Capitulo 50 *

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Otra vez en problemas
(Narra Regina)

— Estabas muy desconcentrada en la junta — Miré a Daniela e hice una mueca — ¿Algo te molesta?

— Quiero ver que hay en la dichosa caja — Daniela solo asintió

— ¿Llegó Gerardo? — Pregunté a la recepcionista

— No Sra Presidenta —me respondió amablemente la chica con una gran sonrisa en el rostro

Gerardo estaba tardando mucho, normalmemte veniamos juntos pero hoy me dijo que me alcanzaría aquí porque quería hablar con Ximena

Entré a mi oficina y Daniela me siguió, fui directo hasta la caja, la tomé entre mis manos, dudé un momento, suspiré profundo y finalmemte la abrí

*****

(Narra Gerardo)

— ¿A que te refieres? — Ximena estaba nerviosa

— Tranquila, no es grave — me reí al ver su cara de angustia

— ¡Ay papá! — respiró de nuevo

— Me dijiste que no has hablado con tu madre desde que salió del hospital — frunció en ceño — y siento que me estás mintiendo

— Osea que no confías en tu hija — una sonrisa maliciosa se formó en su rostro, me encogí de hombros y ambos reímos — pero es verdad, te mentí — Su sonrisa se borró y la mía también al instante

— ¡Ximena! — pasé las manos por mi cara

— Hace cuatro días recibí un mensaje de ella, diciendome que estaba bien y que pronto nos veríamos — sabía que algo no andaba bien


— Gracias por decirmelo — Le dí un beso en la mejilla y salí del estudio

Subí muy rápido al coche y me dirigí rápidamente a la oficina, debía hablar con Regina sobre esto, algo no me gustaba

*****

(Narra Regina)

Mi corazón latía a mil por hora ¿Quién era capaz de esto? ¿Existe tanta maldad en la gente?

— ¿Qué es? ¿Puedo ver? — Daniela se acercó

— Nada interesante, lo de siempre ya sabes, cartas de niños — sonreí falsamente y escondí rapidamente la foto y la nota

— No te creo — me conocía muy bien

— Está todo bien, no te preocupes — sonreí, tratando de fingir un poco más — Voy a salir, tengo que ir a casa

— Te acompaño — ella sabía que estaba mintiendo

— No, necesito que te quedes a revisar la propuesta del ministro de Economía

— ¿Segura estás bien? — insistió

— Si, todo bien — Salí rapidamente de la oficina

*****

(Narra Daniela)

— ¿Y Regina? — Gerardo entró muy agitado a la oficina

— Salió — lo miré desconcertada — dijo que iría a la casa, pensé que tu sabías — esto estaba mal

— No, no me dijo nada — estaba muy tenso y preocupado

— ¿Todo bien? — pregunté intentando averiguar qué pasaba

— No lo sé, espero que si

— Regina recibió esa caja — la señalé — pero no me mostró lo que había dentro

— ¿Y no insististe?

— Si, pero dijo que eran cartas de niños, es obvio que me mintió

— ¡Mierda! — bufó

— ¿Pasó algo? Me estás preocupando — los nervios me mataban

— Ximena me acaba de confesar que Teresa se comunicó con ella hace unos días y le dijo que se verían muy pronto. No lo sé Daniela, siento que esto no está bien — Maldita sea, otra vez en problemas

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora