Supernatural (Dean Winchester)

09.

- ¿Estás bien? - preguntó la voz de Sam cuando Dean se despertó de repente.

El chico de ojos verdes le miró desorientado unos instantes, mientras se mentalizaba que aquello había sido solamente un sueño, ningún perro del infierno le había atacado.

- Si, estoy bien. - dijo Dean, levantándose un poco. Se había quedado dormido sobre la mesa, encima de los libros que había estado leyendo un rato antes, buscando algo que pudiese ayudarle a librarse de ir al infierno.

- ¿Has encontrado algo? - preguntó el pequeño de los dos hermanos.

- No, nada. - dijo Dean. Sam sonrió.

- Iris sí. - dijo el chico. - Una forma de encontrar a Lilith.

- Genial. Y aún tenemos 30 horas. - dijo Dean, que prácticamente había tirado la toalla.

- Dean. -dijo su hermano, acercándose a él.- Vamos a solucionar todo esto ¿vale? No me importa lo que cueste. No vas a ir al infierno. No voy a permitirlo. ¿De acuerdo?

Dean miró a su hermano durante unos instantes. Miró cómo su cara se deformaba de repente, signo de que a Dean le quedaba poco tiempo.

- Sí. - dijo el chico, fingiendo que creía a su hermano.- De acuerdo.

Iris había encontrado la forma de hallar a Lilith, el demonio que tenía el contrato del alma de Dean, un demonio increíblemente cruel y poderoso, si conseguían encontrarle, tal vez podrían romper el trato. Había encontrado el hechizo en un antiguo libro que había en casa de Bobby, tal vez no todo estaba perdido.

- New Harmony, Indiana. - leyó Bobby en el mapa cuando Iris acabó de pronunciar el hechizo.

- Bien, vámonos. - dijo Sam, que no estaba dispuesto a perder más tiempo.

- Eh, eh, eh, espera. - dijo Dean deteniendo a su hermano.

- ¿Por qué? ¿Qué pasa?

- Vamos a ver, ¿por dónde empiezo? - contestó Dean. - Lo primero de todo es que no sabemos si Lilith tiene mi contrato, Bella nos lo dijo. Y yo no me fío de ella. Segundo, aún si somos capaces de encontrar a Lilith tendremos que matarla. Y no hay forma de hacerlo. Y tercero, Sam, ella quiere vernos muertos.

- Bueno y ¿qué quieres que hagamos? - preguntó Iris, mirando a Dean a los ojos.

- Que yo vaya a morirme no significa que vosotros también tengáis que hacerlo. - dijo Dean. - Sois lo suficientemente inteligentes para saber que es un suicidio. No vamos a ir.

- Si, vamos a ir, Dean. - dijo la chica.- Hay una forma de saber si Lilith tiene tu contrato y de conseguir un cuchillo mata-demonios.

- No. - Respondió Dean, acercándose a Iris- De ninguna manera.

- Dean... - dijo Sam. - Ella tiene razón.

- Joder, no.

- No hay tiempo para ponernos a discutir. - dijo la de ojos grises.

- Estoy con ella, Dean, voy a convocar a Ruby.

- JODER, ¡NO! - gritó Dean. - Ya tenemos suficientes problemas como para que encima tengamos que pedirle ayuda a Ruby.

- Exacto. Y no tenemos ni tiempo ni opciones. - le respondió Iris, acercándose al chico.

- Ella es una maldita mentirosa. Dijo que podía salvarme. Mintió. Dijo que sabía todo sobre Lilith. Pero no nos contó que sabía que tenía mi alma.

- ¿Y te crees que no sé que es una mentirosa o que me fío de ella? - le contestó la joven a Dean en el mismo tono de voz. - Ella sigue teniendo el maldito cuchillo.