Un Amor Para Siempre || Editada

Capitulo 9 *

El gran día!
(Narra Regina)

Llegaron las elecciones, y yo estaba muy nerviosa, acudí a ejercer mi derecho al voto como ciudadana de mi país, di unas palabras a la prensa que estaba en el lugar, y me dirigí al hospital como todos los días

Cuando entre a la habitación de Gerardo, sentí diferente, me sentía triste, yo creo que esto se debió a que este día era muy importante y me hubiera gustado que el estuviera conmigo, me senté a su lado como todas las tardes y empecé a hablar

— Amor, estoy aquí otra vez, vine más temprano porque hoy son las elecciones — hice una pausa — debo esperar los resultados, los dirán esta noche, no sabes cuanto me hubiera gustado que estuvieras conmigo para recibir la noticia, aunque te tengo aquí cerquita no me siento tranquila, me gustaría abrazarte, besarte y reír contigo como lo hacíamos mientras pensábamos en el futuro

Entró el doctor, y puso fin a mi charla — Siento mucho haber entrado así, pero, Regina afuera hay reporteros que quieren saber que haces aquí.

Había olvidado con todo esto, que hoy la prensa andaría tras de mi, y que de seguro me seguirían al hospital

— Gracias doctor, olvidé que la prensa me seguía, tendré que inventar una excusa, me despido de Gerardo y salgo, gracias una vez más — salió de la habitación y continué

— Te amo, estaré aquí mañana con resultados para ti — Le di un beso suave en los labios y me retiré de la habitación

Tal y como me lo había advertido el doctor, la entrada del hospital estaba llena de periodistas, esperando una respuesta sobre el hecho de yo estuviera allí. Respire profundo y me dirigí hacia ellos.

— Candidata, ¿Podría decirnos que hace aquí?

— Canditata Bárcenas ¿Se encuentra usted delicada de salud?

— Vine por un chequeo de rutina con mi doctor, nada grave, una consulta nada más — respondí y salí del lugar.

Me dirigí a la casa esa noche, a espera de resultados sobre las elecciones, cuando daban las 8 pm, fue cuando la cantidad de actas escrutadas me declaraban la nueva PRESIDENTA DE MÉXICO.

Emiliano y Ximena estaban felices por mi, pero yo no me sentía bien, me sentía incompleta, empeze a llorar porque pensé que la vida era injusta, tenía la oportunidad de mejorar mi país, de sacarlo adelante, pero el amor de mi vida, no estaba conmigo para festejarlo

— Yo sabía que ganarías — dijo Emiliano mientras me abrazaba

— Felicidades Regina, eres el cambio que necesitábamos — Exclamó Xime

— Aún faltan algunas actas, ese no es el 100% — yo misma trataba de arruinarme la felicidad

— Mamá, la ventaja que llevas es muchísima, el resultado ya es obvio — sonreí ante su intento de hacerme sentir mejor pero yo me sentía destrozada, los teléfonos no paraban de sonar, me imaginaba que era para decirme que debía acercarme a dar alguna rueda de prensa, pero yo no estaba para eso, lo único que quería era dormir, despertar y que Gerardo estuviera aquí