Supernatural (Dean Winchester)

30.

-Según las enfermeras, apareciste aquí. - dijo Dean, estacionando el Impala a un lado de la carretera. Estaban a unos 30 kilómetros del hospital, habían tenido que escaparse de éste, ya que la noche anterior Iris había ingresado en un estado pésimo, llena de heridas, y en menos de 24 horas estaba como nueva, sin un rasguño, algo que no habría sido nada fácil de explicar.

La chica no dijo nada, simplemente bajó del coche, en busca de respuestas. Habían pasado 4 años desde que murió, y ahora de repente ella había vuelto, sin ningún tipo de recuerdo de lo que había pasado durante ese tiempo. Dean, Sam y Castiel bajaron del coche, siguiéndola.

- ¿Cas? - preguntó Sam, con la esperanza de que el ángel encontrase algo.

- Apenas noto nada. - dijo el ángel. - Hay un ligero rastro de presencia demoniaca, pero podría haber sido un demonio que estaba de paso.

Iris se alejó del coche, mientras observaba el lugar, estaban rodeados de árboles a ambos lados de la carretera, no parecía haber nada especial en aquel lugar. 

- ¿Estás bien?- preguntó Dean, acercándose a ella por detrás.

- Ni si quiera recuerdo haber estado aquí. - dijo la chica, decepcionada.- Creía que si volvía a este lugar... Pero sólo recuerdo despertarme en el hospital... Esto es muy raro, Dean, hace menos de 24 horas estaba muerta, luego aparezco en esta carretera medio muerta, me atropellan, en el hospital casi me muero otra vez. Y ahora... ¡Mírame! Estoy perfectamente, sin un sólo rasguño.

- Iris .... - dijo Dean, tratando de calmar a la chica.

- No, no entiendo cómo podéis seguir a mi lado. Está claro que no soy humana, es imposible. Ningún humano está muerto durante 4 años y luego vuelve a la vida de esta manera.

- Eres humana. - dijo Castiel, acercándose a ellos.- Al menos en parte.

- ¿Cómo que en parte?-  preguntó la chica.

- Nunca has sido normal del todo.

- Gracias, Cas.- contestó la chica con sarcasmo. Dean puso los ojos en blanco.

- ¿A qué te refieres?- preguntó Dean, que también estaba harto de tanto misterio.

- Albergas una oscuridad en tu interior que no es humana, es más bien... demoníaca.

- O sea que soy un demonio. Genial, esto cada vez es mejor.

- No eres un demonio.- explicó Castiel. - Estoy seguro de que esto tiene que ver con la naturaleza de tu padre, al fin y al cabo, es un ángel caído.

- ¿Y por qué he vuelto? ¿Por qué me curo tan rápido? ¿Eso también es normal debido a mi naturaleza?

- No lo sé. - Reconoció el ángel.

- No vas a venir. - Dijo Dean colocándose delante de la puerta del búnker de los hombres de letras, impidiendo el paso a la chica de ojos grises.

- Por supuesto que voy a ir, Dean.- Contestó Iris llevándole la contraria.- Llevamos días sin hacer nada.

- Una semana. - dijo Sam, pasando al lado de la pareja, apartando a Dean y llevando una bolsa de viaje al coche.

- Una semana de lo más aburrida.

- Te has dedicado a visitar a tus seres queridos, que te creían muerta.- dijo Dean, volviendo a colocarse delante de la chica.

 - Bueno, pero ya hemos acabado de hacer eso. Ya saben que estoy completamente sana. Y ahora apártate.

- Has vuelto hace nada. No vas a venir. Me niego a que vuelvas a estar en peligro.