Capítulo 35 *

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Ambos corren peligro
(Narra Regina)

En una camilla totalmente desmayada del dolor, Ximena fue ingresada de urgencia. Emiliano con las manos en la cara, rogaba a Dios que no ocurriera nada malo, Gerardo por su lado hablaba con las enfermeras pidiendo información pero no le decían nada. Me acerqué a él y lo abracé por detrás, di un beso en su hombro y acente mi barbilla en su clavícula

— ¿No te han dicho nada? — Pregunté


— Nada aún — acarició mi mano

— Estaré con Emiliano por si me necesitas

Se giró para mirarme, me devolvió una sonrisa y acarició mi mejilla.

Me acerqué a Emiliano — ¿Estás bien? — le pregunté y en menos de un segundo sus brazos me cubrieron abrazandome tan fuerte que si no me hubiera sostenido de un sillón que allí se encontraba seguramente me hubiera caído

— Familiares de Ximena Martínez — La voz de una señorita que seguramente era una enfermera del hospital, interrumpió aquel caluroso abrazo

— Soy su padre, nosotros somos su familia — Dijo Gerardo mientras nos acercábamos y tomaba mi mano entre las suyas

— La señorita está siendo preparada para ingresar al quirófano, será intervenida de emergencia — sentía mi respiración agitada

— ¿Y el bebé ? — Preguntó Emiliano a la enfermera

— La paciente presenta desprendimiento prematuro de placenta y si no hacemos una cesárea ahora ambos corren peligro — Emiliano no pudo con la noticia y empezó a llorar desconsoladamente mientras se pasaba las manos por la cara de la desesperación. Gerardo en cambio estaba muy asustado pero tranquilo y con mucha fe en Dios de que todo saldría bien

— Aún no tiene ni 7 meses de embarazo ¿sobrevivirá el bebé ? — Me atreví a preguntar sin embargo a pesar de que no quería escuchar la respuesta

— Haremos lo posible, pero debo ser sincera y un bebé que nace antes de los 7 meses tiene pocas probabilidades — respondió amablemente a mi pregunta — Necesito que firmen estos documentos

La enfermera se retiró después de que Gerardo firmara los papeles, no podríamos verla antes de ser intervenida, así que tendríamos que esperar mucho para poder estar con ella

— Todo estará bien mi vida — Le dije a Gerardo mientras acariciaba su rostro con mi mano, me sonrió y asintió


Viendo que Ģerardo se encontraba más tranquilo me dirigí hasta donde estaba Emi, ya no lloraba pero estaba muy inquieto y podía sentir su angustia, yo me sentía impotente pero por esta vez me tocaba a mi ser la fuerte

— ¿Quieres ir a la capillita que está en la planta de arriba? — Pregunté sentándome junto a él

— No mamá, ahora no, por ahora quiero esperar un rato aquí — sonrio falsamente

— Está bien, estaré con Gerardo entonces — asintió

Preferí dejarlo sólo porque creí que eso era lo que quería, Gerardo estaba recostado en un sillón negro que quedaba muy cerca al panel de información para estar al pendiente de cualquier novedad, yo lo observaba y no pude evitar sonreir ante su belleza, a pesar de la situación por la que pasábamos, él se veía súper sexy, la seriedad le asentaba muy bien

— ¡Regina por Dios! — la voz de Daniela me devolvía a la realidad — cierra la boca y disimula que le tienes hambre — me había descubierto comiendomelo con la mirada

— Que dices Daniela, cállate que te van a oír — fingi estar molesta

— Estas enamoradísima, eso que ni que — Volvió a insistir

— Eso no te lo niego — dirigí mi mirada otra vez a Gerardo quien también me observaba muy divertido

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora