Capítulo 39 *

371 39 14
                                    

¡Es un honor!
(Narra Gerardo)

Regina había aprovechado nuestra visita a la cafetería del hospital para llamar a su mamá, hacía mucho tiempo que no hablaba con ella.

Seguido de que Regina fue electa como Presidenta, ella habia viajado junto a Mario Bárcenas para su recuperación fuera del país, estaban en Europa

Tomamos un café, platicamos un poco, hace tiempo que no hablábamos de nuestras cosas. Regina llevaba mucho tiempo despreocupandose de sus asuntos profesionales y eso no estaba bien, me aseguró que lo más importante en estos momentos era su familia, y aunque compartía su pensamiento no podía dejar que esto le causara problemas en un futuro

Bajamos a vigilar desde el cristal a nuestra pequeña niña, estaba muy indefensa. Ximena habia despertado hace poco y decidimos pasar a verla también

— ¿Podemos entrar? — preguntó Regina asomándose en la habitación

— Claro que si — una Ximena sonriente contestó del otro lado — Justo queríamos verlos

— Estábamos con tu hija, esta muy hermosa Ximena, ¿Ya pudiste verla? — pregunté acercandome a ella para saludarla, besé se cabeza

— Si — dijo en un chillido de emoción — hace ratito una enfermera vino por mi y me llevo, pude tocarla y está muy preciosa — su rostro denotaba felicidad a pesar de las complicaciones

— ¿Para qué querían vernos? — Regina abrazó a Emiliano

— Porque ya decidimos el nombre que llevará nuestra hija — Emiliano sonreía mientras Ximena hablaba

— ¿Y? — pregunté curioso — ¿Cuál es?

— Es un honor para mí, el hecho de que tú seas la abuela de mi hija — Ximena se dirigió a Regina — Y a que pesar de todo lo que hemos pasado, de todo lo que te hizo mi mamá y de como te trate yo, tú siempre fuiste muy linda conmigo — Regina escuchaba con atención y sonreía tratando de no llorar — He sido testigo de como amas a mi papá, y de lo feliz que lo haces, ¡Eres una mujer maravillosa!

— Ven acá — dijo Regina entre lágrimas y la abrazo

— Te admiro mucho, admiro la mujer luchadora que eres y es por eso que me encantaría que mi hija llevara tu nombre — Ximena se había dirigido a Regina con tanto respeto y admiración que mi corazón no podía estar más contento, para mi era muy reconfortante saber que Ximena había comprendido lo bondadosa y maravillosa persona que era

— ¡Esto si tú estas de acuerdo! — Exclamó Emiliano

— ¡Claro que estoy de acuerdo! — Regina estaba muy emocionada — Ximena yo te quiero mucho, y no sabes lo bien que me hacen tus palabras, el pasado no importa ya, y con respeto a lo otro, si es verdad, yo amo a tu papá y eso no tienes que agradecermelo

Se abrazaron ambas — Te quiero — susurró Ximena

— Es un verdadero placer compartir mi nombre con mi nieta. Muchas gracias Ximena — me uní al abrazo

— Disculpen que interrumpa tan bello momento pero tengo que revisar a mi paciente — mi amiguito el doctor siempre tan prudente

— ¡Adelante, no se disculpe! — Regina era tan amable y a mi empezaba a subirseme el azúcar

Regina se dio cuenta de mi reacción y se acercó a mi, tomó mi mano y me regaló una sonrisa pícara, miró mis labios por unos segundos y me besó tiernamente ¡Ella sabía como calmarme!

— ¿Me acompañan afuera? — Nos interrumpió Emiliano y asentimos

En el pasillo sin que Ximena lo notara, Emiliano cambió su expresión del rostro

— ¿Qué pasó? — preguntó Regina muy nerviosa

Emiliano sólo negó con la cabeza y una lágrima rodó por su mejilla

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora