Supernatural (Dean Winchester)

12.

- ¿Se puede saber qué haces? - preguntó Bobby a Dean, metiéndose en el coche también. - ¿dónde están tu hermano e Iris?

- Ahora venían. - dijo Dean con indiferencia.

- Vale, ¿y qué haces en mi coche?

- Eeh... - Dean se quedó sin palabras, ni siquiera entendía por qué se había metido en el coche de Bobby, porque estaba claro que no estaba celoso. No. - Mira ahí están.

Dean salió del coche de Bobby, sintiéndose como un estúpido, sin entender por qué había actuado de aquel modo.

Finalmente, acabó conduciendo su preciado Impala, con Sam en el asiento del copiloto.

- La noche del perro, Lilith trató de matarte. A ti y a Iris.- dijo Dean.

- Bueno, lo intentó, pero no pudo.

- ¿Cómo que no pudo?

- Lanzó una luz abrasadora y no pasó nada. Fue como si fuésemos inmunes.

- ¿Inmunes?

- Sí. No sé quién estaba más sorprendida, si ella o nosotros.

- Entiendo que tú seas inmune, por todo ese rollo de la sangre de demonio, ¿pero Iris?

- Créeme, Dean, yo también me pregunto lo mismo. No sabemos qué pasó. Aunque me alegro de que no la pasase nada.

- Ya, puedo verlo.- dijo Dean en voz baja, para que Sam no lo oyese.

- Aunque en mi opinión la ha afectado.

- ¿A qué te refieres? - preguntó Dean, no podía evitar preocuparse por ella.

- ¿No te has dado cuenta de lo cansada que parece? -preguntó Sam, Dean asintió con la cabeza. - Desde esa noche ha sido incapaz de dormir una noche completa.

- Por las pesadillas ¿no?

Sam asintió.

- Está cansada todo el tiempo, y se niega a descansar, Dean. Si sigue así mucho más tiempo va a acabar mal. Me sorprende que siga de una pieza.

- ¿Y qué hay de Ruby? ¿Dónde está? - preguntó Dean, cambiando de tema. Le incomodaba que su hermano le hablase de Iris. No podía evitar pensar que si él hubiese estado ahí, habría podido ocuparse de ella.

- Muerta. O en el infierno.

- ¿Y has estado usando tus poderes? - volvió a preguntar Dean. Mientras seguía dándole vueltas a lo que Sam le había dicho sobre Iris. No entendía por qué se preocupaba tanto por ella. Que lo hiciese Sam.

- ¿Mis poderes?

- Sí, ahora que eres inmune, seguro que tienes alguna otra mierda.

- Nada. No he usado nada. Tú no querías que fuese por ese camino. No he ido.

- Bien. Mantente así.

Tras un buen viaje, llegaron a casa de la psíquica, Pamela Barnes, y tras las presentaciones, Pamela propuso realizar una señal de espiritismo, para ver si así descubrían quién había liberado a Dean del infierno.

- Tomaros de las manos. - dijo Pamela, comenzando la sesión. Los cuatro cazadores hicieron lo que ella pedía. - Y necesito algo que nuestro monstruo haya tocado.

Dean se levantó la manga izquierda, dejando ver la marca de la mano en su hombro. Pamela posó su mano sobre la marca y comenzó a recitar las palabras necesarias para llevar a cabo el hechizo.

Mientras Pamela hablaba, Dean abrió un ojo, con curiosidad, enfrente suyo estaba Iris, con los ojos también abiertos, observándolo todo. Las miradas de ambos cazadores se cruzaron. Pamela seguía recitando las palabras. Dean se negaba a apartar la mirada, que ella lo hiciese primero. De repente la tele se encendió, acabando con el juego de los dos jóvenes.