Capitulo 10 *

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Ya casi!
(Narra Regina)

Al día siguiente, después de un gran alboroto por lo sucedido, yo sabía lo que me esperaba. El no haber respondido las llamadas la noche anterior seguro me traería regaños de Daniela, y tendría que inventar mil excusas más, eso de mentir no era lo mío, pero desde lo sucedido con Gerardo últimamente lo hacía muy seguido. Me arreglé, y salí de mi casa, no sabía exactamente donde ir, así que llamé a Daniela


— Daniela — le dije

— Regina, ¿Dónde demonios te metiste? te llamé toda la noche, no sabes todo lo que ha pasado — Me dijo en un tono alarmante

— ¿Algo malo? — Pregunté

— No me mal interpretes — rió un poco — Con la gran noticia de que ganaste las elecciones, debiste haber ofrecido una rueda de prensa o aceptarle la invitación a algún canal televisivo que hubiera querido entrevistarte, pero no respondiste nunca a ningún llamado - Daniela casi me había pegado por el teléfono

— ¿Y eso es grave?

— No necesariamente pero, ¿Regina qué te pasa? no te siento feliz

— Daniela estoy feliz enserio, simplemente me hubiera gustado celebrar esto junto a Gerardo

— Entiendo, mira quédate tranquila, que yo ya arregle todo, dije que ayer no pudiste dar una rueda de prensa por motivos personales urgentes, y que la darías hoy a las 10 de la mañana, te espero en el Senado y nos vamos juntas al Palacio de Gobierno — Daniela me había salvado otra vez ¿Era un Ángel?

— No sabes cuanto te lo agradezco, no se que haría sin ti, gracias, ya voy en camino

Cuando llegue al Senado, todos me recibieron muy contentos y felices del triunfo, esto significaba un nuevo comienzo para México

Me dirigí después al Palacio de Gobierno, me esperaban todos, fui recibida con mucho cariño y ofrecí mi rueda de prensa, agradeciendo al pueblo, también ofrecí una disculpa por no haber reaccionado la misma noche de los resultados

Debia esperar a que el actual Presidente terminará su mandato el cuál acabaría en menos de 2 semanas, así que tenía el tiempo suficiente para poder pensar y hacerme a la idea de que ahora mucha cosas cambiarían, ya no sería la Senadora Barcenas, ya no trabajaría en mi oficina a la que tanto estaba acostumbrada y la que me traia muchos recuerdos y sobre todo hacerme a la idea de que un país dependía de mi, de que yo era la nueva PRESIDENTA DE MÉXICO

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora