Un Amor Para Siempre || Editada

Capítulo 42 *

¿Por qué tan asustada?
(

Narra Regina)

Puse nuevamente el vaso sobre la mesa, decidí girar lentamente para ver quien era, mi corazón latia rápidamente del susto, pero todo se calmó cuando vi a Gerardo muerto de risa mirándome tan asustada

— ¡Eres un tonto! — le reclamé mientras me acercaba a él

— ¿Por qué tan asustada? — sus manos se posaron sobre mi cintura y no paraba de reír

— No lo sé, últimamente siento que nos siguen y me aterra la idea — pasó un mechón de cabello detrás de mi oreja

— De eso quería hablarte — su expresión cambió —¡Por eso vine hasta aquí! — su rostro denotaba preocupación

— ¿Qué pasó? — pregunté muy desconcertada

— Estaba en el hospital con Ximena y el doctor me comentó que alguien fue a ver a la niña y se identificó como el abuelo — me quedé fría

— Eso no puede ser — negué

— ¿Sabes lo que significa? ¡Alonso está cerca! — no sabia que decir al respecto

— Pero es muy raro que se presente así de la nada, sin miedo a ser idebntificado — me alejé de Gerardo — Se supone que huyó después de que varias de sus fachorias fueron descubiertas. Él no puede Gerardo, él no puede estar aquí — sentía rabia y temor a la vez

— Amor — Gerardo me tomó del brazo para acercarme a él nuevamente — Escuchame, tú sabes que lamentablemente el mundo se mueve con dinero, él pudo comprar policías y ve a saber que más para poder moverse libremente por la ciudad

— ¿Qué quiere? ¿Por qué fue a ver a la niña? — todo esto me sobrepasaba — Gerardo no puedo permitir que ese cobarde le haga algo

— Yo no se que intenciones tenga, pero lo que si te puedo asegurar es que a mi familia no le hará daño nadie — acarició mi mejilla y me abrazó — ¡Te amo! — susurró en mi oído

— Oye, si me asustaste — cambié el tema

— ¿Si? No fue mi intención — reia nuevamente — También quería decirte algo en lo que he estado pensando

— ¿En qué? — tomé mi vaso con agua nuevamente

— Quiero volver a la política, necesito estar cerca de ti

— Eso estaría muy bien — me había animado

— Le pediré a Daniela que te ayude con eso — asintió — ¿Quieres algo de tomar? ¿Agua? ¿Café? — le ofrecí

— ¡Solo te quiero a ti! — me sonroje

— ¡Aquí no! — besé muy rápido sus labios

— ¿Te quedarás aquí? — preguntó Gerardo

— Un rato más ¿Por qué?

— Quería que comieramos juntos, Emiliano se quedó con Xime

— Si quiero, pero ¿Me esperas un ratito mientras termino? — Pregunté mordiendome el labio inferior

— Yo te espero siempre — Me guiño un ojo

Dejé a Gerardo en mi oficina mientras salí en busca de Daniela, no me había contestado así que me había tocado ir por ella, le entregué los documentos firmados que me había entregado en la mañana y le pedí que averiguara lo que sea de Alonso y a la vez le mencioné la propuesta de Gerardo de regresar a la política para que me ayudara con eso también