Capítulo 55 *

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¡Quiero que seas feliz!

(Narra Regina)

— ¿Hablaste con Emiliano? — me preguntó Gerardo mientras despediamos a algunos invitados

— No, aún no pero lo haré pronto — dije y sonreí

Quedaban muy pocas personas, la gran parte de los que habían asistido eran amigos de la oficina, viejos compañeros del senado también, la única que seguía en casa era Daniela, ella era parte de la familia prácticamente

Platiqué con Daniela un rato más sobre todo lo que había pasado en mi ausencia, ella tenía todo bajo control, finalmente se despidió también y la acompañé hasta la puerta. Al entrar me acerqué a Gerardo y lo abracé por la espalda 

— ¿Me dirás ahora qué es lo que tienes para mi? — dije en su oído 

— Que impaciente eres — rió girandose para quedar frente a mi — Tendrás que esperar un poco mas

— ¡Gerardo! — bufé y soltó una risita

— ¿Querías hablar conmigo mamá? — Emilino interrumpió

— Sí, si mi vida vamos al estudio ¿Quieres? — asintió y se adelantó

— Cuando vuelva espero tenga lista su renuncia Abogado Martínez — tomé con una mano su rostro e hice que me mirara

— ¿De qué se me acusa? — hizo un piquito von su boca, su intención era que yo lo besara

-— De ocultarle cosas a la Presidenta del País — cumpli su deseo y le di un beso muy rápido, me alejé de él

*****

Emiliano me esperaba en el estudio, entré le di un beso en su cachete y él rio levemente

— Cuéntame madre ¿Qué ue necesitas hablar conmigo? — dijo en un tono muy serio

— Quiero... — callé por un momento — ¿Quiero saber como estás?  — me regaló una sonrisa

— Ya entiendo — empezó a reír — Estás preocupada porque no sabes como esté tomando todo lo que pasó y ahora la muerte de mi papá — bajó la cabeza, suspiró y dirigió otra vez su mirada hacia mi, podía notar que le dolía

— Quiero que estés bien, yo aún no puedo creer que las cosas hayan llegado hasta este punto — dije y se levantó para sentarse a mi lado

— Estoy bien, créeme — asenti y sonreímos — Me pone triste saber que mi papá haya llegado a tomar esa desición pero también me hizo darme cuenta que no estaba arrepentido de nada, ya que si lo hubiera estado por lo menos un poquito, se hubiera dado otra oportunidad él mismo. Yo sé y puedo entender que vivir el resto de tu vida en una celda es triste pero al menos se hubiera arrepentido y no lo hizo mamá. Fue su decisión — las lágrimas rodaban por sus mejillas lo único que pude hacer por él fue abrazarlo muy fuerte

— No sé que decirte Emi — susurré mientras estaba en mis brazos

— No digas nada, no es necesario, sólo quería decirte lo que pensaba y que estoy bien — lo llené de besos y varios segundos después se alejó de mi

— Quiero pedirte algo — tomó mis manos

— Quiero que seas muy feliz con Gerardo — un nudo en mi garganta se formó — Él es un gran hombre y se ha ganado mi admiración y mi respeto. Soy testigo de lo mucho que se aman — reímos juntos, no creía que Emiliano me estuviera diciendo esto — Me costó un poco entenderlo al principio, pero finalmente comprendí que ustedes no pueden estar separados y que su amor es más grande que todo, que lo de ustedes fue, es y será ¡Un amor para siempre!

— Si, así será, gracias Emi ¡Te amo hijo! — dije entre sollozos y lo abracé con todas mis fuerzas

— También te amo mamá — susurró y me abrazó otra vez

*****

— ¿Hablaste con Emiliano? — preguntó Gerardo desde el vestidor cuando escuchó que entré en la habitación

— Si, lo hice — me senté sobre la cama

— ¿Qué te dijo? — preguntó mientras salía vestido con una pijama muy graciosa que nunca había visto

Era de todos los colores, se veía cómoda pero tantos colores juntos me daban risa y me provocaban calor

— ¿Qué es eso? — reí a carcajadas

— ¿Eso te preguntó? — era muy ingenuo o se estaba haciendo el gracioso

— Me refiero a tu pijama Gerardo ¡Dios! — dije aún entre risas

— No te burles Regina, me la regaló Ximena — cubrí mi boca con la mano para dejar de reirme

— Lo siento — tomé aire — Hablé con él y me dijo que...

— ¿Te dijo qué? — Gerardo insistía y me encantaba dejarlo con la duda

— Me pidió que fuera muy feliz contigo ¿Puedes creerlo? — pregunté

— Si estuviéramos hablando del Emiliano de hace un año atrás te diría que no, pero del de ahora si lo creo — sonrió muy picaramente — ¿Estás lista para saber cuál es la sorpresa que te tengo? — se sentó junto a mi

— Estoy lista desde que me dijiste por primera vez que tenías algo para mí, pero... — frunció el ceño

— ¿Pero qué?

— ¿Me vas a dar una sorpresa vestido así? — volvi a reír y se unió a mi

— Entonces tendrás que seguir lista porque aún no es el momento — besó mis labios rápidamente y se levantó de la cama dejándome otra vez con las ganas de saber que es lo que me oculta

— ¡Eres un insoportable! — grite mientras salía de la habitación muerto de risa

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora