Capítulo 32.

101 6 0
                                    

Día 2

Mi día dos sin Brouce comienza y sigue siendo igual, no han cesado mis lágrimas ni mucho menos mi dolor en el corazón, en el alma, en mi cuerpo.

No he probado comida alguna, no contesto mi teléfono a nadie, sólo lo tomo para enviarle mensajes a Brouce y llamarlo. No he salido de mi habitación, me he refugiado en la soledad y en la oscuridad… ahora ellas son mis mejores amigas.

Sólo bastó ver su fotografía para explotar de nuevo en lágrimas. No puedo más, comienzo a llorar desesperadamente, me falta el aire, quiero gritar, quiero ahogarme en mi propio llanto y simplemente olvidar todo, porque eso se siente cuando pierdes a alguien a quien has querido más que a ti mismo, siento como quitan algo de mí, algo sumamente importante y que no lo conocía.

¿Cómo mantener la calma? Él era lo único que me importaba, no, me importa. ¡Maldición! Lo amo como a nadie en este mundo.

Esto seguramente es lo mejor, él se dio cuenta que a mi lado sólo lo dañaba. Él tiene razón, se cansó de todo lo que pasaba conmigo, se cansó de mis estúpidos problemas con el pasado, se cansó de intentar y no recibir nada.

Soy una completa estúpida al pensar que Brouce jamás me dejaría, que él ni en un millón de años sería capaz de marcharse y no regresar. Creí manejarlo, pero él terminó manejándome a mí a su antojo.

“La noche es más corta para los que están juntos. Más dolorosa para los que extrañan, y más larga para los que están solos.” -Seguramente es lo más cierto que he leído.

Mi vida está pasando por mi mente como una película, justamente como dicen que pasa cuando vas a morir ¿acaso este es el final? Tal vez lo sea, esto ya no es vida, porque lo que me la daba ya no está conmigo, se la llevó por completo, se llevó mi ilusión para vivir, la que con tanto esfuerzo logré conseguir después de todo el daño que me causaron antes.

Recuerdo la sensación que me causó Brouce aquella noche que nos conocimos, el modo en que mis ojos quedaron totalmente inmóviles en él y lo bonito que fue que su sonrisa lograra que cayera en cuenta en la mierda en que estaba. Ahora todo tiene sentido, él sonrió porque sabía que me enamoraría profundamente.

Dicen que la vida siempre coloca las cosas que realmente te mereces, pero, ¿qué pasa conmigo? ¿por qué nunca puedo tener lo que yo quiero y en el tiempo que quiero? ¿por qué no me deja ser feliz? Tal parece que le gusta divertirse viéndome sufrir intensamente… entonces ¿A qué juega la vida conmigo?

¿Sabes lo que necesitas? Necesitas perdonar a todos los que te hicieron daño, así podrás liberarte de todo ese dolor que llevas dentro.

¿Y si Brouce tiene razón? Tal vez deba ir a… ¿perdonar?

Debo estar delirando, yo jamás pondría un pie en casa de mis padres y mucho menos trataría de hablar con ellos, me jodieron la vida cruelmente al no apoyarme con todo lo que pasó con Jim y justo ahora, toda la mierda pasada, afectó mi presente con Brouce, así que es su jodida culpa.

Te necesito ¿entiendes?

Estoy quedando como una estúpida intensa por la cantidad de mensajes que le he mandado a Brouce, pero no me importa, necesito que conteste mis mensajes.

Me está matando todo esto, no quiero más, no puedo más. Mi vida se me está yendo en minutos, me siento una completa mierda, la única persona que me hacía mejor se fue y yo me encargue de todo eso.

De verdad necesito tenerlo a mi lado, necesito que me abrace, que me bese, que me acaricie, que me diga cuanto me ama, que me proteja, que me haga enojar, reír, soñar despierta.

¿Cómo es posible que lo ame tanto?

Tú sabes la respuesta Sara.

Él es magnífico, inteligente, amoroso, cursi y sensible. Somos tan diferentes, pero tan iguales cuando estamos juntos que… me aterra, me aterra pensar que alguien pueda manejarme así, pero al mismo tiempo, sólo pensaba en encontrar a alguien que me amara tal y cual soy.

¿Esto es lo que Brouce sentía cuando yo lo rechazaba? Y ahora sé que, naturalmente las cosas giran y nos toca sentir lo que el otro sintió.

“Es una locura odiar a todas las rosas porque una te pinchó.”

Pequeña pero verdadera frase que Brouce me dijo y que no escuché, me arrepiento de todo, de toda la mierda que hice, de lo tonta que fui al dejarlo ir, fui una cobarde.

Ahora lo entiendo, él estuvo para mí siempre, él no quería dejarme, fui yo quien lo obligó a hacerlo por mis actos. Él me amaba tanto, dejó muchas cosas por mí, no le importó mi pasado ni lo mierda que fui. Me amó, me cuidó y apoyó, y lo único que hice yo fue alejarle.

Esto es cruel, no quiero sentir este dolor más. Mi cuerpo no lo resiste.

¿Qué haces cuando la persona que amas te ha dejado sola?

¿Por qué no seguí siendo la fría y calculadora Sara de antes?

Porque simplemente te enamoraste de él.

¿En serio tengo que recordar todo lo que las personas me han dicho? Lo único que provoca es hacerme mierda.

Antes y después. *PRÓXIMAMENTE EN EDICIÓN*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora