18.

5K 305 27
                                    

Cartago, Missouri.

- ¿Y bien? - preguntó Iris acercándose a la mesa del restaurante, cargando con 3 cafés. - ¿de qué se trata?

- No hay demasiados datos. - informó Dean, mientras cogía el café que la chica le ofrecía. - Igual ni siquiera se trata de uno de nuestros casos.

- Oh, venga ya. Han encontrado a un matrimonio completamente masacrado en su dormitorio, y a su hijo pequeño en medio de la escena, cubierto de sangre, actuando como si eso fuese lo más normal del mundo, ¿en serio crees que no es uno de nuestros casos? - preguntó Sam con sarcasmo. Dean puso los ojos en blanco.

- ¿Demonios? - preguntó la chica.

Sam asintió.

- Es lo más probable.

- O que el crío sea un psicópata. - dijo Dean, consiguiendo ser ignorado por los otros dos cazadores, que rápidamente habían comenzado a hablar de teorías. No quería por nada del mundo enfrentarse a demonios ahora mismo. No con Sam bebiéndose la sangre de estos.

Un rato más tarde, los tres cazadores se dirigían a la escena del crimen, disfrazados de agentes del FBI, no tuvieron ningún tipo de problema en entrar en la habitación donde la matanza había ocurrido.

Habría sido una bonita habitación, con ventanas grandes que permitían que la habitación se llenase de luz natural, muebles caros y una gran cama de matrimonio justo en el centro de no ser por la sangre.

Había sangre por todas partes, en las paredes, el espejo, el armario, y en la cama. Especialmente en la cama.

- ¿Y todo esto lo ha hecho un crío de 10 años? - preguntó Dean, asqueado, tratando de no mancharse.

Sam asintió.

- ¿Oléis eso? - preguntó Iris. Los dos hermanos asintieron al detectar aquel olor que les era tan familiar. Azufre.

- Deberíamos hablar con los vecinos, y tratar de ver al niño. -dijo la morena, cuando salieron de la casa. - Iré yo a verle, y si sigue poseído me encargaré de él. Vosotros id a hablar con los vecinos, a ver si descubrís algo.

Dean asintió de mala gana, no le apetecía dejar a Iris sola. Pero tampoco quería dejar a Sam, no se fiaba de él. Además, la chica sabía cuidarse sola.

- ¡Iris! Espera. - dijo Dean, cogiéndola del brazo para detenerla, a continuación la ofreció el cuchillo mata-demonios. - Ten cuidado ¿vale?

La chica de ojos grises le dedicó una suave sonrisa mientras cogía el cuchillo.

- Tú también.

Los dos hermanos comenzaron a visitar las casas situadas al rededor de aquella en la que la tragedia había ocurrido. No consiguieron información nueva, todos los vecinos estaban sorprendidos y apenados con lo que había ocurrido.

Tras una hora larga de entrevistas, los dos hermanos casi habían acabado de visitar todas las casas, sin haber conseguido ninguna pista de nada. Sólo les quedaba una casa más por visitar. En aquel momento, Iris llegó.

- ¿Y bien?- preguntó Dean, esperanzado con que la chica hubiese descubierto algo.

- Nada. - dijo esta, acercándose a ellos. - No había nada. El niño afirmaba no recordar nada, y no había presencia demoníaca por allí. Aunque estoy segura de que fue poseído. ¿Habéis dado con algo?

Dean negó con la cabeza.

- Esta el la última casa del barrio, si aquí no hay nada, significará que el demonio se ha ido a otra parte.

Supernatural (Dean Winchester)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora