La vida pasa
(Narra Gerardo)Y ahí estaba yo, recostado en un sofá de hospital, con el amor de mi vida dormida en mi regazo, esperando noticias de mi hija que en un cuarto despertaba poco a poco de una anestecia, mi nieta recién nacida luchando por sobrevivir, periodistas atrás mío queriendo hacer noticia todo lo que hago, y para finalizar, celoso de un doctor que se portó de lo mejor conmigo
No pude evitar pensar en todo lo que me había pasado en este último año, lo bueno, lo no tan bueno y por supuesto, lo malo. Me había reencontrado con la mujer a la que había amado en mi juventud y de la cual me había separado cargando con el amor a cuestas y a la por obra divina hoy por hoy estaba a mi lado y seguía amando más que el primer día, me habia divorciado de la madre de mi hija, y con la que para bien o para mal vivi muchas cosas, como dejar de lado los encuentros desagradables con el ex esposo de Regina. Mi hija había quedado embarazada y ahora la pequeña bebé lucha por su vida siendo tan pequeña e indefensa
Estaba perdido en mis pensamientos sin dejar de acariciar el cabello sedoso de Rehina, una voz masculina interrumpió mi concentración
— ¿Pensando en la complicada pero maravillosa vida? — dijo, tomé unos segundos para observar al caballero que se había dado el tiempo de estudiarme y que había notado que estaba hundido en pensamientos. Era un hombre ya algo mayor, su aspecto figuraba unos 70 años, llevaba una camisa blanca, un pantalón azul oscuro, zapatos negros casuales, su cabello blanco denotaba respeto, era de test blanca y se veía cansado de andar pero feliz
— En cómo pasa sin darnos cuenta — Respondí a su pregunta
— ¿Es su esposa? — observó a Regina, lo miré bastante inquieto, ella era la Presidenta del país, debería conocerla
— La mujer que me alegra la vida — respondí dudoso
— ¿Tiene a alguien internado aquí en el hospital? — por su edad no crei que representara una amenaza, pero empezaba a incomodarme
— Mi hija acaba de tener a su bebé — No le di más detalles y no pensaba responder más preguntas, me miraba de una manera que no me daba confianza, el señor se limitó a asentir y sonrió — ¿Lo conozco? ¿Me ayuda con su nombre? — sonrió de nuevo y negó con la cabeza
— No, usted no me conoce — Dejé de acariciar el cabello de Regina — Pero yo a usted si
— ¿Cómo me dijo que se llama? — insistí
— Yo no soy nadie, no se preocupe — frunci el ceño
— ¡Ok! — bufé — ¿De dónde me conoce, Don Nadie? — pregunté sarcástico
— Usted es el que revivió de entre los muertos, ¿no es así?, lo vi en la tele — lo miré intrigado, Regina de repente se removió un poco y finalmente se levantó de mis brazos, la observé unos segundos y le sonrei, el señor ya no estaba
— ¿Que pasó? — preguntó Regina con voz soñolienta
— Un señor — su imagen vino a mi mente — bastante extraño, me instaló conversacion pero ya no está
— Seguro le surgió algo y no pudo despedirse
— Seguro fue eso — aún seguía confundido — ¿Quieres algo de la cafetería? Emiliano está en la habitación con Ximena — cambié el tema
— Si, así aprovechó para llamar a mi mamá y contarle lo que ha pasado — asenti mientras nos poníamos de pie. Ya era bastante tarde
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Un Amor Para Siempre || Editada
Romance- Regina, que bueno que te veo, pensé que no vendrías hoy, te tengo una buena noticia - Al escuchar las palabras del doctor, sentí que el alma me volvía al cuerpo - ¿Qué pasó doctor? Me tiene intrigada - Le dije - Gerardo al parecer está reaccionan...