Capítulo 20 *

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¡Se acerca la hora!
(Narra Regina)

Terminé mis pendientes y me dirigí de inmediato al hospital, el Doctor me pidió que esperara unos minutos mientras terminaban de analizar los resultados

— ¿Todo bien doctor? — la angustia me mataba, y tenía que llegar a mi reunión con el Gobernador

— Si Regina, como les comenté en la mañana, no hay nada grave — respiré profundo — Es casi un milagro que no haya tenido complicaciones

1 semana después

El doctor nos dio varias indicaciones sobre los cuidados que debía seguir Gerardo. Ximena que  también se encontraba con nosotros estaba muy atenta a todo lo que decía, Gerardo ya se había cambiado su ropa de hospital por una que le había llevado Ximena antes que yo llegara, se veía muy guapo y diferente, tenía una sonrisa de oreja a oreja que no se le quitaba y aunque había estado realizado sus ejercicios durante toda una semana aún había que ayudarlo un poco a mantenerse de pie y a caminar, se apoyaba también en un bastón


En el hospital no muchos doctores conocían el caso y de igual manera las enfermeras, pero eran las personas externas las que me preocupaban, era de esperarse que lo reconocieran de inmediato si lo veían, nosotros queriamos decir toda la verdad pero no de esta manera, queríamos hacer las cosas bien, Gerardo quería presentarse de la menera correcta, así que salimos por la puerta de atrás

Ximena salió por la entrada general, al estar embarazada era menos probable que surgieran rumores por su visita al hospital. Yo y Gerardo salimos por un ascensor que solo usaba el personal del hospital que daba directo al estacionamiento en el que Xime nos esperaba con el chófer. Subimos al coche y nos dirigimos directo a casa, ahora teníamos un hogar, todos estábamos juntos

En casa, expliqué a las personas que trabajaban conmigo sobre lo que estaba pasando y les pedí discreción, aceptaron y escucharon amablemente, prometieron también mantener el secreto hasta que nosotros contemos todo y recibimos al terapeuta que se encargaría de las rutinas de ejercicios de Gerardo diariamente. El problema ahora era pensar en los reproches de la gente hacia mi ahora que soy Presidenta y se enteren que oculte algo de tal magnitud 

Me acerqué a Gerardo y le sonreí

— Por fin — Me dijo mientras tomaba mis manos y las entrelazaba en las suyas

— Yo creo que los dejo solos —  Murmuró Ximena mientras salía de la habitación y reía

— Gracias Xime — Le dije casi en un grito

(Narra Gerardo)

Después de llegar a casa, platicamos mucho sobre lo que venía ahora, reímos y me sentí tan bien al estar con Regina, me contó también que no se sabía nada de Alonso desde hace varios meses, después de las elecciones y que se descubrieron varias de sus fachorias mientras era Gobernador, el había huido, Regina aseguraba que con ayuda de narcos pero no se tenía pruebas suficientes para levantar una orden de aprensión en su contra lo cuál me dejó preocupado pero debía encontrar la manera de arreglar todo

Por otro lado, de Teresa si sabiamos que vivía metida en casinos y llevaba una muy mala vida, me daba tristeza por ella, porque era la madre de mi hija pero no podía hacer nada al respecto

— ¿Qué te preocupa amor? — Me dijo Regina mientras acariciana mi rostro

— Todo lo que se viene — Le respondí y le di un tierno beso en los labios

— Estamos juntos en esto — Respondió ella juntando su frente a la mía

— ¡Te amo! — Le dije al oído

— Yo a ti — susurró

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora