo se tensó, esto debe ser un chiste, Jim se va a casar conmigo y ella es parte de mi familia. Daphne me haló del brazo.

-Mierda, era Sara. –le escuché decir a Jim.

Mi hermana me subió al auto, yo me quedé viendo al frente, no lloraba, no hacía nada, pero las imágenes de Jim y Paula teniendo sexo en esa cama no se borraban de mi mente.

No quise hablar con nadie cuando llegamos a casa, sólo subí a mi habitación y la cerré con llave, me voltee y lo primero que vi fue mi vestido de novia. Me desesperé, empecé a llorar y gritar, tiré todo lo que tenía a mi paso, me arrodillé y tomé el velo y me lo coloqué. Me puse de pie y tomé una botella de champagne con una copa y me dirigí al baño, abrí la llave de la bañera y esperé que se llenara. Me metí en ella con el velo en mi cabeza y la copa llena.

-Maldito el día en que te conocí Jim… ¿por qué antes de la boda? ¿Por qué no me dejaste mejor? Te odio. -Grité lanzando la copa hacia el suelo.

Cubrí mi rostro con las manos y las fui retirando lentamente, sentí como mi corazón se llenaba de odio y dolor.

-No volveré a enamorarme, no seré nunca más una maldita estúpida, lo juro… lo juro. -Dije en un susurro.

Salí de la bañera y me acosté en la cama, de inmediatamente me quedé profundamente dormida.

Abrí mis ojos con la esperanza que todo lo que había pasado anoche haya sido una simple pesadilla, pero no, no fue así, miré a mí alrededor y vi mi habitación vuelta nada. Empecé a llorar de nuevo.

Después de lamentarme un buen rato, me levanté de la cama a ducharme y después cambiarme. Quería un vaso de agua, así que me dirigí a la cocina.

-¿Qué fueron los gritos de anoche? -Me pregunta mi mamá.

-No quiero hablar.

Salí de allí y caminé hasta mi habitación. Daphne estaba parada en medio de ella observando el desastre que había hecho.