Capítulo 46 *

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¡Quiere hablar con usted!
(Narra Gerardo)


Al ser Regina Presidenta de México, la gente no vería muy bien que estuviera bebiendo en un bar, pero a estas alturas del partido, a Regina le importa muy poco eso, sin embargo había sido muy cautelosa al escoger el sitio al que iría, me aseguré con su chófer de que estuviera cerca por si Regina lo necesitaba y también le hablé a sus guaruras para que no la perdieran de vista ni un momento, era cuestión de seguridad

El hospital me dirigí a la habitación de Ximena, encontré a Emiliano dormido en el sillón, me acerqué a mi hija y la saludé con un beso en la cima de su cabeza

— ¿Cómo estas mi amor? — me senté a su lado en la camilla

— Muy contenta papá, el doctor me dijo que el neonatólogo acaba de examinar a mi bebé y que al parecer va muy bien y a mi me darán de alta mañana — No pude evitar sonreir ante tan buena noticia

— Me encanta que estés así de contenta, en un ratito pasaré a ver a la pequeña Regina — acaricie sus manos

— Hablando Regina ¿Dónde está ella? — hoy no la había visto

— Fue con Daniela, quería platicar un rato con ella — me miró un poco confundida

— ¿Te pasa algo? — mi cara de angustia no se podía ocultar

— Xime, tú me contaste que habías estado en contacto con tu madre ¿Recuerdas? — su rostro se tensó

— Sí — dudó — ¿Por qué?

— Hoy estaba cenando con Regina y recibió una llamada a su celular de un número desconocido, contesté yo y era una mujer para avisarnos que tu madre había sufrido un paro respiratorio por ingesta de drogas y alcohol y que había sido hospitalizada de urgencias en este mismo hospital — Le conté

— ¿Mi mamá está aquí? ¿Está bien? — dijo en un tono desesperado

— La están estabilizando, quédate tranquila — Le había soltado todo de golpe y creo que no había sido buena idea

— ¿Estará bien?

— No lo sé pero eso espero — trate de calmarla — Yo sé que a pesar de todo la quieres mucho, estaré al pendiente y te avisaré

— Es mi mamá — me recordó — Gracias papá

— Ya vuelvo, iré a ver a mi nieta — aproveché que Emiliano se estaba despertando

Camino a las termocunas pregunté a una enfermera sobre el estado de salud de Teresa

— Está estable, ya reaccionó ¿Usted es Gerardo Martínez? — asentí

— Justo lo iba a buscar, la Sra Teresa quiere hablar con usted

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora