04.

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El cuerpo de Sam seguía, sin vida sobre una de las camas de aquella casa abandonada. Dean, apoyando en la jamba de la puerta no dejaba de mirarlo, sin decir ni una palabra.

- ¿Dean?  - La voz de Bobby rompió el silencio, haciendo que el chico de ojos verdes mirase en dirección de la puerta principal, por donde entraba Bobby con comida. - Te he traído esto.

- No tengo hambre. Estoy bien. - dijo Dean.

- Deberías comer algo. - insistió Bobby.

- He dicho que estoy bien.

- Dean... Odio decir esto, pero ¿no crees que ya es hora de que enterremos a Sam?

- No. - cortó Dean a Bobby.

- Podríamos...

- ¿Qué? ¿Incinerarle?- terminó Dean la frase. - Aún no.

Tras unos instantes de silencio Bobby volvió a hablar.

- Dean... quiero que vengas conmigo.

- No voy a ir a ninguna parte.

- Necesito tu ayuda, está pasando algo, algo malo, el fin del mundo.

- PUES DEJA QUE SE ACABE. - gritó Dean.

- Tú no quieres eso.

- ¿De verdad crees eso? Ya estoy harto. He acabado con todo esto. Y ahora deberías irte de aquí y dejarme solo. VETE.

Iris estaba fuera de la casa, deambulando por el pueblo, no soportaba ver a Dean de esa manera, o a Bobby tratando de consolarle o al cadáver de Sam. Era una noche estrellada y bastante fría, todo estaba en silencio. Giró en una esquina y de repente, entre los árboles del bosque distinguió algo, una figura humana. La chica agarró su pistola fuertemente, y se dirigió hacia la figura, a medida que fue acercándose ésta fue haciéndose cada vez más visible. Era un hombre de mediana edad, que la miraba a ella, con una fría sonrisa en la cara. Sintió un escalofrío al ver el color de sus ojos, amarillos. Sin embargo, antes de que la chica pudiese acercarse más a aquel ser, éste desapareció.

- 5 años o nada. - dijo Dean. El demonio sonrió, mientras se alejaba.

- Nada.

- No, espera. - volvió a llamarle el chico, estaba desesperado, haría cualquier cosa por traer de vuelta a su hermano, incluso si eso suponía su alma.- ¿Qué tengo que hacer?

El demonio se detuvo, mientras sonreía.

- Primero, deja de rogar, resulta patético.  - dijo mientras volvía a acercarse a Dean.- Podría meterme en un lío por eso, pero eres mi debilidad,  es divertido jugar contigo. Lo haré.

- ¿Le traerás de vuelta?

- Lo haré. Y como soy una santa, te daré 1 año. - el demonio se acercó aún más a Dean. - Pero si tratas de engañarme el trato se termina y Sam cae muerto. ¿Qué dices?

Dean tras mirar al demonio a los ojos durante unos segundos reaccionó y la besó, aceptando el trato.

Iris regresó a la casa, esperando encontrar allí a Dean o a Bobby, había estado buscando a aquel ser de ojos amarillos pero éste parecía haber desaparecido.

- ¿Iris?

La chica dio un bote al oir aquella voz.

- ¿Sam? - preguntó ella sin creerse lo que estaba viendo. ¿Qué hacía Sam vivo y saludándola como si nada? En ese mismo instante, antes de que ninguno de los dos pudiese decir nada más, Dean entró por la puerta.

Supernatural (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora