Supernatural (Dean Winchester)

16.

- ¿Dónde está Lilith?- preguntó Sam al demonio que tenía delante completamente atrapado en una trampa, con un tono bastante amenzador.

- Que te jodan.- respondió este.

- Si fuera tú tendría más cuidado.

- ¿Por qué? ¿Porque eres Sam Winchester? Que miedo.- se burló el demonio, luego le echó una rápida mirada a Ruby, que les observaba desde una esquina de la habitación. - ¿Ya sabe tu hermano lo que tú y esta gran zorra hicísteis mientras él no estaba?

Sam ni siquiera se dignó a contestar, con sus poderes mandó de vuelta a aquel capullo al infierno. Ruby sonrió, orgullosa. Lo que Sam y ella no se esperaban era que había una tercera persona, observándoles. Dean.

Sam se acercó al cuerpo del hombre  que el demonio acababa de abandonar, comprobó su pulso. Tenía. Una sonrisa de satisfacción apareció en el rostro del pequeño de los Winchester.

- ¿Qué tal? - preguntó Ruby.

- Bien. No siento dolor de cabeza alguno.

- Eso está bien. - dijo Ruby, con una sonrisa. Sam ayudó al hombre a incorporarse y entonces se quedó helado, acababa de descubrir a Dean. 

- ¿Algo que quieras contarme, Sam?

- Dean, espera ¿vale? Déjame...

- ¿Déjame explicarte? ¿Vas a explicar esto? ¿Quién es ella?- preguntó Dean, verdaderamente enfadado.

- Es bueno verte de nuevo, Dean.

- ¿Ruby?- preguntó Dean mirando a su hermano. Éste asintió. Dean se tomó unos instantes para procesar aquella información, luego se lanzó contra el demonio, con el cuchillo mata-demonios en la mano, dispuesto a acabar con ella. Sin embargo, Sam le detuvo.

- ¡Para! - Sam se interpuso entre ellos, entonces se dirigió a Ruby. - Encárgate de él, está herido, necesita un hospital.

Ruby miró a Sam, desafiante, pero finalmente asintió e hizo lo que éste la pedía.

- Tendrías que haber hecho caso a Iris y habérselo contado antes. - Dijo Ruby con malicia, antes de abandonar a los dos hermanos. Sabía que Dean sentía algo por Iris, sabía que eso le haría daño. No había podido resistirse a dejar pasar por alto aquella oportunidad. No soportaba a Dean.

Joder pensó Sam, mientras miraba a su hermano, podía ver que aquello le había dolido.

- ¿Ella también lo sabía? - preguntó Dean.

- Dean...- Sam llamó a su hermano, tratando de explicarse, pero éste no le dejó, se fue de allí sin decir ni una palabra más.

- Te lo dije, Sam. Te dije que no te juntases con esa puta.- le recriminó Iris al menor de los Winchester.- Joder. Te dije que se lo contases a Dean y tampoco pudiste hacerme caso con eso.

- Estoy salvando vidas humanas, Iris. Puedo devolver a los demonios al infierno, sin matar a los humanos que poseen. - dijo Sam, tratando de defenderse, llevaban un buen rato discutiendo entre ellos. El chico había llamado a su amiga en cuanto Dean se había ido, pues no sabía qué hacer.

- ¿Y a qué precio, Sam? ¿En serio te piensas que puede salir algo bueno de todo eso?

Sam iba a contestar, cuando por fin, su hermano, apareció por la puerta.

- Dean...- Sam trató de hablar con él, Dean sin embargo no le hizo ningún caso, pasó de él y de Iris y se puso a hacer la maleta. -¿Te vas?

- Sí. No me necesitas. Tienes a Ruby, puedes ir con ella a cazar demonios. - luego miró a la chica. - Mira y tú también puedes irte con él, dado que apoyas todo el tema.