Supernatural (Dean Winchester)

06.

Sí, ya sé que dije que subiría los fines de semana, pero vuestros comentarios me han animado mucho a seguir escribiendo la historia, así que aquí tenéis un capítulo nuevo, espero que os guste ♡♡♡

- Podrías poner algo de tu parte, Dean. - dijo Sam.

- Ya te he dicho que lo dejes, no hay nada que hacer. - respondió Dean a su hermano, cansado de aquella conversación.

- ¿Y entonces qué quieres que haga? ¿Quedarme sin hacer nada?

- SÍ, SAM, ESO ES LO QUE QUIERO. QUE NO HAGAS NADA. - gritó Dean a su hermano, perdiendo la paciencia.- Hice un trato y voy a cumplirlo.

- Genial. - dijo Sam, enfadado con su hermano, saliendo de la habitación del motel con un portazo.

Dean suspiró mientras se tumbaba en la cama, siempre acababan discutiendo por lo mismo, y a medida que avanzaban los meses y él se iba quedando sin tiempo las peleas entre los dos hermanos eran cada vez más fuertes. Sabía que Sam estaba preocupado con él, y que estaba poniendo todo su empeño en salvarle, pero no había nada que hacer, la condición que había puesto el demonio era clara, si Dean trataba de engañarle, Sam caería muerto al instante.

El chico sacó su móvil y comenzó a bajar en la lista de contactos hasta encontrar el nombre de Iris. Se había acostumbrado a hablar con la chica, siempre que hablaba con ella era como si todo lo que le preocupase desapareciese por unos instantes.

- Dean. - dijo la chica al otro lado del teléfono.

- ¿Estás bien? - preguntó el chico, al oír la voz de la chica, sonaba más cansada de lo normal.

- Si, es sólo que estoy cansada. Esto se está complicando bastante y... Aargg- la chica emitió un gruñido de dolor.

- ¿Qué pasa?

- No es nada, tranquilo.

- No empieces con que no es nada. La última vez que me dijiste eso casi te desangras.

- Es un simple dolor de cabeza, nada más... ¡Joder!- la chica volvió a soltar un pequeño grito de dolor.

- ¡Iris! ¿Dónde estás? - preguntó Dean que empezaba a preocuparse.

- Dean... No... - la voz de la chica sonaba muy débil, como si estuviese sintiendo mucho dolor, apenas pudo decir unas palabras cuando volvió a emitir un quejido de dolor.

-Dime dónde estás ahora mismo. - exigió el chico. - Voy a buscarte.

- ...

- ¡IRIS!

- Dean, estoy bien. Es un dolor de cabeza. -dijo la chica, que parecía que se había recuperado.

- No empieces y dime dónde estás.

- Está bien, estoy en Michigan, en un pequeño pueblo al norte. Te envío la dirección en un mensaje.

Iris colgó el teléfono móvil con una sonrisa, Dean no podía hacerse una idea de las ganas que tenía de verle.

Cuando Sam volvió a la habitación del motel se encontró con su hermano mayor haciendo las maletas.

- Nos vamos. - dijo Dean, antes de que Sam abriese la boca.

- ¿Y puedo saber a dónde?

- Michigan. - dijo Dean, sin dar más explicaciones, saliendo de la habitación en dirección al coche.

Después de cuatro horas de viaje por fin llegaron, hacía bastante frío y todo estaba cubierto de nieve, cosa típica de aquella época del año, el pueblo parecía bastante normal.