Capítulo 18 *

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¡Juntos!
(Narra Gerardo)

Regina se había ido, me quedé con Xime, y el tiempo había pasado muy rápido, ahora dormia junto a mi.

Emiliano había estado también un rato, habían madurado mucho los dos, y me daba gusto que él estuviera estudiando y sobre todo que estuviera al pendiente de Xime

Escuché que la puerta se abría, era Regina, le sonreí e hice señas para que no hiciera ruido, Ximena aún seguia dormida. Entró con cuidado y se acercó a mi, besó mis labios, luego mi nariz y por último mi frente

— Te extrañé — le dije muy bajito

— Yo más — se le escapó una risita — Incluso creo que se notó en las cámaras

— ¿Cómo? — Pregunté curioso

— En la rueda de prensa me preguntaron el motivo de mi felicidad hoy ¿Cómo ves? — Respondió ella con una gran sonrisa en el rostro

— ¿Y a qué se debe tu felicidad hoy?

— No se — se encogió de hombros — Quizá es que estoy enamorada y también porque el amor de mi vida está conmigo otra vez

— Te amo —  Le dije y la acerqué a mi un poco, quería besarla, Ximena despertó y se levantó rápidamente


— ¡Lo siento! — su voz era soñolienta — me quedé dormida, ¿te lastime papá?

— Claro que no — Respondí —  Extrañaba verte dormir como cuando eras pequeña — Me abrazó, saludó a Regina y se dirigió al sofá que estaba en la habitación, tomó su bolso, sacó el celular

— Me quedaré contigo está noche

— Xime no es necesario, necesitas descansar — dije

— Yo me quedaré Ximena, vete tranquila — interrumpió Regina

— No es necesario tampoco Regina, ambas deben descansar — ya habían pasado por mucho

— Xime, le hablo a Emiliano para que pase por ti — no me dirigió la mirada — ¡Yo me quedo! — impuso Regina, era imposible discutir con ella

— Está bien —  Respondió Ximena

— Gracias por escucharme — dije a ambas

— Lo siento mi vida, pero yo ya vine preparada para quedarme y no me pienso ir, no te dejaré sólo —  Regina sacaba una cobija y una almohada pequeña de un maletín

Despues de varios minutos Emiliano llegó por Ximena y ambos se fueron a casa de Regina. Después de todo yo si quería que Regina se quedara, esta sería mi mejor noche en el hospital


— ¡Juntos! — Exaclamé

— ¡Para siempre! — Regina terminó la frase

Conversamos hasta el cansancio, lo cual me había fastidiado un poco la garganta, había abusado en darle uso, también debía trabajar en eso, finalmente los ojos de Regina habían empezado a cerrarse del sueño, me le reí y la traje hacia mi

— ¡Oye! — dijo sobresaltada — no pretenderas que me acueste contigo aquí — yo hacía un espacio en mi pequeña cama de hospital y me movía lentamente porque me dolían los músculos, en especial los de las piernas

— No pretenderas tú, dormir en ese sillón super incómodo —  la miré indignado

— Es lo lógico


— Lo lógico, es que viniste a quedarte conmigo, así que dormirás conmigo, además no tiene nada de malo, Ximena durmió varias horas aquí mientras no estuviste porque no quería separarse de mi —  Le sonreí

— Está bien, acepto — reímos juntos

Mientras se quedaba dormida entre mis brazos, pensaba en todo lo que tenía que hacer una vez que saliera del hospital

— Te amo con todas las fuerzas de mi alma — Me dijo Regina casi dormida

— Te amo más — besé su cabeza

Esa fue la mejor noche que había tenido en mucho tiempo, dormir así muy cerquita de Regina era lo que había deseado desde hace mucho tiempo

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora