21.

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Sam abrió la puerta de la habitación de un golpe, sólo podía pensar en una cosa: acabar con Zeref.

Iris echó un último vistazo a la habitación del motel. Dean continuaba en la cama y Castiel permanecía a su lado, tratando de mantenerle con vida algo más de tiempo.

De repente, el cuerpo de Sam chocó contra el suyo, provocando que ambos cayesen al suelo.

- ¿Qué mierdas...? - preguntó la chica, mientras apartaba a Sam de encima suyo, entonces vio a una niña pelirroja, que les sonreía desde la puerta. Aquella niña no tendría nada de raro, de no ser por un profundo corte que tenía en la garganta y de toda la sangre que manchaba su vestido.

- Genial. - dijo la morena, al ver que se trataba de uno de los títeres de Zeref.

- ¿En serio os creíais que os iba a dejar iros así sin más? - preguntó la niña con una voz grave.

Un hombre apareció junto a la niña, iba ataviado con un traje negro, completamente mojado, su piel estaba muy pálida y estaba algo hinchado.

- He venido a por él, ahora me pertenece. - dijo el hombre, a la vez que la niña, mientras apartada de su cara unos mechones de pelo empapados.

Sam e Iris miraron en dirección a Dean, cada vez parecía más débil, Castiel estaba completamente concentrado, tenía las manos extendidas sobre el pecho del chico, tratando de mantenerle con vida, pero Zeref era muy fuerte, y a medida que se aproximaba a Dean su fuerza crecía cada vez más.

Sam fue el primero de los dos cazadores en reaccionar, se levantó de suelo rápidamente, cogiendo el cuchillo mata-demonios y abalanzándose contra el demonio. La niña sonrió, y con un suave gesto con la mano, lanzó a Sam y a Iris contra la pared más cercana, para luego mantenerles allí, totalmente inmovilizados.

Una oleada de dolor recorrió el cuerpo de la chica de arriba a abajo, provocándola un grito de dolor.

Castiel desvió su atención hacia la chica, sorprendido. Era la primera vez que veía a un humano reaccionar de esa manera frente al poder de un demonio.

Cuando el ángel volvió a prestar atención a lo que ocurría a su alrededor, vio que cada vez había más demonios. Eran demasiados, incluso para él.

El poder de Zeref consistía en eso, cuantos más títeres tenía, más poderoso era, y a pesar de que Lilith había roto su sello hacía unos días, el demonio no había perdido el tiempo, había conseguido hacerse con tal ejercito, que ahora ni el propio Castiel podía hacer nada para detenerle.

Los tres cazadores vieron cómo el títere del hombre empapado de agua sacaba un cuchillo de su chaqueta, y a continuación, agarraba a la niña pelirroja del cuello, para luego, dibujar con el cuchillo, sin dejar de sonreír, un extraño símbolo en el estómago de la niña, que ni Sam ni Iris reconocieron. Sin embargo, Castiel si lo hizo. Era un símbolo anti-ángeles.

Una luz cegadora invadió la habitación, y instante siguiente, Castiel no estaba.

Sam y la joven habían quedado libres.

- Hay que encontrar a Zeref. - gritó Sam, mientras se quitaba de encima con un puñetazo a uno de los muchos títeres que había en la habitación.

Iris asintió, y buscó al demonio, en vano, por la habitación. Lo único que vio fue que los títeres comenzaban a colocarse alrededor del cuerpo de Dean.

Iris y Sam actuaron a la vez, con perfecta coordinación. Atacando a los títeres, alejándolos de Dean.

Los dos cazadores se habían acostumbrado a luchar juntos el tiempo en el que el mayor de los Winchester había estado en el infierno.

Supernatural (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora