Capítulo 48 *

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Es lo que he hecho toda mi vida
(Narra Regina)

La noche se hizo larga, fue muy acertado el plan de Daniela, platicar con ella siempre me hacia bien. Llamé a Gerardo y quiso pasar por nosotras al bar asi que le pedí al chofer que podia irse a casa, los guardaespaldas se quedaron. Llevamos a Dani a su casa

— Gracias por traerme Gerardo — él asintió y sonrió — ¡Disfruten! — cerró la puerta, no pude evitar reír

— Tú decides ¿Dónde vamos ahora? — reía mientras nos alejabamos en la carretera

— ¡Donde nos lleve el camino! — tomé su mano y la acaricie, sus ojos brillaban — ¿Los chicos como quedaron? — la sonrisa del rostro de Gerardo se borró y su expresión se tensó, suspiró profundo y estacionó a un lado de la carretera

— Ellos están bien — asentí tranquila — pero, Teresa pidió hablar conmigo, parece que ya despertó

Había hablado sobre esto con Daniela, era mejor enfrentar todo juntos a distanciarnos por tonterías, él tenía razón, Teresa era la madre de Ximena y de un modo u otro ese era motivo suficiente para ayudarla, a pesar de todo

— ¿Le dijiste a Ximena? — baje la mirada hasta nuestras manos que estaban juntas

— Si, Ximena ya lo sabe — asentí y suspiré profundo —No se que quiere decirme, pero me intriga

Creo que no se atrevía a decirme que si quería ir a verla por la escenita estúpida que habíamos tenido horas antes en el hospital a causa de ese tema

— Ve a verla, ha de ser algo importante — sonreí falsamente y acaricié su rostro

Me miró por varios segundos como tratando de entender mis cambios de opinión pero no me dijo al respecto, al contrario me llevó el juego por la paz

— Mañana pasaré a verla — sonrió

— ¡No! — me miró confundido — Vamos al hospital ahora, yo iré a ver a mi niña que no la he visto en todo el día y tú vas a ver a Teresa

— ¿No quieres ir a otro lado? Pensé que iríamos a, no sé, por ahí — reí

Amor, yo me muero por estar contigo, pero creo que ahora tenemos otras prioridades. Vamos al hospital y arreglemos todos los problemas que nos rodean — besó mi mano — Tenemos toda la vida para estar

Yo sabía que él estaba muy angustiado por todo esto y la actitud que había tenido antes no lo ayudaba, al contrario, lo preocupaba más.

Mi amiga, asistente y ahora psicóloga Daniela me había ayudado mucho esta noche, pude desahogarme y liberarme un poco de cansancio mental.


En el hospital tomamos rumbos distintos, yo entré a saludar a Ximena y a Emiliano, pero corrí desesperada a ver a mi pequeña, no la había visto en todo el día. Gerardo fue a ver a Teresa y a escuchar que era lo que quería decirle.

(Narra Gerardo)

Entré cuidadosamente en la habitación en la que se encontraba Teresa, respiré muy profundo y me aclaré la garganta para que supiera que estaba allí

— Hola — dijo con voz muy débil, y se acomodó un poco en su camilla para verme

— Me dijeron que querías hablarme — asintió. Tenía grandes ojeras, estaba muy pálida y muy delgada

— Si, quería y necesito hablar contigo — me quedé de pie frente a ella

— Dime entonces — me pregunté a mi mismo si en el algún momento llegué a ser feliz junto a Teresa ¿Fue despecho solamente?

— No te voy a pedir perdón si es lo que crees — tanta amabilidad no podía ser cierto —  Si me arrepiento de muchas cosas en mi vida, y una de ellas es de hacer sufrir a Xiemna y es por eso que te mande a llamar, quiero pedirte algo

¿Dinero? No podía pensar en otra cosa que quisiera, o caso ¿Ya sabía que su nieta había nacido? ¿Quiere conocerla?

— ¿Qué? — pregunté solamente

— Necesito que cuides a Ximena — ¿hablaba en serio? ¡Es lo que he hecho toda mi vida!

— ¡Es lo que hago! — bufé

— Lo sé pero necesito que la cuides mucho más, que tenga guaruras siempre, que no salga sola — se veía angustiada

— ¿Por qué? — Ximena siempre tenía guaruras, los cuatro teníamos, no salíamos solos nunca

— Alonso quiere hacerte daño desde que dio la noticia de que estabas vivo y puede usarla para sus planes

Un Amor Para Siempre || EditadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora