Supernatural (Dean Winchester)

38.

"Bla bla bla"
Eso era todo lo que Iris oía decir a su padre. Miró la escena con verdadero aburrimiento, mientras se dejaba caer un poco más hacia abajo en su asiento.
Estaba en otra de las interminables reuniones que su padre organizaba. La joven no entendía la fijación que éste tenía con hacerse con el control del infierno.
Eran demonios, podían hacer prácticamente todo lo que quisieran y su padre estaba empeñado en destronar a Crowley y hacerse con el poder.
Sin embargo a ella aquel asunto no la atraía lo más mínimo. Quería dedicarse a hacer lo que la diera la gana, sin seguir ninguna norma impuesta por nadie. Si no, ¿qué gracia tiene la inmortalidad si tienes que pasártela obedeciendo a algún imbécil?
Miró con asco a todos los presentes de la sala, los súbditos de su padre. Estaba tan harta de todos ellos...
Y por último le miró a él, a Samyaza.
Seguía hablando de a saber qué. No lo aguantaba más. Se había convertido para dejar de sufrir, no para que la siguieran torturando con toda aquella mierda.
Entonces lo tuvo claro. ¿Por qué seguir allí?
Su padre quería que ella se convirtiera en demonio, la maldición la condenaba a ello. Pues muy bien, ya lo era. Se acabó el hacer otra cosa que no fuera lo que a ella le diera la gana. Ya nada la ataba a comportarse.
¿Y si eso suponía la muerte por desobedecer? Muy bien, adelante, que lo intentaran, tampoco tenía nada que perder. La daba absolutamente igual.
Su mirada se cruzó con la de su padre, la chica levantó una ceja, en señal de desafío y luego desapareció de allí en forma de humo negro.
Samyaza calló unos instantes, para luego seguir a lo suyo. Se avecinaba una guerra, no tenía tiempo de lidiar con su hija, además ya era hora de que explorase su nueva naturaleza.

Sam llevaba semanas sin encontrar nada. Se sentía más sólo y perdido que nunca. Por más que buscaba no había rastro de Dean, nadie sabía nada. Incluso había engañado a un hombre para que vendiera su alma en una encrucijada, para así, poder interrogar al demonio acerca de su hermano, pero había sido en vano.
Nadie parecía saber nada.
De Iris sabía aún menos, la chica ni siquiera había vuelto a casa al morir Dean, y Sam se temía lo peor.

- Hola
Ertael se giró sorprendido al escuchar aquella voz.
- ¿Iris?
La chica sonrió, mientras se sentaba a su lado en la barra del bar.
- Menudo tugurio. ¿Qué bebes? - comentó la morena a la vez que le cogía el botellín de cerveza y le daba un trago.
- No me esperaba verte de nuevo. - Ertael contempló a la chica de arriba a abajo. Había algo diferente en ella, a parte de esa nueva naturaleza demoniaca. Tenía un aspecto más sano, más saludable. Y ese comportamiento de "todo me da igual" proporcionaba a la chica un aura diferente, irresistible a la vez que peligroso.
- Siento decepcionarte.
- No es eso, me sorprende que no estés con tu padre. - Mientras acababa la frase, Ertael se tensó, Iris lo notó.
- Relájate, no anda cerca ni me envía él ni va a por ti. Dudo que piense en ti. - la chica le dio otro trago a la cerveza que se había apropiado. - Me he largado.
Ertael la miró extrañado, sin decir nada, esperando a que la chica se explicara.
- Me aburría demasiado. - se encogió de hombros.- No me he convertido en una zorra de ojos negros para seguir siguiendo órdenes.
- Sigue sorprendiéndome que hayas venido conmigo. Lo más lógico era que hubieras vuelto con tus amigos los Winchester.
- Ese capítulo se acabó, Ertael. - Al chico le sorprendió la frialdad con la que lo decía, realmente había pasado página. - Y ahora dime ¿vienes conmigo a hacer algo o te quedas aquí?
Ertael la dedicó una sonrisa, tenía pinta de que iba a dejar de aburrirse.

Crowley observó a Dean con frustración. Empezaba a hartarse de él.
Las primeras semanas habían estado bien. Muy bien. Pero parecía que la luna de miel se acababa.
Había sido una fiesta detrás de otra, un bar detrás de otro, una chica tras otra, karaokes horriblemente cantados, sin reglas, sólo dos demonios pasándoselo bien.
Tal vez ese había sido el problema, él era el rey del infierno, estaba acostumbrado a que le sirvieran, que hicieran todo lo que el quisiera, no que le llevaran la contraria. Y menos delante de sus subordinados. Dean Winchester comenzaba a ser un problema. Y no tenía tiempo para resolverlo. Se avecinaba una guerra por el trono del infierno. Crowley lo sabía y debía prepararse, no podía desconcentrarse.
Tenía que deshacerse de él.
Crowley tenía un plan, y en caso de que éste fallara, siempre podía recurrir a Sam Winchester. Sabía lo desesperado que estaba por encontrar a su hermano. El propio Dean lo sabía, aunque le daba igual. Tenía un mundo completamente nuevo por descubrir.

Dean siguió a Crowley a través de la puerta del bar, la música estaba alta y olía a alcohol y sangre.
Para su agrado vio que había bastante ambiente.
Al fondo del bar había un grupo de gente, 7 u 8 personas que estaban con su propia fiesta.
Los dos demonios se acercaron a la barra del bar y pidieron dos bebidas.
No pudieron evitar mirar hacia aquel grupo. Montaban mucho escándalo. Risas, gritos... Realmente parecía que se lo estaban pasando bien.
Dos de las chicas del grupo se besaban entre ellas, y luego uno de los chicos allí presentes se unió a ellas.
- Vaya, cómo está el ambiente. - comentó Dean sin despegar los ojos de la escena.
- Sí, no puedo ni imaginarme cómo va a acabar. - le contestó Crowley, con una sonrisa mientras pegaba un trago a su bebida.
Entonces, el chico se separó de las dos chicas, mientras se limpiaba la boca, miró hacia la barra, cruzando sus ojos con Dean.
Le conocía. Dean se tensó un poco, sin entender bien por qué. Era Ertael.
El ángel caído también le reconoció, no tardó ni dos segundos en tocar en hombro de la chica morena que se besaba con la otra.

Instantes después las miradas de Dean Winchester e Iris Grigori volvieron a cruzarse de nuevo.

He vuelto, sí. Espero que os guste, sé que he tardado, pero no he tenido ni tiempo ni ganas de escribir últimamente, pero al ver que la gente seguía leyendo mi historia he decidido continuarla. Vuestros comentarios animan mucho, así que ya sabéis, votad y comentad 💖