Día 4
Entonces te das cuenta que ya no sientes nada de dolor, o, simplemente te acostumbras a vivir con él.
“El amor es una forma de prejuicio. Tú amas lo que necesitas, amas lo que te hace sentir bien, amas lo que es conveniente. ¿Cómo puedes decir que amas a una persona cuando hay por ahí diez mil personas en el mundo que amarías más si las conocieras?”
Hace dos años estaría compartiendo el mismo pensamiento que Charles Bukowski. Pero siempre llega una persona que logra cambiar tu forma de pensar y actuar. Cambia tu perspectiva de ver las cosas del amor y de la vida.
Estoy cansada de lamentarme, de sentirme tan mal.
-¿Qué tal este, Sara?
-¿Por qué Brouce no me busca?
-Te necesito aquí por el amor de Dios.
-En serio, ¿por qué no lo hace? –pregunto viendo fijamente a un punto inexistente.
-Ustedes necesitaban tiempo para pensar, tú lo necesitabas para darte cuenta cuanto lo amas y él… para darse cuenta si te quiere o no en su vida.
-No es justo.
-Nada en esta vida lo es.
Nada en esta vida lo es.
Nada en esta vida lo es.
-¿Puedes prestarme atención y ayudarme con esto?
-De acuerdo Daphne.
-¿Te gusta este? Es lindo.
-No lo sé, es igual a todos. –digo y me encojo de hombros.
-No eres de gran ayuda en ese estado.
-Me importa una mierda buscar vestidos de bodas, y no sé qué hago aquí ni mucho menos por qué me dejé convencer.
-Necesitabas salir y despejar tu mente, ibas a perder la cabeza si seguías en tu habitación.
-No, enloqueceré si no salgo de aquí de una vez por todas, estas cosas me enferman.
-Bien, entonces ve por ahí.
-Bien.
Salgo rápidamente y camino hacia la cafetería de al frente. Compro un cappuccino y me siento en una de las mesas que estaban afuera.
Frente a mi hay una pareja que al parecer están muy enamorados.
¿Qué hubiese pasado si no hubiese encontrado a Jim traicionándome?
Seguramente ahora estaría felizmente casada y tal vez con una pequeña corriendo en nuestra casa. Pero ¿estaría felizmente engañada?
¿Qué sería de mí si Brouce no hubiese aparecido en mi vida?
Definitivamente sería la fría y dura Sara de siempre, aquella a que no le importa los demás, aquella sin sentimientos, aquella que sólo piensa en sí misma. Tal vez estaría con Daniel, o tal vez estaría completamente sola porque él también se cansaría de mí y me dejaría. Pero lo bueno de no haber conocido a Brouce y que Daniel me hubiese dejado, es que no me importaría en lo absoluto y estaría haciendo mi vida como si él no hubiese existido, pensando que jamás nadie volvería a provocar mis lágrimas y mis ganas infinitas de volver a amar.
Más sin embargo me encuentro sola, destruida y con un enorme vacío en mi corazón, nuevamente, porque el hombre que amo se fue, se cansó de toda mi mierda y justamente ahora lo extraño más que a nada.
No me importaría estar tomada de la mano con la de él, o demostrar cariño públicamente. Simplemente me dedicaría a hacerlo feliz y a demostrarle a todos que Sara Smith volvió a ser feliz. Pero no, estoy jodida y sola, viendo como una pareja de enamorados provoca envidia muy dentro de mí.
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Antes y después. *PRÓXIMAMENTE EN EDICIÓN*
RomanceDespués de ese día dejó de ser la misma, se convirtió en una chica fría, sus ojos ya no reflejaban la dulzura de su alma... hasta que lo conoció a él.