Capitulo 52 *

313 21 5
                                    

¡No te quiero perder!
(Narra Regina)

No podía arriesgar la vida de Ximena y mucho menos la de mi pequeña nieta, por lo que accedí al chantaje, pero tomé precauciones.

En la caja que recibí, había una foto de Regi bebé, no entiendo como la consiguieron si todos hemos sidos muy discretos con su aparición en redes sociales, también había una nota la cual me indicaba que la vida de ellas dependía de mí, tenía que asistir a una dirección específica.

Es un poco estúpido el hecho de que después de todo lo que vivímos con Gerardo yo acceda a este tipo de cosas. Tuve que convencer a mis guardaespaldas de que no era necesario que me acompañaran e incluso le mentí al chófer para que se quedara en el palacio de gobierno, no había sido fácil porque Gerardo en estas últimas semanas les había dado órdenes estrictas de no separarse de mi ni un segundo.

Mi celular me notificaba más de 30 llamadas perdidas de Gerardo y de Daniela, así que tuve que activar el modo avión para cortar la señal. El camino por el que manejaba era parecido al de la cabaña a la que solía venir con Gerardo, está alejado de la ciudad, y es bastante solitario.

Nunca había estado tan nerviosa mientras manejaba, un cartel me indicó que debía desviarme por un callejón mucho más estrecho que por el que había venido recorriendo, suspiré rofundo y avancé. Recorrí aproximadamente unos 20 km más, llegué a lo que parecía ser una hacienda abandonada, bajé del coche y miré para todos lados, no encontré a nadie, así que decidí entrar en la muy grande pero antigua casa.

— ¡Llegaste! — Su voz era totalmente conocida para mí, aunque no le esté viendo el rostro

(Narra Ximena)

Había logrado con ayuda de Dennís que los guaruras me siguieran, no pude confiar en nadie más así que traje a mi enfermera para que se quede con la niña. Mi plan era entrar al lugar y dejarlas a ellas afuera, de ese modo podia dar aviso a alguien si algo salía mal.

Conducía con mucho nerviosismo, no estaba acostumbrada, normalmente salia con Emiliano o con el chófer. Mi celular iba a explotar de tantas llamadas que tenía, lo silencie y dejé a Dennís con la niña unos kilómetros antes

Estacioné al auto, dirigí la vista a mí pequeña y acaricié su manito

— Cuidala mucho, por favor — recorrí la vista desde mi hija hasta Dennís

— Con mi vida si es necesario — sonrió levemente

— Gracias — susurre y asenti mientras ella se bajaba del auto con Regi en sus brazos

Una vez que corrobore que estaban lejos, encendí nuevamente el coche y me puse en marcha

Cuando llegué al dichoso edificio, me adentré en él, estaba realmente abandonado, una voz que no esperaba escuchar interrumpió mis pensamientos

— Me alegra mucho verte — Giré desconcertada

(Narra Gerardo)

Fui a la oficina esperando encontrar algo que me diera alguna pista de donde podrían estar, la noticia se había filtrado a la prensa, la desaparición de Regina, Ximena y de mi nieta parecía ser el tema más hablado en todo el país e incluso en noticias ibternacionales y eso solo me desesperaba más.

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora